Yo escribía, gané algún concurso que otro con relatos cortos, sobre todo inspirados en Poe, y se publicaron en la revista del instituto. Aún recuerdo cuando me llamó la tutora a clase llorando, preguntándome si me quería suicidar
Lo dejé porque me decían que era mis relatos eran deprimentes y macabros. Nunca salían nombres en ellos
Toco la guitarra. Una Fender Squier blanca a la que llamo Negrita, con un ampli a válvulas que era de mi padre. Estuve en un grupo y tocamos en Valencia en el Wha-Wha, Madrid, algún festival y muchos pueblos. Hay unas maquetas por ahí, pero lo dejé porque el cantante tenía una voz de mierda y los ensayos eran un desastre.
Una época me dio por fotografiar cosas absurdas con el móvil, de manera que pareciesen lo que no son. Por ejemplo, hacer que una taza de café pareciese la taza sucia de un váter. Gracioso, pero poco estimulante. Así que cogí la Instamatic de mis padres. Como el carrete salió velado, lo dejé.
Ahora pinto. Soy autodidacta y he aprendido a a trabajar con el pastel y el gouache, me lo paso pipa y la gente dice que pinto bien, aunque me sigue pareciendo que hago cosas absurdas. Me gusta Pollock y envidio a Klimt, Sorolla y Basquiat. Lo último que he hecho ha sido un retrato de mi novia y un cuadro conjunto con dos amigos. Mi madre me ha dicho que para su cumpleaños quiere que le haga un retrato, pero nunca tengo pasta para el lienzo :? No sé si dejarlo también.
¿Cuelgo algo de cada cosa y opináis o permanezco en el olvido artístico para siempre? Advierto que ni mucho menos hago cosas como Yeims...