Ahora tengo las dos cosas. Imagínate que llevas un globo atado a la cintura como si fuera una riñonera. Si el globo está vacío, se ve que es un globo y tal, cuelga un poco, pero no molesta ni ocupa espacio. Luego lo empiezas a llenar de agua, sigue colgando pero más, pesa más y abulta más, con lo cual molesta más.
Estar más delgado es siempre mejor, vestido tienes mucho mejor aspecto. Y por supuesto otras partes del cuerpo, donde no hay colgajos pero tenía definición, ahora no tienen definición. Es decir, que ni de coña me planteo quedarme así. Más ligero y definido siempre mejor, siempre. Lo que tengo que hacer es ganar músculo, pero ese es otro tema.
Sí que tengo, muchos, pepinos, tomates, calabacines con la típica salsa picante (la que menos calorías tiene), chucrut que me vuelve loco, pepinillos agridulces, la fruta, y por supuesto todos los quesos batidos y frescos magros, a todo eso no le tengo miedo, porque sé las pocas calorías que tienen y es muy difícil engordar comiendo eso.
Pero ninguna de esas cosas aporta la satisfacción emocional que aporta la basura (mezcla de carbohidratos y grasas). Los seres humanos estamos, en general, programados para perseguir la comida hiperpalatable, porque cuando evolucionamos no se podían desperdiciar las calorías y la hiperpalatabilidad está asociada a las calorías, por eso uno se siente bien a corto plazo cuando come mierdas, y por eso es tan difícil dejar de comerlas (la peor mezcla, la de hidratos + grasas, apenas existe de manera natural en la naturaleza). Si a esto le añades gente con personalidad de adicto, como soy yo (y probablemente con regulación de dopamina a la baja, algo habitual en estas personalidades), pues ya está liada. Es como el orgasmo (también he sido masturbador compulsivo toda la vida, pero claro, como eso no engorda no se nota). El alcohol también me estimula, pero por alguna razón nunca me he pasado consistentemente con él, aunque hay muchos estudios que vinculan el alcoholismo con la ingesta compulsiva. Está todo en el DSM-V, los mecanismos subyacentes son iguales.
La única solución es siempre estar examinando tus estados de ánimo (un par de veces al día, cuando llego a casa mayormente, y los findes, me siento en silencio y respiro lentamente, es algo que realmente me ayuda), y lidiar con la frustración cotidiana de otra manera. En parte también es el puto trabajo porque estoy mentalmente agotado y me siento muy esclavizado, no tengo ninguna satisfacción personal cuando salgo. La música y los videojuegos ayudan un poco (pero con estos últimos hay que tener cuidado, esto y el uso de internet están en mí muy vinculados y llevan a olvidarse del propio estado emocional). Y dormir todo lo posible, es esencial.
En fin, he tenido una mala racha. Espero irlo arreglando y que la próxima recaída sea menos grave.