"Indignación, asco y vergüenza". Es lo que sienten las más de 40 personas congregadas en estos momentos en el aeropuerto de Lanzarote apoyando a Aminatu Haidar. Algunas, como el actor Guillermo Toledo, llevan allí tres semanas, las mismas -23 días- que dura la huelga de hambre de la activista. Otros como Juan Diego Botto, que aterrizaba allí a primera hora de la tarde, van sumando su presencia a la causa.
"Está muy mal, su situación es crítica", explica Toledo por teléfono a 20minutos.es; en ese mismo momento, Haidar anunciaba su renuncia total a cualquier tipo de ayuda médica. Para Toledo, muy irritado, la espera no puede durar "siempre" si se piensa en un desenlace fatal repentino, por eso critica que el Gobierno no haga "nada".
Moratinos y Zapatero, "incapaces"
"El Estado español ha hecho cero", asegura denunciando las presiones que están sufriendo tanto Haidar como Argelia y el Frente Polisario, "le están haciendo el juego sucio a Marruecos, son sus cómplices". Moratinos y Zapatero son el centro de sus reproches, "incapaces" de solucionar la situación y tratando "de manera vil" a Haidar.
Les acusa de "despreciar" al pueblo saharaui y de anteponer los intereses económicos con Rabat a la defensa de los derechos humanos. El domingo, además, intentaron, según sus palabras, "quitarse el problema de en medio" mandando a una comisión judicial con "policías nacionales y antidisturbios, que eso no se ha publicado en ninguna parte".
Para él, sin embargo, la postura de Marruecos es "comprensible", ya que llevan "35 años persiguiendo y asesinando" al pueblo saharaui. Toledo pide que Moratinos "dimita y se vaya a su casa" y, sobre todo, que se cumpla "la ley" y no se fuerce a Haidar a ser alimentada. Pero si muere, según su compañero Fernando Peraita, "será un drama para los españoles".
Culpa y responsabilidad
Peraita, el otro portavoz de la Plataforma de Apoyo Aminatu Haidar, se reparte entre la prensa, los comunicados y toda la gente de la comunidad saharaui que espera junto a él buenas nuevas por parte de las autoridades. No tiene claro qué podría hacer o hará el Rey, pero reclama "de una vez que se resuelva esto de raíz".
Habla de "culpa" y "responsabilidad". Y está expectante por lo que ocurra "en Bruselas", donde el ministro español de Asuntos Exteriores se reunirá en las próximas horas con sus homólogos europeos. Salga como salga todo esto, España será en marzo la anfitriona de la primera cumbre UE - Marruecos.
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