Tools of the trade
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El ejército está lleno de tarados, he tenido jefes que antes han sido militares y ahora mismo son víctimas de mujeres como las que relata un poco más abajo. Y como mucho han aprendido a doblar servilletas de 17 maneras diferentes.Black Adder rebuznó:Y eso a qué conclusión te lleva, baldman?
Ya existe un sitio donde controlan tus ingresos, en qué los gastas, qué aportas y cómo distribuyes tu tiempo de ocio. Se llama ejército, pero por lo menos allí te enseñan 17 maneras de matar a un tío con una servilleta y puede que te autoricen a disparar contra civiles indefensos. Yo lo que veo aquí es el clásico arquetipo de mujer sargento, demasiado vaga e idiota como para codearse con la oficialidad del putismo, pero suficientemente taimada y curtida como para tocar los huevos a los pobres idiotas que sólo buscan la manera más sencilla de terminar el día con menos marrones que como lo empezaron.
En mi caso, el especialista en girar la tortilla es él. Cuando hemos tenido alguna discusión fuerte, no pijadas tales como no bajas la tapa del váter, siempre ha sabido hacerme la pirueta, caer de pie y hacerme quedar como una cerda sin escrúpulos. Y no estamos hablando de clarinetes, es tan listo que sabe cómo gastarse una de nuestras pagas extras en música, dejarnos a todos con unas vacaciones rídiculas y que le aplaudamos. Es como mis hijos, que si quieren un kilo de chuches me piden tres directamente, y si te dejas te sacan el doble de lo que inicialmente pretendían.Black Adder rebuznó:El "en qué estás pensando" no es nada más que la punta hueca de un arsenal entero basado en la manipulación indirecta a partir de la incepción de una idea no original que intuyen como tuya y que arraiga lista para aplicar chantaje sobre ella posteriormente. Quizás no hoy ni mañana, pero si dentro de siete meses el tío vuelve a casa con un clarinete de coleccionista las lágrimas rodarán imparables por sus mejillas con el pretexto de que ya ni la escucha ni la desea. Si el tío es del grupo de los incapaces de hacer esta clase de asociaciones neuronales, es decir, el grupo del 98% de varones homosexuales, aplicará castigo mediante retirada de palabra. Es probable que primero le ofrezca un caramelo del tipo "tú estás pensando tal y cual", él aceptará como un pazguato las palabras que, a veces de buena manera, habrán colocado en su boca. Tras aceptar sus alegaciones como pensamientos propios la idea quedará residente durmiendo en la shell, sólo faltará activarla con el tercer grado de culpabilidad donde se mostrará enojadísima por el hecho de que tú pienses tal y cual. Sentando las bases morales para verse con derecho a sojuzgar, fiscalizar y controlar.
No es nuestro caso, no soy tan simplona como para caer en estas guerras absurdas, y él no es tan tonto como para dejarse hacer en caso de que se me ocurriera. Por suerte para mí, cuando le voy con alguna bobochorrez me corta al momento. Y digo por suerte porque lo contrario haría que al final le pillara asco y acabar dejándolo por cualquier otro, que es lo que les pasa a muchos, que dicen sí a a todo y de repente se encuentran con 40 años, casados y con hijos porque es lo que toca, echando más horas que un reloj porque eso es lo que se espera de ellos. Pero no es lo que ellos quieren, y por eso un día despiertan hasta la polla de todo, pegan la patada, se lían la manta a la cabeza y empiezan a hacer lo que en su día no se atrevieron. Eso es lo que o quiero que nos pase.Black Adder rebuznó:Tomando el control sobre el ocio y los ingresos conquistan recursos vitales, empezando por el libre albedrío (haciendo que cedas simplemente para no seguir discutiendo), la comida (dueñas de la cocina) y el sueño (hacen la limpieza). Agregan el control de horarios, someten a costumbres, determinan a qué horas se come y duerme. Cuando desean aplicar castigo usarán agotamiento energético variando horarios, o negándose directamente a ofrecer comida (no son las chachas de nadie) o mandándolo a dormir al sofá (aunque la casa sea tuya y la cama la hayas pagado tú). La solución pasa siempre por saber cocinar y hacer camas y dejarles siempre bien claro que amor y propiedad de bienes son cosas bien distintas, pero ya son especialistas en asegurarse que en la repartición de labores tengas que estar mínimo 8 horas fuera de casa y discutirán contigo el tiempo necesario, nagging, bitching, con el simple objetivo de que cuando quieras solucionarlo ya no sea horario comercial.
La que usted quiera, o sea, ninguna. Me mueve el no querer entrar en lo típico, en ¡ntentar siempre que tanto él como yo seamos libres de hacer lo que nos plazca, de ahí que podamos entrar y salir cuando nos plazca, yo menos por los críos, de que se compre cosas y yo le frene porque es un impulsivo, nos arruinó una vez y me prometí que no más. Así que me hago la dura para que no compre de más, pero me hago la tonta dejándole que se compre a escondidas y no le pregunto quién le ha regalado esas pastillas Zakk Wylde último modelo, por ejemplo. Otra cosa es que yo sea una mema con esto del porno, pero intento averiguar el porqué de los vídeos de marras y lo he entendido. No veo problema en ello.Black Adder rebuznó:¿Qué clase de credibilidad se puede dar al raciocinio de una persona de 40 años con dos hijos que se engorila porque su marido ve tías en pelotas por internet?
En otro orden de cosas, el vídeo de Pimpinela, una mierda, 3 minutos y pico desperdiciados porque realmente no viene al caso de mi situación. Cuando entra por la puerta de casa generalmente viene contento, cuando llega con cara de pocos amigos es porque alguien le ha tocado los huevos en el curro, en cuanto le pregunto se caga en los muertos más o menos frescos del tocahuevos en cuestión durante unos minutos y a otra cosa mariposa. Admiro esta capacidad por su parte, yo soy de marear problemas de trabajo hasta la náusea, hasta al punto de hacerme callar, cosa que me ofende y a la vez agradezco y hasta me pone.
¿Qué más? Ah, sí, otro que cree que soy un clon porque he puesto Slayer y Black Sabbath, imagino. Porque el rock y el metal es cosa de hombres,¿no?Aquí sí que no puedo hacer nada para que pienses lo contrario, pero puedes probar a entrar a alguna viejuna, delgaducha que está disfrutando de un buen concierto de metal y preguntarle si es Tools of the Trade. Me pondré colorá como un tomate, pero te invitaré a una birra. Supongo que lo que se estilaría en mi situación es escuchar Beyoncé o Pablo Alborán.