Buenas noches, queridos amigos y/o hijosdeputa varios.
Estoy indignado y asustado, hace unos minutos he visto mi integridad comprometida, en este caso ha sido un zumo de la marca Don Simon.
Os cuento:
La historia empieza el sabado pasado cuando a las cinco de la mañana con un nivel etílico considerable en la sangre y en el orín llego a mi casa y me como dos sobaos que estaban más duros que los pies de Cristo, entonces llegó la sed, como es de dominio público el maridaje perfecto de los sobaos secos es la leche, de vaca y tal, pero como todavía me sabían los pellejos del interior de las mejillas a cerveza pense que la mezcla de ambos líquidos en mi estomago empeoraría la resaca que preveía para el día posterior. Así pues me dirijo a la nevera y encuentro una botella de zumo de vivos colores, y dibujos sugerentes, la cojo me vuelvo al sofá, le arreo dos tragos, la cierro y soy presa del sueño de inmediato, dejando rodar la botella debajo del tresillo, me olvidé de la botella, hasta hoy.
Secuencia de los hechos:
14,00 Saco la botella de Zumo de debajo del sofá, la he visto al ir a recoger una pila del mando a distancia.
14,30 Como no tenía cenicero, apago un cigarro de la marca Chesterfield sumergiéndolo en el zumo y deposito la colilla dentro. Ahí se queda la botella cerrada y muerta de la risa al lado del ordenador.
01,22 Me siento frente a la pantalla del ordenador y me enciendo un cigarro, alimento bien mi cancer y a la hora de apagarlo.......
ABRO LA PUTA BOTELLA, PEGA UN PEDO DE LA OSTIA Y ME DA TODO EL JODIDO TAPÓN VERDE EN LA OREJA.
Supongo que seré el primer subnormal del mundo al que le explota un zumo en la cara, voy a demandar a Don Simón o algo, por si acaso ya he apagado tres cigarros más dentro de la botella, ya os contaré. Saludos.
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Estoy indignado y asustado, hace unos minutos he visto mi integridad comprometida, en este caso ha sido un zumo de la marca Don Simon.
Os cuento:
La historia empieza el sabado pasado cuando a las cinco de la mañana con un nivel etílico considerable en la sangre y en el orín llego a mi casa y me como dos sobaos que estaban más duros que los pies de Cristo, entonces llegó la sed, como es de dominio público el maridaje perfecto de los sobaos secos es la leche, de vaca y tal, pero como todavía me sabían los pellejos del interior de las mejillas a cerveza pense que la mezcla de ambos líquidos en mi estomago empeoraría la resaca que preveía para el día posterior. Así pues me dirijo a la nevera y encuentro una botella de zumo de vivos colores, y dibujos sugerentes, la cojo me vuelvo al sofá, le arreo dos tragos, la cierro y soy presa del sueño de inmediato, dejando rodar la botella debajo del tresillo, me olvidé de la botella, hasta hoy.
Secuencia de los hechos:
14,00 Saco la botella de Zumo de debajo del sofá, la he visto al ir a recoger una pila del mando a distancia.
14,30 Como no tenía cenicero, apago un cigarro de la marca Chesterfield sumergiéndolo en el zumo y deposito la colilla dentro. Ahí se queda la botella cerrada y muerta de la risa al lado del ordenador.
01,22 Me siento frente a la pantalla del ordenador y me enciendo un cigarro, alimento bien mi cancer y a la hora de apagarlo.......
ABRO LA PUTA BOTELLA, PEGA UN PEDO DE LA OSTIA Y ME DA TODO EL JODIDO TAPÓN VERDE EN LA OREJA.

Supongo que seré el primer subnormal del mundo al que le explota un zumo en la cara, voy a demandar a Don Simón o algo, por si acaso ya he apagado tres cigarros más dentro de la botella, ya os contaré. Saludos.

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