¿Amor para siempre? Caducidad de las relaciones de pareja

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Es curioso.

Para mí estar enfadado es algo malo. Significa que algo no es correcto. Por eso pensé que una mujer enfadada era también cosa a evitar. Pero he comprendido que no es así, que les sienta bien estar enfadadas, que se mueren por algo contra lo que patalear. Les damos privilegios porque pensamos que quieren estar contentas e ignoramos la realidad: que lo que quieren es un enemigo.

Esto es plato difícil de digerir para algunos seres a quienes hay consenso al llamar sensatos. Sin embargo, para otros entra sin sentir, como el agua, porque es divertido. Me costó entenderlo, pero me divierte muchísimo enfadar a las mujeres.

De hecho, me encanta saber que aunque muriera mañana mismo quedarían en este foro muchas sentencias que provocarían la ira, el disgusto o, lo más divertido de todo, la complicidad culpable de alguna que otra.

Eso sí, para todo hay clases, ¡válgame!
 
Desde luego no has vivido una vida lo suficientemente plena si no dejas tras de ti una estela de archienemigos que lamentan tu pérdida y una buena colección de frases y hechos dignos de oprobio y vergüenza ajena para tus familiares y amigos.
 
iskariote rebuznó:
Razón pura y dura. Tanto que carece de sentimiento y da una lástima horrible.

Si, realmente es una lástima que todo se reduzca a algo tan elemental. Es como si los humanos mereciésemos algo mejor que el resto de animales que nos rodean. ¡Queremos nuestro premio por haber conseguido ser los seres más evolucionados del planeta! Pero no. El problema de asimilar y poner en práctica este razonamiento es que corres un gran riesgo de convertirte en una persona puramente práctica, racional y fría. Dejas a un lado el artificial romanticismo, el autodestructivo enamoramiento, la peligrosa sensibilidad... y con ello vas perdiendo parte de tu humanidad y cada vez te vas pareciendo más a un autómata orientado únicamente a hacer todo de la forma más óptima y beneficiosa para ti. Un ser al que muchas personas despreciarían.
 
El amor es tan necesario como unas hemorroides, que con gusto es obvio que no pican.

Dejad de pensar en una relación como algo espiritual y empezad a comprendedlo como algo más físico, sobre todo económico o de interés.

Poco o nada más puedo añadir.
 
De todos modos, son ganas de echarle drama al asunto. La vida es muy larga, es normal que se tengan varias relaciones y que uno la cague mil veces por sus frustraciones, por sus carencias o sus historias, porque nadie nace sabiendo vivir ni tampoco querer. Se aprende a base de darse las hostias y no conozco a nadie que valga la pena que no haya sufrido lo suyo.

Por otra parte muchas veces se confunde la necesidad de estar con alguien con un verdadero deseo de estar con "ese" alguien en concreto. La mayoría de la gente, en lugar de dedicarse a conocer de verdad a la persona que tienen delante, se lanzan a la relación por unos cuantos valores superficiales que idealizan hasta el infinito. El resto de la relación se puede definir como la lucha de poder entre dos personas que quieren convertir a la otra en aquello que creen que les haría felices. Como resultado, uno consigue anular al otro, se aburre, "ya no es el mismo o la misma de antes/ha cambiado, etcétera" y va a por el siguiente o la siguiente. Lo cachondo es que a esa mierda de transacción se le llama "amor", cuando las personas que la han efectuado no tienen ni puta idea de lo que significa esa palabra.

El amor no es una mierda. Lo que es una mierda es la dependencia.
 
Por supuesto que el amor es una mierda, es un estado de enajenación mental de duración indefinida que te hace hacer estupideces y convencerte de realidades alternativas que NUNCA sucederán.

El amor hace perdonar cosas que no son perdonables, vivir etapas horribles porque, como hay amor, existe la promesa incuestionable de un futuro mejor; el amor es una trampa biológica.

Lo difícil es ser razonables, querer a alguien por cómo es y no por cómo se nos ajusta a nuestros planes, disfrutar de sus defectos y saber que los nuestros también son perdonados siempre que hagamos por pulirlos lo posible. Pero eso no pasa, las mujeres no bajan la guardia JAMÁS. Siempre están evaluando, a su macho y al resto, comparando y decidiendo, sopesando el coste de oportunidad de la relación presente frente a las otras, riesgo que saben que se pueden permitir porque los hombres cada vez tragan con más mierda y se lo perdonan todo mientras ellas sigan teniendo agujeros.

Qué asco.
 
Pues hoy me habré enamorado como unas 20 veces, he pensado en invitar a una fanta a alguna, o a un café para parecer más intelectual de izquierdas, mientras agitaba mi cacillo de proteínas y vitamina C en polvo, pero he pensado que sería muy raro que me rechazasen para invitar seguidamente a la situada inmediatamente a su lado.

Pero tranquilos. Se intuye el mal tiempo, llegará el otoño, y con él se irán las tías buenas en shorts por el agujero interdimensional del que salieron.
 
Black Adder rebuznó:
Pues hoy me habré enamorado como unas 20 veces

¿Veis? Eso sí que lo veo bien. Es más, lo veo ÓPTIMO. Ser capaz de sentir ese entusiasmo, esa alegría de vivir, de una manera mucho más espontánea y frecuente. Por mera limitación de recursos, quien se enamora con excesiva frecuencia tiene menos posibilidades de derrocharlo todo apostando a una sola carta. Porque enamorarse de una sola cosa hace que se convierta en obsesión y eso gasta mucho tiempo y energía.

Ración individual de amor. Y mañana Dios dirá.
 
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