Sí, muy bien, eso es así porque como ya imagino no eres un conductor de toda la vida, aprendiste en una autoescuela y tus viajes van, si acaso, de Madrid a Valencia o Alicante en verano y el resto del año de tu casa al Carrefour o a llevar a la parienta al parque, pero si el día que necesites ir por una carretera de montaña con placas de hielo y nieve bajando una cuesta del 11% llevas tu automático o la superficie resbala más que un plátano podrido te puedo prometer y prometo que no vuelves a casa. Si vas por una pista forestal con un automático, te vas a acordar llorando del coche de la autoescuela, aunque hubiera sido un Seat Ibiza del 94.
Hablo con conocimiento de causa: tengo dos coches, ambos buenecitos, un japonés y un alemán. El primero manual de 6 marchas y el segundo con caja automática de convertidor de par (de las que si no miras el numerito no sabes ni la marcha que llevas metida y no notas ni los cambios) y es evidente que para andar por ciudad, ir a ver a la abuela, acercarme al Carrefú y llevar a mi "reina" de paseito prefiero el alemán, pero desde hace más de 15 años, cada invierno suelo recorrer carreteras de montañas nevadas por puro placer y por necesidades de trabajo, aquí en España y en la zona norte de Italia, Suiza y los Alpes franceses y te aseguro que jamás se me ocurriría llevar un automático en esas circunstancias. A veces, los alquilo cuando me desplazo por esas zonas y siempre que me han ofrecido un coche automático los he rechazado. En los últimos 10 años he tenido dos vehículos automáticos y yo soy el primero en alabar sus ventajas, siempre que las circunstancias de conducción sean las idóneas: desplazarte de A hasta B sin sobresaltos, en carreteras en perfecto estado, sin subidas y bajadas de importancia y con el asfalto en perfectas condiciones sin barro, lluvia, hielo o nieve, conduciendo como lo haría una señora de 40 años. Aprendí a conducir en un camión con 13 años de edad cuando casi no llegaba a los pedales, así que creo que puedo hablar con conocimiento de causa y no por haber aprendido en una autoescuela de barrio.
Teorizar con esa especie de fanatismo absurdo sobre las ventajas incuestionables de un vehículo automático sólo se puede hacer cuando vas en modo viejecita ON por terrenos llanos o con asfalto en perfectas condiciones, sin terrenos sumamente resbaladizos, sin cuestas con placas de hielo. Cada cosa para cada circunstancia. En los casos en los que necesitas un control total de la aceleración, del freno motor, de la tracción, saber cuando nunca hay que frenar aunque veas un precipicio delante, evitar derrapar, saber cómo actuar en milésimas de segunda si el coche subvira o sobrevira, poner cadenas de nieve, etc., siempre manuales y si es posible con tracción a las 4 ruedas. En los casos de paseos, autopistas, ir por ciudad perdiendo tiempo en los atascos, etc., y hacer el Flanders sin sobresaltos, entonces automáticos.
No seamos necios pensando que todo es negro o blanco, que lo que prefiero yo es mejor que lo que prefiere el otro porque, simplemente, me gusta a mí y me va muy bien para las circunstancias habituales. Con todo, lo que el mensaje inicial nos muestra es que debes ser un conductor de los de la "L" de por vida y que mejor que te dediques a moderar el foro antes que de probador de vehículos de Km77.com. Saludos.