LeChuck
Freak total
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C. Tangana no es diferente a otros artistas-producto que las discográficas lanzan al estrellato impulsándolas con mucho dinero.
Este pavo es como J. Balvin, Bad Bunny y toda esa ralea de mediocres medio retrasados que no saben ni hablar. No digamos ya hacer música. La diferencia es que C. Tangana sí sabe hablar, y se le ven unas inquietudes artísticas. Aunque no tenga ni puta idea ni de tocar la pandereta, y sus letras las pueda escribir el tonto de cualquier barrio de España.
Pero volvamos al fenómeno musical. Cuando una discográfica detecta que cierta cantidad de público pica el anzuelo de uno de estos artistas emergentes, entonces deciden apostar fuerte, para ver si el artista-producto explota. Y eso es lo que ha hecho Sony España, que me juego los cojones a que no apostaban tanta pasta a un artista desde hace una década o más.
¿Y a donde va todo ese dinero? a contratar buenos productores y buenos músicos que hagan casi todo el trabajo. Que transformen las ideas estúpidas del artista en material válido con el que trabajar. C. Tangana es un tío que desde que empieza a planificar un disco hasta que lo termina de grabar tendrá a decenas de personas a su alrededor poniéndoselo todo fácil. Muchos de ellos músicos de verdadero talento. Algunos simplemente colegas que se apuntan para aprovecharse del fenómeno mediático o por amistad.
Y luego esta la promoción, el bombardeo mediático con toda la artillería. Meterle C. Tangana en la cabeza a tanta gente como sea posible. Gente que de una forma orgánica y natural jamás hubiese escuchado semejante música. Que suene en las radios, en los medios digitales, en la tele y en las redes sociales. Pa que se le pegue a la gente la melodía de marras hasta que hay masa crítica suficiente para volverse un fenómeno mediático.
C. Tangana no es nada en su propia figura artística. Es una tuerca en el motor. La gente ve en él el talento combinado de decenas de personas del business, y de muchos millones para ponerlo bien a la vista. Pero por sí mismo no es nada. Un raperillo malo con inquietudes musicales que escucha son cubano y le gustaría cantar como Eliades Ochoa pero ni sabe cantar ni sabe tocar.
Este pavo es como J. Balvin, Bad Bunny y toda esa ralea de mediocres medio retrasados que no saben ni hablar. No digamos ya hacer música. La diferencia es que C. Tangana sí sabe hablar, y se le ven unas inquietudes artísticas. Aunque no tenga ni puta idea ni de tocar la pandereta, y sus letras las pueda escribir el tonto de cualquier barrio de España.
Pero volvamos al fenómeno musical. Cuando una discográfica detecta que cierta cantidad de público pica el anzuelo de uno de estos artistas emergentes, entonces deciden apostar fuerte, para ver si el artista-producto explota. Y eso es lo que ha hecho Sony España, que me juego los cojones a que no apostaban tanta pasta a un artista desde hace una década o más.
¿Y a donde va todo ese dinero? a contratar buenos productores y buenos músicos que hagan casi todo el trabajo. Que transformen las ideas estúpidas del artista en material válido con el que trabajar. C. Tangana es un tío que desde que empieza a planificar un disco hasta que lo termina de grabar tendrá a decenas de personas a su alrededor poniéndoselo todo fácil. Muchos de ellos músicos de verdadero talento. Algunos simplemente colegas que se apuntan para aprovecharse del fenómeno mediático o por amistad.
Y luego esta la promoción, el bombardeo mediático con toda la artillería. Meterle C. Tangana en la cabeza a tanta gente como sea posible. Gente que de una forma orgánica y natural jamás hubiese escuchado semejante música. Que suene en las radios, en los medios digitales, en la tele y en las redes sociales. Pa que se le pegue a la gente la melodía de marras hasta que hay masa crítica suficiente para volverse un fenómeno mediático.
C. Tangana no es nada en su propia figura artística. Es una tuerca en el motor. La gente ve en él el talento combinado de decenas de personas del business, y de muchos millones para ponerlo bien a la vista. Pero por sí mismo no es nada. Un raperillo malo con inquietudes musicales que escucha son cubano y le gustaría cantar como Eliades Ochoa pero ni sabe cantar ni sabe tocar.
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