Este hilo debería estar copado de comentarios de
@spizo y
@hitsfromthebong
Los demás escuchemos en silencio, alrededor de una hoguera, mientras nos cuentan historias para no dormir.
Ustec en concreto, señor Apofis, es uno de los que mejor me cae de todos nuestros hermanos foreros, y eso que es ustec peseto y yo odio a los pesetos igual o más que a los Topbox, pero aquí ni Topbox ni pesetos ni pollas, aquí somos todos foreros. Siéntese alrededor de la hoguera y abra un litro, le voy a contar (a ustec y a todos) alguna historieta caballíl. Contaré la primera vez que lo probé.
Resulta que estaba yo en mi casa haciéndome una pajaza con unos castings del grandérrimo Pierre Woodman, escenas "Behind the scenes", ya sabéis, esas en las que salen las puercas haciendo la sesión de fotos de marras para el magazine, donde solo tienen que posar, pero no, ellas aprovechan para mamar la polla en vez de dejar los labios quietos en el capullo, o los actores se abren paso a pollazos dentro de su coño debiendo dejar la chorra quieta solamente para que Pierre haga las afotos.
Me llamó al porterillo mi colega el Raúl y me dijo que bajase. Corté la paja, me puse mi chándal Adidas y mis Jaiber Galatea y bajé. Me dijo de acompañarle a las 3000 a pillar un poco de cocafina y luego de cervecitas y lonchas, así que accedí y me fui con él.
Una vez allí, en el narcopiso, veo que pilla, además de la coca cruda, un poco de base y de caballo, y le pide permiso al vendedor para apalancarse en el sofá para currarse la plata y darle unas caladas antes de poner pies en polvorosa de allí; él se lo da y pasamos a acomodarnos en aquel salón destartalao. Como se daba el caso de que el camello era amigo de la infancia de mi viejo, es decir, él era un crio y mi viejo siempre le quiso mogollón porque su padre (el del camello) era compi de mi viejo de toda la vida, pues nos trató del carajo, hasta nos sacó un par de latas de birra y una lata de berberechos para picar.
La puta (literal) de su mujer andaba dando bandazos por las habitaciones haciendo no sé qué y cogiendo el teléfono cada vez que sonaba, y sonaba insistentemente, porque el colega solo servía bajo cita previa. Vamos, que el yonko que quisiera ir allí a pillar, tenía que arañar no solo el dinero de su dosis, sino también 25 pesetas para llamar desde una cabina.
Yo no tenía pensado tomar jaco para nada, pero no sé qué cable se me cruzaría que le dije al Raúl que quería probarlo. El camello se alertó como cuando un can oye un ruido en mitad de la noche, mi miró perplejo y me dijo: "Hits, que vas a fumar, ¿caballo?" Y yo le dije: "Sí, se me ha antojao probarlo. Pero no le digas nada al viejo, ya se lo diré yo", como así hice varios días después obteniendo como respuesta una mini reprimenda, y digo mini porque tampoco podía ser tan gorda, ya que mi viejo muy de vez en cuando también se daba sus homenajes con el papel Albal.
Total, que empezamos a fumar, y al cabo de un rato el Raúl se recuesta sobre sí mismo en el sofá y se queda allí acartonao perdido. A mi, justo cuando empiezo a notar los primeros efectos, va y me entra una vomitera que no veas. Eché un caño de pota que ni en las películas estas típicas yanquis de risa. Le poto todo el suelo del salón al camello y acto seguido me recuesto sobre mi mismo como había hecho el Mario y noto que estoy metido como en una nube de algodón, desde donde puedo percibir de manera algo lejana el mundo real.
Resulta que en el mundo real lo que estaba pasando es que la mujer del camello, la puta, le estaba echando la bronca a éste por la pota que yo había echado y que no había tenido ni el detalle de hacer por limpiarla. Le decía que estaba harta de que los yonkis fumaran allí y que la liaran a la mínima de cambio. El le replicaba en plan:
- Me cago en to tus muertos, puta de mierda, ese que está ahí es Hitsfromthebong, el hijo de Hitsfromthebong senior, y no es un yonki!!! Vete daquí a vé si te viá partí la boca!!
Ella no solo no dejó de protestar sino que encima elevó el tono de voz, a lo cual, el camello, contestó con un sonoro guantazo en toda la cara de la golfa. Yo, contemplaba la escena como Paco en la escena de El Pico 2 cuando "el Lenda" se folla a su chavala, dicho de otro modo, si la hubiera matado a golpes allí mismo ni me hubiera inmutado. La sensación de gozo y paz era tal que cualquier cosa mala que ocurriese en el planeta no importaba un culo. Ahí comprendí que aquello era demasiado "la polla" y que no debía repetir pronto ni por asomo.
El Raúl, como estaba acostumbrado a fumar, se espabiló antes que yo, y tiró de mi hasta el coche. Nos despedimos del camello y del camino a mi casa ni me acuerdo, solo recuerdo estar otra vez tumbado en el sofá de mi mansión apurando los últimos efectos del opiáceo antes de quedarme dormido escuchando el "Guante de Guillotina" de La Banda Trapera del Río. Tampoco sé quién acabó limpiando la pota del suelo del narcopiso.
A la mañana siguiente el Raúl había desaparecido, no sin antes pegarle un buen saqueo a mi frigorífico en concepto de desayuno. Tampoco es que hubiese mucho papeo, pero me dejó temblando el hijo puta. Ese día lo pasé sin mover un puto dedo, viendo películas y solo levantándome para mear, cagar y cambiar la cinta del reproductor VHS.