Sureño
Freak
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Todos llegamos a una edad en las cuales las amistades casi no existen o son tan pocas, que es prácticamente imposible poder hacer planes con ellas, ya que tienen su vida hecha o multitud de problemas en los cuales están inmersos. También, aquí por mi ciudad, hay la mentalidad de estar "emparejado", y hacer cosas de novios, y en mi caso, la gran mayoría de las que he conocido han sido de fuera, porque son más abiertas a tener algún tipo de relación o rollo, pero que no implique un "noviazgo". En las ciudades de interior hay aún mucha mentalidad antigua en este sentido. Ves muchas parejitas y muy pocos grupos de amigos en nuestras edades.
Y yo creo que lo que le pasa a Truño es eso, tiene muy pocos amigos, salvo el escudero Sancho y poco más, y necesita buscar por otros lados rellenar ese vacío, que es a través de las tías, como me pasa o me pasaba a mí, pero a la larga es una solución poco efectiva, porque muchas vienen con taras, atormentadas de relaciones anteriores, con el reloj biológico a punto de caducar, quieren ya algo serio en la segunda cita o cuando parece que van contigo a una, al día siguiente se les fusiona el cable y te dejan. Además, partimos de la idea de que Truño elige muy mal en base a sus planteamientos y a lo que él busca, por eso no es de extrañar que tenga temporadas en las que psicológicamente no anda bien, y eso es jodido para un tío con su planta, pero se va a tener que acostumbrar a estos momentos, ya que la gente va a su puta bola, y es muy difícil entrar en un grupo nuevo de amistades porque eso es un coto cerrado a ciertas edades.
En mi caso, estoy parecido a él, apenas tengo amigos de verdad, y no porque sea antisocial (otra cosa es que sí soy reservado para ciertas cuestiones), sino porque la gente va y viene y cuando le surge algo mejor, adiós. Hace un par de años hice un grupo de amistades en el cual incluso nos fuimos de viaje, pero dos años después está prácticamente roto, nos vemos de higos a brevas y quedar es una puñetera aventura. Una se echó pareja y tiene un crío de meses, otra también se echó pareja y vive en un pueblo perdido de la Alpujarra, otra pareja rompió y van a su bola. Lo que quiero decir es que al final todo esto es efímero.
También probé hace poco las típicas quedadas que se hacen para conocer gente, pero es otra mierda infame. Tíos que van a ver si pillan algo, tías que solo hablan con los guaperas, hay frikis por doquier o gente muy aburrida que no tiene conversación de ningún tipo. Además las quedadas se organizan cada muchos meses y claro, así es muy difícil que puedas hacer alguna amistad.
Por eso Truño está jodido, y se mete en el fango más y más. Los tres viajes de mierda corroboran este hecho, aparte de querer pegar el pisto con la compra de supuestos bolsos de marca del mercadillo en su último viaje, para fardar, como hacen muchos, de tener una vida cojonuda, y luego lo ves en un cuchitril de piso, con un supuesto chalet que va dos veces al mes, con un Audi TT que también lo saca dos veces al mes, y haciendo de pagafantas con muchas pavas, denotando el típico postureo que hacen muchos en redes sociales que han sido el puto cáncer para las relaciones humanas, de gente aparentando ser feliz, pero con una vida mísera y llena de problemas emocionales.
Y yo creo que lo que le pasa a Truño es eso, tiene muy pocos amigos, salvo el escudero Sancho y poco más, y necesita buscar por otros lados rellenar ese vacío, que es a través de las tías, como me pasa o me pasaba a mí, pero a la larga es una solución poco efectiva, porque muchas vienen con taras, atormentadas de relaciones anteriores, con el reloj biológico a punto de caducar, quieren ya algo serio en la segunda cita o cuando parece que van contigo a una, al día siguiente se les fusiona el cable y te dejan. Además, partimos de la idea de que Truño elige muy mal en base a sus planteamientos y a lo que él busca, por eso no es de extrañar que tenga temporadas en las que psicológicamente no anda bien, y eso es jodido para un tío con su planta, pero se va a tener que acostumbrar a estos momentos, ya que la gente va a su puta bola, y es muy difícil entrar en un grupo nuevo de amistades porque eso es un coto cerrado a ciertas edades.
En mi caso, estoy parecido a él, apenas tengo amigos de verdad, y no porque sea antisocial (otra cosa es que sí soy reservado para ciertas cuestiones), sino porque la gente va y viene y cuando le surge algo mejor, adiós. Hace un par de años hice un grupo de amistades en el cual incluso nos fuimos de viaje, pero dos años después está prácticamente roto, nos vemos de higos a brevas y quedar es una puñetera aventura. Una se echó pareja y tiene un crío de meses, otra también se echó pareja y vive en un pueblo perdido de la Alpujarra, otra pareja rompió y van a su bola. Lo que quiero decir es que al final todo esto es efímero.
También probé hace poco las típicas quedadas que se hacen para conocer gente, pero es otra mierda infame. Tíos que van a ver si pillan algo, tías que solo hablan con los guaperas, hay frikis por doquier o gente muy aburrida que no tiene conversación de ningún tipo. Además las quedadas se organizan cada muchos meses y claro, así es muy difícil que puedas hacer alguna amistad.
Por eso Truño está jodido, y se mete en el fango más y más. Los tres viajes de mierda corroboran este hecho, aparte de querer pegar el pisto con la compra de supuestos bolsos de marca del mercadillo en su último viaje, para fardar, como hacen muchos, de tener una vida cojonuda, y luego lo ves en un cuchitril de piso, con un supuesto chalet que va dos veces al mes, con un Audi TT que también lo saca dos veces al mes, y haciendo de pagafantas con muchas pavas, denotando el típico postureo que hacen muchos en redes sociales que han sido el puto cáncer para las relaciones humanas, de gente aparentando ser feliz, pero con una vida mísera y llena de problemas emocionales.
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