Me jode que os metáis con Cachondo porque no es más que una víctima. Una víctima de las envidias e insatisfacciones de unas vecinas viejas y amargadas que no soportan que otras personas puedan ser felices y paseen por la calle con una teen de la mano. Y no lo soportan porque ellas han sido siempre los típicos callos malayos a los que los hombres despreciaban y su ilusión de ser cortejadas y pasear del brazo de un mozo: alto, guapo, elegante, educado y con suelto asegurado; ese anhelo se convirtió en odio y desprecio hacia quien sea feliz o intente serlo.
Esas vecinas viejas serán las típicas brujas que no han salido en su puta vida del barrio, de casa al super, de casa a casa de los consuegros, de casa a casa de los suegros, de casa a casa de otra vecina. Toda una vida en un área de menos de 24 km a la redonda. Esa gente enferma porque viven enjaulas mentalmente, viven en un territorio tan pequeño que en ese terreno tan pequeño de su micro mundo necesitan tener de todo. Y ahí es cuando se crean a un super villano para poder desahogarse con él, y ese villano al que hostigar y combatir es el pobre Cachondo. Al que envidian en lo más profundo de su ser y, como todos sabemos, la envidia y el odio van de la mano.
Yo sí creo a Cachondo, sí lo creo porque no se puede subestimar el poder de un colectivo. No olvidemos que fue un colectivo el que aupó a Bisbal al estrellado, el que le entregó la corona de laureles, el que le paga su casa en Miami, el que convirtió algo mediocre en "fabuloso". Y de igual manera que elevan a unos, pueden hundir a otros. La energía que genera un colectivo puede recorre dos sentido, uno ascendente y otro descendente. A Cachondo lo quieren hundir, esa es la única razón de ser de la mano negra.
Lo quieren hundir porque para ellas representa todo lo que deseaban y no han logrado. Les jode que esté buscando una novia joven y guapa que le quiera y le cuide, les jode que viva la vida y la disfrute gastando alegremente, les jode que viva sin preocupaciones económicas (más allá de algún susto con las inversiones y los préstamos personales), les jode que aún no haya perdido la ilusión de encontrar el amor, les molesta que no sea un amargado como ellas y como sus maridos y como sus hijos.
Si algo nos ha enseñado la literatura romántica y las telenovelas colombianas, es que el amor siempre triunfa. Por más trabas que le pongan el amor prevalece. Y espero que Cachondo no desista y siga buscando a su teen de bellos pies para poder cogerla de la mano y pasearla por su barrio y poder ver las caras de los niñatos y las viejas.