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  • Iniciador del tema Iniciador del tema Kano
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Para familia de mierda la mía, y solamente se salva, precisamente, mi madre, que es una santa, mujer trabajadora donde las haya. Sin embargo no puedo decir lo mismo de otros integrantes del redil familiar.

Tengo un tío que ha vivido muchas experiencias traumáticas, primero, a los 6 años vio a su propia madre (a mi abuela) ahorcada en el lavabo de su casa a través de la mirilla, lo cual lo traumatizó de por vida. Tras la muerte de la progenitora, el padre, un maltratador alcohólico, decidió llevar a este hijo y a otro hermano menor de edad a colegios internos, donde nadie iba a verlos y los trataban como el culo. Años después, cuando este tío se hizo adulto, desarrolló muchísimos traumas y con unos desórdenes mentales bastante acojonantes.

Vivía, y vive, con su hermano menor, otro desgraciado que ha terminado por ser presa del alcoholismo y la vagancia, y en su momento también vivía con su padre (mi abuelo), un ex-alcohólico que nunca dio un palo al agua, de vida desordenada, pendenciero y maltratador de mi pobre (y suicidada) abuela, mujer tan religiosa como ignorante. La cuestión es que de vez en cuando este tío tenía unos ataques depresivos y montaba unos pifostios increíbles en su casa, y la tomaba con su padre, al que golpeaba con violencia. En una ocasión mi madre (su cuñada) y mi otro tío (entonces sin problemas de alcoholismo) se veían obligados a llevarlo al psiquiatra de urgencia, donde le daban una pastillita y unas cuantas conversaciones y la cosa quedaba ahí. A mi abuelo le dejaba la cara magullada y tumefacta, y éste que era un malaje y un liante entonces suavizaba su carácter y venía a pedir ayuda al resto de la familia, a la cual odiaba. Al parecer mi tío le culpaba, con toda la razón, del suicidio de su madre, y debía su carácter depresivo a esa experiencia traumática vivida en la infancia.

Lo curioso del asunto es que ahora mismo ese mismo tío, que tiene ya 52 años, desde que murió su padre hace unos años ha dejado de tener depresiones y pese a no tener una vida normal del todo, ahora mismo tiene una paguita por demente y encima tiene que soportar al otro hermano, de 46 años, que como él, nunca ha llegado a casarse ni ha intimado con hembra alguna, y se dedica a alcoholizarse sin apenas salir de casa.

EDITO: Se me ha olvidado contar un par de detalles más, y es que este tío mío parece inmortal, porque ha estado tres veces al borde de la muerte, y en las tres ocasiones ha conseguido evitar la acción de la parca funesta:

-La primera de ellas allá por finales de los años 80, cuando tras comprarse un coche nuevo y llevar a un hamijo a otro pueblo una noche de sábado, tras alcoholizarse, como manda la tradición familiar, acabó saliéndose de la carretera para terminar despeñándose por un barranco de baja altura. Sobrevivió tras pasar muchos meses en la UCI. Las secuelas del accidente le dejaron la cara desfigurada, que fue arreglándose con los años con diversas operaciones estéticas.

-Estuvo a punto de morir en las piscinas municipales del pueblo después de que le diera un corte de digestión por atiborrarse de viandas y luego meterse imprudentemente en el agua. Un gesto de subnormalidad profunda que le llevó, nuevamente, a cuidados intensivos en un coma que fue breve y que no le dejó ninguna secuela.

-También sufrió dos infartos en un espacio de tiempo de pocos meses, y a los dos sobrevivió milagrosamente pese a que los médicos no le dieron mucha esperanza. Lo curioso del asunto es que el tío siguió sus hábitos de vida, y desde entonces, de esto harán como 7-8 años, está perfectamente.

En otra cuento las andanzas de mi padre, hermano de estos dos, que también era todo un personaje.
 
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Joer, en PL somos la crema de la sociedad.

Mis padres se odian desde el día que nací yo, de penaldo porsupu.
Antes lo hacían disimuladamente, intentando poner algún parche como la PUTA de mí hermana.

Ahora ya no. Mí vieja, que está hecha polvo, se empeña en contarle al que quiera oirle lo malos que son mi supuesto padre y la yaya.
Es una tolosaba de manual que está siempre por ahí sin sú marido.
Su frase favorita, que repite siempre que le dices algo:
-"Ya lo sabía".
Es curioso porque no sabe de casi nada.

"Mi viejo", aparte del doble de Juan Imedio, es muy inteligete y muy o´clock.
Tiene memoria selectiva y se le olvidan las palizas (ahora tortas) que me daba hasta que, por tamaño, no pudo.
Como anécdota diré que no recuerdo ningún beso suyo, ni a mí ni a mí madre.
A su putita sí, pero eso es otra historia...
 
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Los mios están muertos.

Yo sigo vivo

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Tengo un tío que ha vivido muchas experiencias traumáticas, primero, a los 6 años vio a su propia madre (a mi abuela) ahorcada en el lavabo de su casa a través de la mirilla
Disculpe la pregunta en serio y créame que sin maldad: ¿Que tipo de puerta de lavabo o entiendo cuarto de baño tiene mirilla hacia adentro o hacia afuera?
 
Disculpe la pregunta en serio y créame que sin maldad: ¿Que tipo de puerta de lavabo o entiendo cuarto de baño tiene mirilla hacia adentro o hacia afuera?

Pues no lo sé, hamijo, el hecho que comento es completamente cierto, no es una historia fantasiosa como algún que otro forero inventa para captar la atención del resto.

A mi la historia me la contaron así, que el primero que vio el cuerpo de su madre ahorcada en el lavabo fue mi tío a la edad de 6 años. Si le sirve de algo añadiré que estos hechos acontecieron en noviembre de 1971, y que se trataba de una casa de campo ya vieja en aquella época. Después de la tragedia la familia se trasladó inmediatamente.
 
Joer, en PL somos la crema de la sociedad.

Mis padres se odian desde el día que nací yo, de penaldo porsupu.
Antes lo hacían disimuladamente, intentando poner algún parche como la PUTA de mí hermana.

Ahora ya no. Mí vieja, que está hecha polvo, se empeña en contarle al que quiera oirle lo malos que son mi supuesto padre y la yaya.
Es una tolosaba de manual que está siempre por ahí sin sú marido.
Su frase favorita, que repite siempre que le dices algo:
-"Ya lo sabía".
Es curioso porque no sabe de casi nada.

"Mi viejo", aparte del doble de Juan Imedio, es muy inteligete y muy o´clock.
Tiene memoria selectiva y se le olvidan las palizas (ahora tortas) que me daba hasta que, por tamaño, no pudo.
Como anécdota diré que no recuerdo ningún beso suyo, ni a mí ni a mí madre.
A su putita sí, pero eso es otra historia...

Tengo una curiosidad no sepsual por su hermana. Tanto hablar de lo joputer que es la paisana, que me gustaría saber con que especimen de mujer estamos tratando. ¿Es un rollo feminazi? ¿Tontalaba? ¿Astuta como una zorra? (con perdón). ¿Buscafortunas? ¿cochinilla de manual? ¿Choni?.

aparte de las judiadas que ha vivido a causa de ella, la sujeta en cuestión debe ser toda una joyita.

Perdón por el off-topiqueo hermanil.

Mis paes son bastante normales. Mi padre iba para cura, pero gracias a que apareció mi madre, se le quitó un poco la tontería. Mi madre es bastante normal también. Demasiado sensible, al tener una familia de muchos hermanos (lo tipico en la época de Franco), algunos le han salido rana y se ha llevado cajas destempladas de quien no lo esperaba. Pero ya se sabe, en todos los sitios cuecen habas.

En comparación con el resto de padres de estas lindes, son dos ejemplares de los más convencional, asi que no prolongaremos el relato, que no da para mucho más.

Ale.
 
@spizo empieza por esa historia hijoeputa

Llamo "su putita" a mí hermana por la relación insana que mantiene con nuestro progenitor.
A sus 31 años, el viejo está 24 horas a su servicio. La lleva a todos los sitios aunque ya le dio el coche, va a resolverle los temas administrativos, le hace arreglos o le limpia el pisito que seguramente le estarán pagando, cómo el teléfono, la comida ...

Tengo una curiosidad no sepsual por su hermana. Tanto hablar de lo joputer que es la paisana, que me gustaría saber con que especimen de mujer estamos tratando. ¿Es un rollo feminazi? ¿Tontalaba? ¿Astuta como una zorra? (con perdón). ¿Buscafortunas? ¿cochinilla de manual? ¿Choni?.

aparte de las judiadas que ha vivido a causa de ella, la sujeta en cuestión debe ser toda una joyita.

Perdón por el off-topiqueo hermanil.

Pues bien @Ciclon Larry, de las múltiples formas de feminancy que ha citado, la que mejor la define es quizás astuta como una zorra (sin ningún perdón). En la relación tóxica que le comentaba a @PAYONNER mantiene con su papi se ve cómo es, YO, MI, ME, CONMIGO...
Le diré que estuve años levantándome antes para llevarla a currar. Incluso llevaba también a una amiguita suya que me cae como el culo.
Ya sabe cómo me pago, ¿no?
Denunciándome y jodiéndome la vida. Pero la buenecita es ella...

Espero haber satisfecho su curiosidad.
 
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Mis padres eran lo más subnormal que te podías echar a la cara.

Eran analfabetos de esos que se sabían cuatro frases hechas y se creían el puto Einstein. Es triste darse cuenta con 14 años que eres más listo que tus padres y saber que no te van a aportar nada en la vida. Mi padre me trataba como su mayordomo. Me hacía ir a comprar las revistas guarras (interviu), comprarle las medicinas a diario, comprar tabaco, trabajar en el campo... Todo lo referente para mí de lo que no debe ser un padre. Y no me alargo porque aburriría y solo serviría para desahogarme.

Mi madre otra sucnor sin interés por nada y se pasaba el día viendo telenovelas. No tenía ningún hobbie: ni la música, ni el deporte, ni el cine, ni leer, ni la cocina (pésima cocinera) ni salir con amigas... todo el día en casa viendo la tele. Lo mejor era cuando hablaba de un tema porque lo había visto en algún debate de la tele tipo "moros y cristianos" (el de Sardá) y repetía las frases como si supiera lo que significaban. Me sirvió para comenzar a entender el poder de las mierdas de adoctrinación.
 
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Mis padres eran lo más subnormal que te podías echar a la cara.

Eran analfabetos de esos que se sabían cuatro frases echas y se creían el puto Einstein. Es triste darse cuenta con 14 años que eres más listo que tus padres y saber que no te van a aportar nada en la vida. Mi padre me trataba como su mayordomo. Me hacía ir a comprar las revistas guarras (interviu), comprarle las medicinas a diario, comprar tabaco, trabajar en el campo... Todo lo referente para mí de lo que no debe ser un padre. Y no me alargo porque aburriría y solo serviría para desahogarme.

Mi madre otra sucnor sin interés por nada y se pasaba el día viendo telenovelas. No tenía ningún hobbie: ni la música, ni el deporte, ni el cine, ni leer, ni la cocina (pésima cocinera) ni salir con amigas... todo el día en casa viendo la tele. Lo mejor era cuando hablaba de un tema porque lo había visto en algún debate de la tele tipo "moros y cristianos" (el de Sardá) y repetía las frases como si supiera lo que significaban. Me sirvió para comenzar a entender el poder de las mierdas de adoctrinación.
Hace muchos años contaste algunas anécdotas de tus padres. Recuerdo el espanto y el horror que me produjo leerlas. Se veía en ellas la más ignominiosa negrura de la más negra España y el abismo insondable del más profundo analfabetismo. Esto lo recuerdo a la perfección. Sin embargo mi cerebro -quizá espantado por la naturaleza de esas anécdotas-, las ha olvidado. ¿Podrías contarnos, por favor, unas cuantas?
 
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Los míos eran de lo más normal, padre alcohólico y maltratador que prefería una copa antes que jugar con sus hijos, madre ama de casa que se dejaba putear y que era una chantajista emocional, de los tres hijos que tuvieron uno es un inútil de mierda, el otro un puto estafador y yo que soy un hijo de puta y un vago de mierda, lo típico vamos
 
¿Qué dirán mis hijos de mi cuando tenga edad de registrarse en un foro?... tengo que prepararles una infancia cruel y llena de traumas para que de mayores tengan anecdotones que contar.
 
Hace muchos años contaste algunas anécdotas de tus padres. Recuerdo el espanto y el horror que me produjo leerlas. Se veía en ellas la más ignominiosa negrura de la más negra España y el abismo insondable del más profundo analfabetismo. Esto lo recuerdo a la perfección. Sin embargo mi cerebro -quizá espantado por la naturaleza de esas anécdotas-, las ha olvidado. ¿Podrías contarnos, por favor, unas cuantas?

Ahora que lo dice es verdad que en su momento abrí un tema para desahogo personal.

Recuerdo cuando empezada con el mundo de los ordenadores y estaba horas pegado a la pantalla he hice mi primera página web (hace más 15 años), una chorrada de página de temas manga, básica pero funcional. Se lo enseño a mi padre y sus palabras fueron "y para hacer eso te pasas tantas horas ahí? eso no vale para nada". Que gran visión de futuro tenía.

Conduciendo le iba diciendo lo que hacía mal. Sabía que le irritaba, porque tenía siempre razón. Una vez se pone en un carril de giro obligatorio a la izquierda y yo le digo "Cuidado no sigas recto que este carril obliga a girar" sabiendo que su intención erar tirar recto. "aquí se puede ir recto", responde. Se pone el semáforo en verde, sigue recto y casi tira a una moto. Pero como podéis suponer él siempre quería tener la razón en todo y la culpa del otro.

Frase favorita de mi padre "si no piensas como yo vas mal". Frase comodín cuando le llevabas la contraría y como siempre quería tener razón si no se la dabas era porque estabas equivocado.

Para su disculpa tengo que decir que mi padre se crió con sus abuelos, es decir, que era como estar con una persona de inicio de 19xx de esas de campo que no había salido de su pueblo. Solo recuerdo viajar una vez con él y estuvo gruñendo todo el viaje, todo lo comparaba con lo de su tierra y por supuesto "no es para tanto esto mejor en casa". Chovinismo total.

Respecto a mi madre también tengo, pero la pobre ya era feliz si no se cagaba encima y si no la molestabas ella no te molestaba. Eso sí, cada vez que te daba un consejo asentía con la cabeza, me giraba y me descojonaba de la risa. "hijo, si se te acerca un extraño y te dice de subir al coche ¡no lo hagas eh!" o "hijo, no estudies tanto que te va a explotar la cabeza", ese era el nivel.
 
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¿Qué dirán mis hijos de mi cuando tenga edad de registrarse en un foro?... tengo que prepararles una infancia cruel y llena de traumas para que de mayores tengan anecdotones que contar.

10% Maltrato psicológico.
10% Maltrato físico.
10% Ignore.
10% Agravios comparativos.
10% Sabiduría de palillo en boca y lamparones en la camisa.
20% Apuros económicos.
20% Alcoholismo tricste.
10% Tragedia y costumbrismo ibérico.

Hijo de puta tipo padre de forero random.
 
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Ya que os he hablado de mi tío en otros post precedentes, ahora os comento sobre mi padre. Mi padre ha sido un alcohólico toda la vida, con problemas psicológicos y de conducta, paleto y autista como él solo, un hombre de campo que solamente consigue cierta estabilidad y paz interior cuando está en su huerto con sus animales, gallinas, conejos y perretes. Por lo demás es un auténtico inadaptado social al que da vergüenza llevar a lugares públicos donde pueda interactuar con más personas que no pertenezcan a su mundo.

Lleva trabajando desde los 12 años, y ahora tiene ya 62, se ha dedicado a muchos oficios y trabajos, ha sido labriego, ha trabajado en fábricas, granjas y ha sido camionero, y a decir verdad es que como trabajador siempre ha sido una persona ejemplar, cumplidora y estricta en el desempeño del mismo. Sin embargo, como cabeza de familia ha sido de lo peor, un manirroto, que gastaba el dinero familiar de forma egoísta en sus animales y huerta, donde todo aquello que producía lo acababa regalando a los amiguetes paletos, quienes a cambio no le daban nada. Por otro lado, tenía la costumbre de no coger jamás vacaciones, y eso que se las pagaban, con la excusa de que había que trabajar, y que las vacaciones son para los señoritos, ésto último dicho textualmente.

En sus accesos alcohólicos están sus mejores anécdotas, como aquella ocasión en la que el marido de su amante, con la que engañaba a mi santa madre, lo recogió una fría noche de invierno, después de ponerse fino a base de vino y cerveza, en medio de la calle. Además recuerdo que ese día había nevado abundantemente, era invierno, y como buen cornudo, el citado jambo, recogió a mi progenitor y junto con mi progenitora, lo llevaron hasta la cama mientras éste, mi padre, emitía sonidos ininteligibles. Aquella noche estuvo vomitando y quejándose amargamente de su suerte, mencionando a santos, al altísimo y a otras personalidades celestiales. Mi madre, que para entonces ya no dormía con él (¿qué típico, verdad?), dormía en otra habitación y al día siguiente tuvo que recoger todos los vómitos de éste, mi gran progenitor y gran padre de familia.

A día de hoy mi padre vive su vida por su cuenta, y como en él es habitual, cuando nadie lo guía por el buen camino termina acabando con gentuza de mal vivir, que le sacan el dinero y lo manipulan a placer. Actualmente vive en un piso con una pareja compuesta por un señor mayor, de oronda figura y con un nombre rarísimo, de cerca de 80 años, y su mujer, una tipa despreciable que muchos años atrás se lío con este individuo dejando a su marido, el cual, para sorpresa de quienes me lean, también era alcohólico y murió en la miseria, amargado y de un infarto años atrás. La tipa en cuestión siempre está sudando, es totalmente analfabeta, no sabe leer, y vive del patrimonio del marido octogenario. Ahora parece que también han adoptado a mi padre, que desde hace unos años está jubilado, y a veces se les ve pasear a los tres en un seat panda de color blanco por el pueblo, parecen una familia feliz y veo a mi padre más saludable, ha cogido peso y parece calmado. Fin.
 
Ya que os he hablado de mi tío en otros post precedentes, ahora os comento sobre mi padre. Mi padre ha sido un alcohólico toda la vida, con problemas psicológicos y de conducta, paleto y autista como él solo, un hombre de campo que solamente consigue cierta estabilidad y paz interior cuando está en su huerto con sus animales, gallinas, conejos y perretes. Por lo demás es un auténtico inadaptado social al que da vergüenza llevar a lugares públicos donde pueda interactuar con más personas que no pertenezcan a su mundo.

Lleva trabajando desde los 12 años, y ahora tiene ya 62, se ha dedicado a muchos oficios y trabajos, ha sido labriego, ha trabajado en fábricas, granjas y ha sido camionero, y a decir verdad es que como trabajador siempre ha sido una persona ejemplar, cumplidora y estricta en el desempeño del mismo. Sin embargo, como cabeza de familia ha sido de lo peor, un manirroto, que gastaba el dinero familiar de forma egoísta en sus animales y huerta, donde todo aquello que producía lo acababa regalando a los amiguetes paletos, quienes a cambio no le daban nada. Por otro lado, tenía la costumbre de no coger jamás vacaciones, y eso que se las pagaban, con la excusa de que había que trabajar, y que las vacaciones son para los señoritos, ésto último dicho textualmente.

En sus accesos alcohólicos están sus mejores anécdotas, como aquella ocasión en la que el marido de su amante, con la que engañaba a mi santa madre, lo recogió una fría noche de invierno, después de ponerse fino a base de vino y cerveza, en medio de la calle. Además recuerdo que ese día había nevado abundantemente, era invierno, y como buen cornudo, el citado jambo, recogió a mi progenitor y junto con mi progenitora, lo llevaron hasta la cama mientras éste, mi padre, emitía sonidos ininteligibles. Aquella noche estuvo vomitando y quejándose amargamente de su suerte, mencionando a santos, al altísimo y a otras personalidades celestiales. Mi madre, que para entonces ya no dormía con él (¿qué típico, verdad?), dormía en otra habitación y al día siguiente tuvo que recoger todos los vómitos de éste, mi gran progenitor y gran padre de familia.

A día de hoy mi padre vive su vida por su cuenta, y como en él es habitual, cuando nadie lo guía por el buen camino termina acabando con gentuza de mal vivir, que le sacan el dinero y lo manipulan a placer. Actualmente vive en un piso con una pareja compuesta por un señor mayor, de oronda figura y con un nombre rarísimo, de cerca de 80 años, y su mujer, una tipa despreciable que muchos años atrás se lío con este individuo dejando a su marido, el cual, para sorpresa de quienes me lean, también era alcohólico y murió en la miseria, amargado y de un infarto años atrás. La tipa en cuestión siempre está sudando, es totalmente analfabeta, no sabe leer, y vive del patrimonio del marido octogenario. Ahora parece que también han adoptado a mi padre, que desde hace unos años está jubilado, y a veces se les ve pasear a los tres en un seat panda de color blanco por el pueblo, parecen una familia feliz y veo a mi padre más saludable, ha cogido peso y parece calmado. Fin.

¡ CagonDiógenes !

Que grande es ustec, señor Soto.
 
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Mis padres son muy mayores (buenos genes porque nunca se han privado de nada) y excelentes personas. Parece mentira que yo sea hijo suyo. Al menos sé que si no me matan las circunstancias, puedo vivir bastante tiempo.
 
Última edición por un moderador:
¡ CagonDiógenes!

Que grande es ustec, señor Soto.

Pues le voy a relatar algunas anécdotas más de mi infancia y relación con mi progenitor. Con frecuencia, cuando hacía rutas con el camión, en aquellas vacaciones estivales en las que no había nada que hacer, solía ir con él en el camión, y aprovechaba esas largas noches en carretera para aleccionarme sobre la maldad infinita de mi progenitora, mi abuela y uno de mis tíos, que también trabajaba con él y al que ridiculizaba constantemente, e incluso llegó a difundir el rumor entre la gente del pueblo de que una de sus hijas no era suya, y que la habían "arecogido de pequeña", esto es textual, en un tipo de habladuría que solía utilizar con frecuencia contra ciertas personas. Prácticamente medio pueblo había sido "arecogido de pequeños" según el delirante testimonio de mi "querido" padre.

En esas conversaciones también intentaba infundirme valores viriles, y me decía como debía tratar a las mujeres con su particular filosofía, que consistía en "follarlas y dejarlas", porque era la mejor manera de evitar problemas y quebraderos de cabeza. Además, cuando iba con él, me hacía trabajar ayudándole a descargar el camión y disfrutaba viéndome sudar y sufrir mientras arrastraba hileras de cajas con un gancho. Cuando veía que mis fuerzas mermaban me decía que era una mierda y que no valía para nada, se cabreaba y me ponía de vuelta y media, pero al rato se le pasaba y santas pascuas.

Otro de los hábitos y costumbres del progenitor era la de ventosearse a la mesa, cuando estábamos comiendo, lo cual encontraba (solamente él) especialmente graciosa. No tenías la obligación de reírte, pero si te quejabas normalmente arremetía contra uno y le decía de todo. Tampoco le importaba que esos días que tenía el día "gracioso" y daba rienda suelta a sus gases digestivos durante las comidas el resto de la familia nos retirásemos sin mediar palabra. Se quedaba comiendo solo y a la suya.

Lo peor era salir a lugares públicos con él, en las reuniones familiares era un riesgo llevarlo, porque normalmente acababa bebiendo en exceso y montando pifostios de magnitud considerable, de tener que llevárselo del lugar en condiciones lamentables y habiendo insultado a varios de mis tíos. De ahí que el resto de la familia, y con motivo, no lo podían ver. Recuerdo una ocasión en la que le dijo a mi tío, en plena crisis etílica, que no tenía cojones para nada y que era un luser, además de cubrirlo con la clásica catarata de insultos, a cual más visceral, al tiempo que éste se acojonaba y tenían que mediar otros familiares.

En otra ocasión recuerdo que tuve la imprudencia de tocarle la cabeza y decirle una tontería en broma, esto con 12-13 años, y entrar en cólera sin motivo alguno, pues no fue ningún golpe ni una situación seria. Esto ocurrió en la barra de un bar, lugar en el que solía pasar gran parte de su vida, y allí mismo me amenazó con golpearme al tiempo que me interpelaba diciéndome si yo me creía que era un hombre, y que si no tenía cojones, que era un mierda, que nunca sería capaz de formar una familia y otras lindezas. Siempre he pensado que detrás de su catetismo y sus postureos alfa se ocultaba un gran complejo de inferioridad, pues siempre ha sido un inadaptado social, sin capacidad de socializarse con personas normales, con crisis de violencia e ira descontrolada y que normalmente acaba a palos con todo el mundo. Desde hace un tiempo, con la edad, y dado que no ha envejecido muy bien, parece que se ha calmado y que ese orondo octogenario y su casquivana mujer han atemperado sus ánimos.

Luego está el tema del maltrato al que sometió a mi santa madre durante años, las trifulcas y escándalos familiares perpetrados con total impunidad y una larga lista de despropósitos que daría para volúmenes enciclopédicos. Recuerdo una época en la que yo y mi madre le acompañábamos las tardes de sábado, tendría yo 14-15 años, a un bar de carretera tras un breve trayecto de unos pocos kilómetros, donde iba a comer sobaos con cola cao, como un puto niño. Y mientras se tomaba su merienda contaba bravuconadas y gilipolleces al camarero en una especie de auto-afirmación de su masculinidad. De hecho en esa época era un fan absoluto de las películas de Charles Bronson, y solía contar anécdotas inventadas acerca de tipos mucho más altos a los que había hecho mojar el braga-pañal en disputas tan imaginarias como delirantes. No obstante, al acompañarle en esas tardes de sábado en su merienda adolescente parecía aplacar sus ánimos y se suavizaba bastante en el trato con la familia.

No tengo trato con él desde hace un tiempo, y muchas veces cuando lo veo recuerdo una amenaza que le proferí en plena adolescencia, y es que le juré que le daría una paliza de muerte cuando alcanzase la edad adulta. Él mide 1,68, es un tipo fornido, siempre fue bastante fuerte físicamente, con un diámetro de antebrazo del tamaño de mi pierna, pero en el fondo un tipo bastante zoquete y falto de inteligencia. Si tuviese que atacarlo, con mi casi 1,90 y envergadura, y con un conveniente manejo de la distancia, podría destruirlo con relativa facilidad. Pero tal y como está hoy día, hecho una piltrafa, ya no tendría gracia atizarle.
 
Pues le voy a relatar algunas anécdotas más de mi infancia y relación con mi progenitor. Con frecuencia, cuando hacía rutas con el camión, en aquellas vacaciones estivales en las que no había nada que hacer, solía ir con él en el camión, y aprovechaba esas largas noches en carretera para aleccionarme sobre la maldad infinita de mi progenitora, mi abuela y uno de mis tíos, que también trabajaba con él y al que ridiculizaba constantemente, e incluso llegó a difundir el rumor entre la gente del pueblo de que una de sus hijas no era suya, y que la habían "arecogido de pequeña", esto es textual, en un tipo de habladuría que solía utilizar con frecuencia contra ciertas personas. Prácticamente medio pueblo había sido "arecogido de pequeños" según el delirante testimonio de mi "querido" padre.

En esas conversaciones también intentaba infundirme valores viriles, y me decía como debía tratar a las mujeres con su particular filosofía, que consistía en "follarlas y dejarlas", porque era la mejor manera de evitar problemas y quebraderos de cabeza. Además, cuando iba con él, me hacía trabajar ayudándole a descargar el camión y disfrutaba viéndome sudar y sufrir mientras arrastraba hileras de cajas con un gancho. Cuando veía que mis fuerzas mermaban me decía que era una mierda y que no valía para nada, se cabreaba y me ponía de vuelta y media, pero al rato se le pasaba y santas pascuas.

Otro de los hábitos y costumbres del progenitor era la de ventosearse a la mesa, cuando estábamos comiendo, lo cual encontraba (solamente él) especialmente graciosa. No tenías la obligación de reírte, pero si te quejabas normalmente arremetía contra uno y le decía de todo. Tampoco le importaba que esos días que tenía el día "gracioso" y daba rienda suelta a sus gases digestivos durante las comidas el resto de la familia nos retirásemos sin mediar palabra. Se quedaba comiendo solo y a la suya.

Lo peor era salir a lugares públicos con él, en las reuniones familiares era un riesgo llevarlo, porque normalmente acababa bebiendo en exceso y montando pifostios de magnitud considerable, de tener que llevárselo del lugar en condiciones lamentables y habiendo insultado a varios de mis tíos. De ahí que el resto de la familia, y con motivo, no lo podían ver. Recuerdo una ocasión en la que le dijo a mi tío, en plena crisis etílica, que no tenía cojones para nada y que era un luser, además de cubrirlo con la clásica catarata de insultos, a cual más visceral, al tiempo que éste se acojonaba y tenían que mediar otros familiares.

En otra ocasión recuerdo que tuve la imprudencia de tocarle la cabeza y decirle una tontería en broma, esto con 12-13 años, y entrar en cólera sin motivo alguno, pues no fue ningún golpe ni una situación seria. Esto ocurrió en la barra de un bar, lugar en el que solía pasar gran parte de su vida, y allí mismo me amenazó con golpearme al tiempo que me interpelaba diciéndome si yo me creía que era un hombre, y que si no tenía cojones, que era un mierda, que nunca sería capaz de formar una familia y otras lindezas. Siempre he pensado que detrás de su catetismo y sus postureos alfa se ocultaba un gran complejo de inferioridad, pues siempre ha sido un inadaptado social, sin capacidad de socializarse con personas normales, con crisis de violencia e ira descontrolada y que normalmente acaba a palos con todo el mundo. Desde hace un tiempo, con la edad, y dado que no ha envejecido muy bien, parece que se ha calmado y que ese orondo octogenario y su casquivana mujer han atemperado sus ánimos.

Luego está el tema del maltrato al que sometió a mi santa madre durante años, las trifulcas y escándalos familiares perpetrados con total impunidad y una larga lista de despropósitos que daría para volúmenes enciclopédicos. Recuerdo una época en la que yo y mi madre le acompañábamos las tardes de sábado, tendría yo 14-15 años, a un bar de carretera tras un breve trayecto de unos pocos kilómetros, donde iba a comer sobaos con cola cao, como un puto niño. Y mientras se tomaba su merienda contaba bravuconadas y gilipolleces al camarero en una especie de auto-afirmación de su masculinidad. De hecho en esa época era un fan absoluto de las películas de Charles Bronson, y solía contar anécdotas inventadas acerca de tipos mucho más altos a los que había hecho mojar el braga-pañal en disputas tan imaginarias como delirantes. No obstante, al acompañarle en esas tardes de sábado en su merienda adolescente parecía aplacar sus ánimos y se suavizaba bastante en el trato con la familia.

No tengo trato con él desde hace un tiempo, y muchas veces cuando lo veo recuerdo una amenaza que le proferí en plena adolescencia, y es que le juré que le daría una paliza de muerte cuando alcanzase la edad adulta. Él mide 1,68, es un tipo fornido, siempre fue bastante fuerte físicamente, con un diámetro de antebrazo del tamaño de mi pierna, pero en el fondo un tipo bastante zoquete y falto de inteligencia. Si tuviese que atacarlo, con mi casi 1,90 y envergadura, y con un conveniente manejo de la distancia, podría destruirlo con relativa facilidad. Pero tal y como está hoy día, hecho una piltrafa, ya no tendría gracia atizarle.

:121:121:121:121:121:121:121:121:121:121

No se corte, prosiga. Al final va a resultar que mi padre es una persona entrañable.

:palomitas::palomitas:
 
Joder qué pasa!!! El phoro rezuma esencia de LoL cada poco.

Si el pana Ozores está siendo un cataclismo loloeico, este hilol no le va a la zaga especialmente con las aportaciones del hombrequeviola y Floriansotopeña
 
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le juré que le daría una paliza de muerte cuando alcanzase la edad adulta. Él mide 1,68, es un tipo fornido, siempre fue bastante fuerte físicamente, con un diámetro de antebrazo del tamaño de mi pierna, pero en el fondo un tipo bastante zoquete y falto de inteligencia. Si tuviese que atacarlo, con mi casi 1,90 y envergadura, y con un conveniente manejo de la distancia, podría destruirlo con relativa facilidad. Pero tal y como está hoy día, hecho una piltrafa, ya no tendría gracia atizarle.

Pringado. Al final él tenía razón, eres un puto mierda y nunca serás nadie en la vida.
 
Pringado. Al final él tenía razón, eres un puto mierda y nunca serás nadie en la vida.

Bueno, de momento le he superado ampliamente, de todos modos todos estos recuerdos me resultan simpáticos a día de hoy.

Por cierto, ¿No eras tú el que estaba casado con una gorda?
 
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