Anécdotas gimnasieras: gasolina, sangre y sudor

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Si yo pagara en especies la cuota del gimnasio, ya te hubieras montado uno :pawg:
 
Precisamente era un gimnasio de costa. Estaba de vacaciones en uno de los pueblos llenos de canis y turistas del litoral granadino y, por aquello de no perder la rutina, me apunté a un megagimnasio que acababan de abrir. La cosa pintaba bien, eran los inicios de la burbuja del fitness y todos los centros querían estar a la última: barras olímpicas, discos gordos (algunos incluso bumpers), suelo de goma para dejar caer la barra al hacer peso muerto y jaula de mamadas a mi vecino, aunque sólo una. Había que turnarse, pero eso nunca ha sido un problema para mí, en los descansos meto un ejercicio complementario y soy más feliz que nadie.

La fauna era la esperable en un pueblo que duplica su cateta población cada verano con la afluencia de guiris y pijos del interior. Tenían al típico cani vacilón que usaba el saco de arrastre como si fuera un saco de golpeo de boxeo, a los chavalines que van por primera vez al gym(donde voy a ver pollas) para intentar crecer mínimamente y así poder ligar por la noche, el grupete de quinceañeras que están buenas por la edad y porque hoy en día una quinceañera tiene piernas de mujer de 20, los machacas de gimnasio de toda la vida y algún que otro culturista.

Como digo, los youtubers del fitness eran de sobra conocidos y el Explosiv0 de los cojones no dejaba de dar la vara con sus vídeos, así que todos los que iban al gimnasio querían hacer squats (no mamadas a mi vecino) y peso muerto. Al haber sólo una jaula, había que turnarse, así que yo siempre iba una hora antes del cierre pues la cosa empezaba a vaciarse ya que la gente, a esas horas, estaba más pensando en chiringuitos que en entrenar. Comencé a coincidir con Mary, una inglesa de no más de 19 años, alta, rubia y de ojos verdes y con la piel extrañamente morena. Esta chica, por aquel entonces, ya conocía la existencia de los minishorts que tan de moda se han puesto este año y cada día traía uno nuevo. Cuando digo minishorts quiero decir que a veces dudaba si eran pantalones de entramiento o bragas culotte. Eran lo que hoy día se conoce como pantalón violador, de los que se meten entre las nalgas por la raja del culo y llegan a cubrir, con la costura, el ojete, que, en el caso de esta mujer, yo imaginaba que olía a puro melocotón.

Ella se estaba iniciando en la fuerza. Como todos, empezó con una Stronglifts y, de cuando en cuando, me pedía ayuda para vigilarle la postura y corregirle los bloqueos de cadera/cintura. La chica, como podéis imaginar, era un pibón y, además, lo sabía de sobra y le gustaba hacer alarde de ello.

Una tarde, un jueves, creo, al terminar, me pidió que al día siguiente fuera un poco antes, que quería calcular su RM y le vendría bien que le hiciera de asistente. A mí no me importaba, de hecho, qué coño, estaba buena y soy forero, así que le dije que sí, que encantado. A la tarde siguiente vino vestida de blanco, tanto de pantalón como de top. Lo que, al princcipio, fue una decepción, pues se trataba de un pantalón largo y no de un short, rápidamente se trasnformó en una alegría cuando Mary se acercó a mí, que ya estaba calentando en la jaula, y pude comprobar que ese pantalón no dejaba nada a la imaginación. Intuyo que el tanga que llevaba debajo era blanco también porque, por más que miré, no logré percibir ropa de ningún otro color transparentándose. Sujetador ya digo que no llevaba, las sombras ocres, pequeñas pero intensas, que se intuían eran buena prueba de la dureza y consistencia de sus pezones.

Obviamente, me di cuenta de que entrenar ese día no iba a ser fácil, pero, bueno, qué se le iba a hacer.

Ya he dicho antes que la tipa no sólo estaba buena sino que, además, hacía alarde de ello. Tenía un ritual de sentadilla: se acercaba a la barra; se colocaba de lado mientras se miraba en el espejo, como contemplando su perfil; se ponía de puntillas, con lo que el culo, si cabe, sobresalía aún más; muy lentamente se giraba, hasta quedar mirando de frente a la barra con las piernas bien separadas y las manos apoyadas en ella; y girando, de nuevo, la cintura y sin doblar las rodillas, pasaba el tronco por debajo de la barra y asía con fuerza las agarraderas; retracción escapular y reajuste de apertura de piernas; inspiraba una o dos veces y hacía la primera repetición.

Aunque estaba fuerte, a veces fallaba en la subida y hacía esa técnica que nunca he sabido si es de power, strongman o qué. La bajada era limpia, con la espalda totalmente vertical (al menos todo lo que puede estar en ese ejercicio) pero, al subir, tendía a incorporar el culo hasta casi estirar las piernas y terminaba el movimiento casi como si de un goodmorning se tratase. Más allá de que temiese por sus vértebras, la imagen era espectacular ya que empezaba el movimiento con una subida de ojete hasta dejar la espalda casi paralela al suelo y, desde ahí, tiraba de ésta como una perra mientras gemía y ponía cara de violento sufrimiento.

Ver bajar el culo separándose las nalgas como si fueran las alas de una mariposa era algo que recordaré durante años.

Cuando terminaba sus series, siempre contenta, daba un par de saltitos en el sitio y su carne, joven y tersa, vibraba como una cuerda de guitarra bien tensa.

Llegó el momento en que me pidió ayuda. Ayudar en una sentadilla siempre es violento, porque tienes que colocarte tras el que está haciendo el ejercicio, relativamente próximo, con la polla cerca del ojete, y pasar las manos por debajo de sus axilas para rodear su tórax y que, en el caso de que falle, puedas tirar de él (ella en este caso) para arriba. La chica, que me vio indeciso con las manos, con su acento guiri me dijo algo así como no te cortes, que hoy tienes excusa para tocar y guiñó su verde ojo derecho. Yo me puse más duro que la tuerca de un coche y ahí que le ayudé.

En los primeros movimientos casi no hice nada, estar detrás, olerla, llevarme la alegría de algún roce de su culo contra mi entrepierna en mallas y poco más. De hecho, sus levantamientos eran buenos, no se vencía y casi sonreía al hacerlos. A partir de pasar su BW, en torno a 50 y pocos kilos, ya sí empezó a hacer el gesto que antes he descrito. La tercera vez que lo hizo y su culo abierto golpeó mi pelvis me imaginé a mi mismo agarrándola del pelo mientras le metía la cabeza en un wc, a lo Nacho Vidal, y la empotraba con vehemencia. Ella se daba cuenta, claro, y sonreía como la perra guiri que era.

Qué paja iba a caer esa noche.

Llega un momento en que se me acerca y me dice voy a intentar mi RM, nunca he podido con tanto peso, no me dejes fallar. Ni que decir tiene que a mí ese fallar me sonó a follar. Empezó a hacer el movimiento, la negativa bien, sin problemas. Para un segundo en isométrico e inicia el ascenso. Y llega el fallo. Estira las piernas todo lo que da de sí, hasta el punto que pienso que de la hiperextensión se le va a ir de paseo una rodilla, se inclina un poco hacia atrás y noto como casi se sienta sombre mi polla. Es imposible que no esté notando que estoy empalmado. Voy a hacer el gesto de quitarle la barra y grita NOOOOOOOO. Así que doy por hecho que quiere levantarla a cojones. Su cara de mala hostia es pura agresividad y eso hace que mis picores pasen el límite de lo normal. La chica está roja, con las venas del cuello a juego con las de mi polla y, olé por ella, empieza a incorporarse. Parece que la va a sacar sin problemas, casi haciendo palanca con el culo sobre mi cintura cuando, de repente, llega el horror.

Un sonoro PPPPPRRRRRRRRRRTTTTT, que hace que cualquiera en 15 metros a la redonda se gire y nos mire. Juro que sentí como el aire que salía de su ojete peinaba los pelos de mi polla y los dejaba lisos. Juro que noté el metano acariciando mi vientre. Juro que me lo comí, me lo comí sin darme cuenta, como una quinceañera se come su primera polla: de golpe y sin protestar.

Yo me quedé en shock. Ella dejó la barra en su sitio y se giró mirándome a los ojos con cara de carnero degollado. Contrastaba el olor a pura mierda con lo melifluo de su rostro. Durante un segundo, un eterno segundo, supe, o intuí, cómo debe ser tener delante a un súcubo, puro sexo con olor a azufre. En ese instante que duró un siglo entendí lo que la chica, con sus ojos al borde de las lágrimas, quería de mí. No hizo falta que lo verbalizase, ni que pronuciase un please que sus labios ya dibujaban. Hostia, puta, el salmorejo, mira que le tengo dicho que quite el corazón a los ajos, que sino se me repite. Dije sonriendo. Ella me devolvió la sonrisa, me dio un beso en la mejilla y me dijo: gracias.

Al día siguiente volví al gimnasio. Iba tranquilo y casi sin echarle cuentas al asunto. Cuando llegué a recepción mi tarjeta no funcionaba. Pedí explicaciones. Parece ser que hubo protestas, que algunos socios se quejaron porque estaba teniendo una conducta poco higiénica y, además, hacía alarde de ella. Qué coño podía decir, demasiado vergonzosa era la situación. Cogí mi mochila y me di la vuelta en busca de un gimnasio de barrio, uno de ésos con hombres que sudan y no usan toalla, allí mis flatulencias, reales o fingidas, nunca fueron un problema y, al no suplementarme, eran, de hecho, las menos olorosas.

Eso sí, la de pajas que me hice ese fin de semana no me las quita nadie.
 
Sí, correcto. Era un McFit. También quisieron echarme de un DIR porque no me correspondía con el perfil de cliente target de la política de la empresa, y eso es literal.

Es curioso, porque en sitios cochambrosos y dejados de la mano de Dios se respeta el ambiente de trabajo y nunca he tenido ningún problema. Es más, me han invitado a ir con cuanta más gente mejor.
En cambio en el Viding te dejaron entrar gratis porque al chaval le moló tu rollo de tener los brazos más anchos que el torno de la entrada, y luego vas echando pestes.





En el anterior gimnasio, tuvieron el bien de comprar esta delicatessen.

Que está hecha básicamente para hacer peso muerto y levantamientos olímpicos en general.

La estrenamos gustosamente haciendo peso Dolce, con los escasos 100 kg que levantábamos entonces y de la nada apareció el jefe supremo del gimnasio , vestido de corbata a gritarnos que que hacíamos, malditos desalmados.

Que si estábamos montando un escándalo, que si pusieramos colchonetas, que lo íbamos a romper... blablabla.

Nos quedamos en shock.

A las dos semanas nos desapuntamos los 6 colegas a la vez.
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En el anterior gimnasio, tuvieron el bien de comprar esta delicatessen.

Que está hecha básicamente para hacer peso muerto y levantamientos olímpicos en general.

La estrenamos gustosamente haciendo peso Dolce, con los escasos 100 kg que levantábamos entonces y de la nada apareció el jefe supremo del gimnasio , vestido de corbata a gritarnos que que hacíamos, malditos desalmados.

Que si estábamos montando un escándalo, que si pusieramos colchonetas, que lo íbamos a romper... blablabla.

Nos quedamos en shock.

A las dos semanas nos desapuntamos los 6 colegas a la vez.
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Yo he ido a ese anterior gimnasio que dices, y nunca me han dicho nada :lol: salvo la argentina de la puerta que me hizo ir a comprar un gorro de piscina de los chinos por media hora de mierda en la puta balsa esa de niños que tienen.

Pero si lo han hecho es patético, esa plataforma que has puesto vale una puta pasta y sirve precisamente para eso que hacíais.
 
Última edición por un moderador:
"De como el pedo de una giri me expulsó de mi gimnasio.", Spawner, Granada - 2018
 
Pues así recientes, me quisieron echar de un gimnasio.

No asesoro profesionalmente a nadie, pero sí que tengo algunos amigos de toda la vida a los que oriento ocasionalmente y de vez en cuando comparto un entreno con ellos. A veces nos reunimos tres o cuatro o todos los que se quieran apuntar, evidentemente sin pagar nada, y cuando somos demasiados nos repartimos en grupos para entrenar cosas distintas o ir en órdenes diferentes. Pues no hace mucho en el gimnasio de uno se ellos se me comunicó que iba contra las normas del centro ofrecer servicios de entrenamiento personal y que además habían recibido quejas porque ocupábamos máquinas.

Lo malo es que no es la primera vez. Los gimnasios se parecen cada vez más a una discoteca.

Lo son. Como no busques un club donde todos entrenen con más o menos un único objetívo lo son.
 
La historia de @Spawner es muy LoL.

Otra de pedos: hace unos meses llegó un tío nuevo al gins, a mi hora habitual. El primer día, el puto primer día y en el primer ejercicio que se pone a hacer (prensa 45º) con su música, en un momento de empuje va y se le escapa un pedaco curioso. El tío, que ya digo que estaba con sus cascos, empezó a mirar aviesamente...

:uhmmm:


... preguntándose si sería de esos de los que sólo se da uno cuenta hasta que encontró mi mirada y me oyó decir bien alto (por hacerle una pequeña novatada y porque a esas horas nos conocemos todos y hay buen rollo): "sí, sí, no te hagas el muerto que el pedaco que te acabas de tirar lo hemos oído todos", con el consiguiente descojone general. El tío se puso de color planeta Marte y ya todo lo que duró su entrenamiento fueron troleos. Al día siguiente le pregunté si se iba a tirar otro pedaco como el de ayer, alguna coña más que encajó con deportividad (más le valía) y a otra cosa.

Edito: @Monstroid, esta noche ponen Commando en TRECE a las 22.
 
Última edición:
Los pedos, especialmente si son de esos silenciosos que se deslizan por el ojete a 500 ºC y que solo una dieta mancuernera puede generar, son un mecanismo muy efectivo para alejar a Charos y preplayas de la jaula. Hacedme caso, sé de lo que hablo.
 
En realidad, la mayor parte de las veces te puedes tirar un cuesco estentóreo sin que pase nada, porque casi todo el mundo está con los cascos a tope de Maluma.
 
Jodó, tengo miles de anécdotas que contar de mis años en el fitness.

Así a bote pronto, me viene a la memoria un tío asiduo a las clases de spinning que entraba siempre a las mismas... con el casco puesto. Con dos cojones. Por supuesto al tenerlo varias veces seguidas en clase un día al terminar y despedir a la gente en la puerta de la sala, costumbre que mantuve hasta el final, le pregunté por tal detalle. "Es que así me mantengo acostumbrado". Nada que añadir a tamaño despliegue de inteligencia privilegiada.

Una tía, subnormala ella, que jamás ponía resistencia en la bici y cuando le insistí un día me respondió "Es que me duelen las piernas y me canso". Este prototipo sirve para la mayoría de tías que entraban a spinning, que conste, y se extiende a las clases de Body Pump, donde algunas se tiraban con los 5 kg del calentamiento hasta el fin de los días. "Es que cojo músculo en seguida". Coger músculo en seguida, ese concepto tan intrínsecamente relacionado con la mujer, claro claro...

Ya se me ocurrirán más.
 
Yo voy a un gimnasio pijo de una zona medio pija, lo cual hace que haya mucho, pero mucho postureo. Además, hay un aporte continuo de MILFs en mallas repretadas cuyo único trabajo es dejar a los desechos genéticos en el cole y echar tres horas en el gimnasio todos los días para estar percutibles por el jardinero, fontanero o butanero primero, y por la noche por el marido. Me ha pasado decenas de veces ver un cuerpo 10 por detrás, y al verlo por delante ser de una señora de 55 años (totalmente percutible pese al careto, eso yes).

Yo más que anécdotas puedo enumerar personajes: el hulk albano-kosovar que dejaba un rastro de olor a vinagre (literal) , que gritaba a cada levantamiento y que como estuvieras en su máquina prácticamente te echaba, la sudaca putarrona con una 130 de pecho que cuando entraba se daba tres vueltas al gimnasio para que todo ser XY la mirara, las dos putis del prostíbulo de moda de la ciudad que entrenaban con un entrenador personal "porque lo que le pagaban por una hora al chico no era ni la décima parte de lo que cobraban ellas la hora", etc etc etc.

Ya que @Pionono fue monitor (con eróticos resultados), me gustaría que me explicara el por qué hay mujeres que entran a spinning maquilladas como si se fueran de fiesta, y salen maquilladas igual. Yo cuando iba a ciclo indoor dejanba un charco en el suelo que hacía resbalarse a la gente si pasaba cerca :lol:
 
A mí no me parece ridícula, es que directamente no la entiendo. Uno paga la cuota mensual del gimnasio para acceder a él y ocupar (usar) el equipamiento que hay dentro, ¿no? ¿Qué cojones significa eso de "quejas por ocupar máquinas"? ¿Estar mucho tiempo en una? ¿Usar varias al mismo tiempo? Alguna vez he visto a algún pavo haciendo un circuito y pretendiendo que 6 o 7 máquinas estén exclusivamente a su disposición durante tres cuartos de hora. En casos así, que no sé si es el tuyo, quizás pueda medio entenderse, pero vamos, que esa es la gracia de ir a un gimnasio, usar los trastos que allí están.
A ver si me explico: ¿Tu cuando aparcas, ocupas una plaza y media, porque has pagado el impuesto de circulación? En el autobús, ¿pones tu trasero en un asiento y a tu mochila en el de al lado porque "he pagado y la gracia es ocupar los trastos que aqui están "?

En el mundo mancuernero existe -o existía- una norma no escrita que es la que rige otras situaciones sociales, a no ser que seas un chimpancé, y que consiste en dejar la máquina libre entre series. Estoy harto de los subnormales canis que utilizan las máquinas para sentarse a whatsappear, de coger toallas y cambiarlas de sitio porque el retrasado de turno no ha encontrado otro lugar mejor que ese banco mientras usa la máquina de al lado, o charla con el amigo panchito acerca de la última choni de medio pelo que le ha respondido en el tinder.

Yo no necesito que nadie venga a pedirme si por favor puede turnarse conmigo, porque sé que si me levanto a hacer otro ejercicio en otro lugar, no hará falta causar esa molestia. Eso si: soy uno de los pocos gilipollas que van quedando...
 
Una tía, subnormala ella, que jamás ponía resistencia en la bici y cuando le insistí un día me respondió "Es que me duelen las piernas y me canso". Este prototipo sirve para la mayoría de tías que entraban a spinning, que conste, y se extiende a las clases de Body Pump, donde algunas se tiraban con los 5 kg del calentamiento hasta el fin de los días. "Es que cojo músculo en seguida". Coger músculo en seguida, ese concepto tan intrínsecamente relacionado con la mujer, claro claro...

Ya que @Pionono fue monitor (con eróticos resultados), me gustaría que me explicara el por qué hay mujeres que entran a spinning maquilladas como si se fueran de fiesta, y salen maquilladas igual. Yo cuando iba a ciclo indoor dejanba un charco en el suelo que hacía resbalarse a la gente si pasaba cerca :lol:

Pues va en consonancia con lo que decía en el anterior post: que no hacen ni el huevo la enorme mayoría. Alguna vez incluso alguna elementa iba a protestar a recepción por el calor en la sala, a veces hace un calor de cojones o se rompe el aire acondicionado, porque "se me corre el maquillaje". Esto es en serio.

Daría para post el comportamiento de las mujeres en los gilnasios, ahí si que hay brecha con los tíos en cuanto a subnormalidad, salvo rarísimas excepciones.
 
A ver si me explico: ¿Tu cuando aparcas, ocupas una plaza y media, porque has pagado el impuesto de circulación? En el autobús, ¿pones tu trasero en un asiento y a tu mochila en el de al lado porque "he pagado y la gracia es ocupar los trastos que aqui están "?

En el mundo mancuernero existe -o existía- una norma no escrita que es la que rige otras situaciones sociales, a no ser que seas un chimpancé, y que consiste en dejar la máquina libre entre series. Estoy harto de los subnormales canis que utilizan las máquinas para sentarse a whatsappear, de coger toallas y cambiarlas de sitio porque el retrasado de turno no ha encontrado otro lugar mejor que ese banco mientras usa la máquina de al lado, o charla con el amigo panchito acerca de la última choni de medio pelo que le ha respondido en el tinder.

Yo no necesito que nadie venga a pedirme si por favor puede turnarse conmigo, porque sé que si me levanto a hacer otro ejercicio en otro lugar, no hará falta causar esa molestia. Eso si: soy uno de los pocos gilipollas que van quedando...

Claro que sí Bedel, si se va a entrenar SE VA A ENTRENAR.
 
A ver si me explico: ¿Tu cuando aparcas, ocupas una plaza y media, porque has pagado el impuesto de circulación? En el autobús, ¿pones tu trasero en un asiento y a tu mochila en el de al lado porque "he pagado y la gracia es ocupar los trastos que aqui están "?

En el mundo mancuernero existe -o existía- una norma no escrita que es la que rige otras situaciones sociales, a no ser que seas un chimpancé, y que consiste en dejar la máquina libre entre series. Estoy harto de los subnormales canis que utilizan las máquinas para sentarse a whatsappear, de coger toallas y cambiarlas de sitio porque el retrasado de turno no ha encontrado otro lugar mejor que ese banco mientras usa la máquina de al lado, o charla con el amigo panchito acerca de la última choni de medio pelo que le ha respondido en el tinder.

Yo no necesito que nadie venga a pedirme si por favor puede turnarse conmigo, porque sé que si me levanto a hacer otro ejercicio en otro lugar, no hará falta causar esa molestia. Eso si: soy uno de los pocos gilipollas que van quedando...
No sé qué coño me has entendido, la verdad. O si has aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid para hablar de tu libro. No entendí que supuesto mal comportamiento era ese que le echaron en cara a Senbei de "ocupar las máquinas" y le pregunté, porque uno paga la mensualidad precisamente para usar el equipamiento que está allí disponible, en el gimnasio. Sin más.
 
No sé qué coño me has entendido, la verdad. O si has aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid para hablar de tu libro. No entendí que supuesto mal comportamiento era ese que le echaron en cara a Senbei de "ocupar las máquinas" y le pregunté, porque uno paga la mensualidad precisamente para usar el equipamiento que está allí disponible, en el gimnasio. Sin más.
Puede que te haya entendido mal, pero si repasas tus posts al respecto, verás que las ideas que se traslucen en ellos se aproximan más a las de los bonobos que cito que a mi respeto casi aristocrático por los demás. Y sí, a lo mejor he aprovechado lo del Pisuerga, pero lo importante es que mi actitud ha quedado clara.
 
Puede que te haya entendido mal, pero si repasas tus posts al respecto, verás que las ideas que se traslucen en ellos se aproximan más a las de los bonobos que cito que a mi respeto casi aristocrático por los demás. Y sí, a lo mejor he aprovechado lo del Pisuerga, pero lo importante es que mi actitud ha quedado clara.
¿Qué parte de mis posts?

Nunca tengo problemas con nadie, al contrario, gente que no conozco más que de vista suele venir a llorarme sobre lo maleducado que es fulanito o cómo deja todo tirado menganito. Siempre hay forma de hacer hueco a alguien o una manera de que todos hagan sus ejercicios del día mediando buena voluntad y educación. Dejo todo pulcramente colocado en su sitio cuando termino. Diría que me has entendido regular pero bueno, tampoco tiene mayor importancia.
 
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