Becerro de oro
Freak
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Siempre que alguien pide orientación sobre ligoteos se le proporcionan consejos de cara a optimizar sus habilidades sociales para un mejor aproximamiento a las féminas, pero rara vez se trata el tema de los grupos de caza en en que solemos movernos para tales fines, o si se habla de ellos no se ponderan en su justa medida, y es que según me dicta mi experiencia, tus compañeros de montería son vitales para lograr el éxito en esta dificultosa empresa.
Puede alguien que nunca se comió un rosco ponerse las botas con solo cambiar de grupo de amigos con los que merodear por las noches? Voy a narrar mi experiencia estructurada por etapas y categorías tribales:
Grupo A: Cuando empecé a salir, mis amigos estaban un par de escalones por encima mia en la escala de belleza. No es que yo fuera feo, es que ellos eran unos guaperas, y a su lado yo pasaba despercibido al ser neutralizado por el sex-appeal que irradiaban.
Se producía entonces el tan temido por mi efecto HALO: cuando conociámos a un grupo de hembras, estas quedaban fascinadas por mis amigos y entraban en competición por ellos. Una se llevaba el oro, otra la plata, y el resto pasaba olimpicamente de llevarse el bronce o el diploma olímpico(premios que me tocaba encarnar según el caso).
Creo que esto esta relacionado con el espiritu competitivo que un buén partido despierta entre un grupo de mujeres: las que no consiguen llevarse el gato al agua prefieren quedar libres para estar en buena disposición de poner a caldo a las triunfadoras, y si te vas con el amigo sensiblemente menos atractivo; a santo de que vas a despellejar a la ganadora? No es como con los hombres, que si encontramos resistencia en una vamos a por la siguiente en la lista.
Durante esta época, los 3 amigos con los que salían eran colmados de atenciones por las mujeres y ligaban siempre, yo me quedaba solo desempeñando el papel de la amiga gorda en el grupo de tías, y si triunfaba era por tener un golpe de suerte rulando solo en plan lobo estepario.
Grupo B: Este grupo de amigos primitivo fué mermando por culpa de los noviazgos, y yo entonces empecé a salir compis de la uni. Estos eran del tipo "nerd" que se dice or aquí: gafas, tipos fondones, camisas a cuadros estilo leñador, partidas de rol...Aqui era yo el gallo del corral, pero no se producía el efecto HALO en mi favor, sino otro peor, el efecto INHIBIDOR DE FRECUENCIAS.
Me explico: aunque seas un perro, si andas entre una piara de cerdos, te impregnarás de su olor, lo que confundirá a tus potenciales depredadores. Estos chicos proporcionaban escasos estímulos a las féminas, pues no eran chulazos de los que presumir del brazo, no exhibían atributos que denotaran solvencia econòmica que les compensara de la falta de lo anterior, y tenían escasas trazas de ser malotes dispuestos a liarse a puñetazos por ellas cuando alguien las piropeara lascivamente.En fin, que olían a fracaso ante ellas y te contagiaban a ti su hedor, aunque tuvieras otras aspiraciones.
Aqui de nuevo solo ligaba excepcionalmente cuando les daba esquinazo e iba a mi bola.
Grupo C: Finalmente conseguí mudarme a un grupo donde todos estaban a mi par, solo que yo les sacaba una cabeza de ventaja. Aqui es donde se producía el efecto HALO a mi favor y empecé a triunfar como nunca.
Cuando entramos en contacto con un grupo de tías, ahor soy yo el que tiene mas cartas que jugar, hasta el punto que he tenido problemas con un amigo que intentaba excluirme del grupo porque yo suelo calzarme a las que el presenta e intenta camelarse.
Posteo este ladrillo para saber si alguien tiene un historial similar al mio, y si el dime con quien andas notais que condiciona a la hora de triunfar, y también para aconsejar a los que no liguen que intenten mudarse a un grupo con las características idoneas, a ver si el problema no es de ellos.
Puede alguien que nunca se comió un rosco ponerse las botas con solo cambiar de grupo de amigos con los que merodear por las noches? Voy a narrar mi experiencia estructurada por etapas y categorías tribales:
Grupo A: Cuando empecé a salir, mis amigos estaban un par de escalones por encima mia en la escala de belleza. No es que yo fuera feo, es que ellos eran unos guaperas, y a su lado yo pasaba despercibido al ser neutralizado por el sex-appeal que irradiaban.
Se producía entonces el tan temido por mi efecto HALO: cuando conociámos a un grupo de hembras, estas quedaban fascinadas por mis amigos y entraban en competición por ellos. Una se llevaba el oro, otra la plata, y el resto pasaba olimpicamente de llevarse el bronce o el diploma olímpico(premios que me tocaba encarnar según el caso).
Creo que esto esta relacionado con el espiritu competitivo que un buén partido despierta entre un grupo de mujeres: las que no consiguen llevarse el gato al agua prefieren quedar libres para estar en buena disposición de poner a caldo a las triunfadoras, y si te vas con el amigo sensiblemente menos atractivo; a santo de que vas a despellejar a la ganadora? No es como con los hombres, que si encontramos resistencia en una vamos a por la siguiente en la lista.
Durante esta época, los 3 amigos con los que salían eran colmados de atenciones por las mujeres y ligaban siempre, yo me quedaba solo desempeñando el papel de la amiga gorda en el grupo de tías, y si triunfaba era por tener un golpe de suerte rulando solo en plan lobo estepario.
Grupo B: Este grupo de amigos primitivo fué mermando por culpa de los noviazgos, y yo entonces empecé a salir compis de la uni. Estos eran del tipo "nerd" que se dice or aquí: gafas, tipos fondones, camisas a cuadros estilo leñador, partidas de rol...Aqui era yo el gallo del corral, pero no se producía el efecto HALO en mi favor, sino otro peor, el efecto INHIBIDOR DE FRECUENCIAS.
Me explico: aunque seas un perro, si andas entre una piara de cerdos, te impregnarás de su olor, lo que confundirá a tus potenciales depredadores. Estos chicos proporcionaban escasos estímulos a las féminas, pues no eran chulazos de los que presumir del brazo, no exhibían atributos que denotaran solvencia econòmica que les compensara de la falta de lo anterior, y tenían escasas trazas de ser malotes dispuestos a liarse a puñetazos por ellas cuando alguien las piropeara lascivamente.En fin, que olían a fracaso ante ellas y te contagiaban a ti su hedor, aunque tuvieras otras aspiraciones.
Aqui de nuevo solo ligaba excepcionalmente cuando les daba esquinazo e iba a mi bola.
Grupo C: Finalmente conseguí mudarme a un grupo donde todos estaban a mi par, solo que yo les sacaba una cabeza de ventaja. Aqui es donde se producía el efecto HALO a mi favor y empecé a triunfar como nunca.
Cuando entramos en contacto con un grupo de tías, ahor soy yo el que tiene mas cartas que jugar, hasta el punto que he tenido problemas con un amigo que intentaba excluirme del grupo porque yo suelo calzarme a las que el presenta e intenta camelarse.
Posteo este ladrillo para saber si alguien tiene un historial similar al mio, y si el dime con quien andas notais que condiciona a la hora de triunfar, y también para aconsejar a los que no liguen que intenten mudarse a un grupo con las características idoneas, a ver si el problema no es de ellos.