Carta de amor
- Iniciador del tema snow
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Forero del todo a ciengrari rebuznó:
Se ve k sabes del tema
El k se enamore hoy en dia de una tia es simple y llanamente un:
SUBNORMAL
Sacrificar la libertad a una edad temprana es propio de retrasados...
Es k no me jodas, se ve a peña kon veintipiko años k lleva tantos kon la piba y no hace na, malgastando esos años k no volveran nunka!! anda y k las follen
yonkispucela
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grari rebuznó:
Sobre todo sin Viagra
Muy bonito por parte de Snow, ¿también os casaréis como Camano?
Cocineros cachondos III
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Deja-vú
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G
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Hola Pequeña:
yonkispucela
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snow rebuznó:
Me gusta ser optimista, eso es todo.
Nunca se sabe las vueltas que da la vida, tal vez algún día, sí necesite lo mismo que tú y podáis compartirlo.
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Precioso y potito a partes alícuotas.
Perdonen que yo no haga público mi romanticismo, existe, pero es super-mega-hipersecreto, y nada me raya más que ponerme en plan profundo.
Yo creo que en esto último me parezco un poquito a la señorita Snow...
Perdonen que yo no haga público mi romanticismo, existe, pero es super-mega-hipersecreto, y nada me raya más que ponerme en plan profundo.
Yo creo que en esto último me parezco un poquito a la señorita Snow...
grari
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Muchas respuestas de las que he leído dicen que amor no equivale a esclavitud, pero yo no lo veo así. Hay 2 caminos para el amor, el primero es hacer lo que te da la gana, con lo cual consigues que ese amor te dure unos pocos diás a no ser que la tia sea mazoquista y el otro camino es compartir 
, es decir ver películas que no te gustan, no poder ir a la playa porque "hoy no hay sol o el mar está malo", si vamos a tal sitio no lleves esa camiseta, a las 9 me recoges, vamos a comer a tal sitio (donde solo comes mierda) y mil cosas más; esta es la parte de esclavitud del amor, pero claro cada uno decide si quiere sacrificarse o no, yo personalmente voto por el NOOOOO.
, es decir ver películas que no te gustan, no poder ir a la playa porque "hoy no hay sol o el mar está malo", si vamos a tal sitio no lleves esa camiseta, a las 9 me recoges, vamos a comer a tal sitio (donde solo comes mierda) y mil cosas más; esta es la parte de esclavitud del amor, pero claro cada uno decide si quiere sacrificarse o no, yo personalmente voto por el NOOOOO.
yonkispucela
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grari rebuznó:Muchas respuestas de las que he leído dicen que amor no equivale a esclavitud, pero yo no lo veo así. Hay 2 caminos para el amor, el primero es hacer lo que te da la gana, con lo cual consigues que ese amor te dure unos pocos diás a no ser que la tia sea mazoquista y el otro camino es compartir
Cuando alguien está enamorado esas cosas no suponen un sacrificio. Es algo que va mucho más allá, un agilipollamiento general parecido a la gripe. Incluso con la misma sensación de agujetas (el folleteo constante es lo que tiene).
grari rebuznó:Muchas respuestas de las que he leído dicen que amor no equivale a esclavitud, pero yo no lo veo así. Hay 2 caminos para el amor, el primero es hacer lo que te da la gana, con lo cual consigues que ese amor te dure unos pocos diás a no ser que la tia sea mazoquista y el otro camino es compartir
También puedes encontrar una persona que comparta tus gustos y te de libertad, se que es dificil pero no imposible, por lo que veo has tenido malas experiencias, yo tampoco podría salir con un Sargento que no me diera libertad, simpemente el tema es ceder un poco, salir con mi novia no me parece un gran sacrificio.
snow
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grari rebuznó:Muchas respuestas de las que he leído dicen que amor no equivale a esclavitud, pero yo no lo veo así. Hay 2 caminos para el amor, el primero es hacer lo que te da la gana, con lo cual consigues que ese amor te dure unos pocos diás a no ser que la tia sea mazoquista y el otro camino es compartir
No pretendo convencerte pero... :
No voy a la playa cuando hay sol porque tengo alergia, jamás le he dicho a nadie la ropa que ha de ponerse y mucho menos aún he permitido que me lo digan a mi (excepto mis jefes ;) ), me gusta ir con mi coche a todas partes, no hace falta que me recojan y en cuanto a la comida... mejor ni hablo. Eso si, lo de ver pelis que no te gustan es inevitable ;)
Las pocas veces en mi vida que he amado a alguien he entendido el amor como un ejercicio de libertades encontradas y la esclavitud se ha relegado a ciertos momentos (sexuales, deseados y consensuados).
Ojalá un dia tengas la suerte de encontrarte con alguien que no te exija nada que tú no desees y necesites darle. Te lo deseo de corazón.
Asta
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Hace años escribí una carta de "desamor" que jamás entregué.
Pido permiso (porque es larga y coñazo) para echarla a volar aquí, de una puta vez...
El reparto de bienes empezó mucho antes de que fuésemos al abogado, al notario, al banco...Tu ya me habías dejado el pasado, para quedarte con
el futuro. Tu llenarías mi ausencia. La tuya, en cambio, me destruiría a mi.
Es doloroso que, cada dia, me tenga que esforzar por recordar que te he perdido.
Hace poco me di cuenta de que, en ocasiones especiales de nuestra vida juntos, quien ha escrito siempre has sido tú.
Tú me escribiste el primer dia que me fui de viaje por un congreso,
tu me escribías desde tu “encierro militar”, tu me diste una carta en la
que me pedías casarte conmigo y una carta dictaminó tu decisión de apartarme de tu vida. El prurito profesional me impulsa ahora, sin ningún motivo determinado, a escribir un ratito, por aquello de que es lo mio y lo único que se hacer medianamente bien. Y no es por ninguna causa destacable, no pido nada, salvo que seas tu quien me escuche, y
no quiero nada más que escribir . Cuando fui feliz jamás tuve
necesidad de hacerlo porque la felicidad nunca ha sido mi musa.
Ha pasado más de un año (ya!) y ninguno de mis dias ha tenido el peso suficiente como para atenuar la presencia de un fantasma que sólo sabe susurrarme recuerdos imborrables. El muy imbécil...
Le he dicho miles de veces que no sea tan vanidoso y que tenga
el valor de contarme él mismo todo aquello que no tenga nada que
ver con la belleza. Y que se atreva a decirme cómo coño viviría sin
el apoyo de once años que, a la vista está, son tan frágiles como
una pavesa. Pero es un contrincante empecinado y sabe discutir
como nadie: Hay unas pequeñas piedras volcánicas, encerradas en
una cajita, que yo me empeño en enseñarle para que vea que están apagadas, que ya no arden y ya no podrán volver a arder nunca más.
No lo entiende y me replica, saliendose por la tangente, que recuerde
que con la tinta de un bolígrafo escribió entre otras la palabra
“siempre”. Nunca y siempre son conceptos sobre los que no nos
ponemos de acuerdo. No comprende que esas piedrecitas únicamente
arden en sueños, cuando su mano intangible e irreal lleva la mia
hacia el fuego. Y que eso y nunca es la misma cosa. (Te lo cuento
porque sé que tu me das la razón a mi y porque que quizás eso
sirva para que el imbécil vea que tengo un aliado muy poderoso y
que él es sólo un maldito descerebrado).
Otras veces finjo ser cruel e intento acusarle de mi vergüenza
cuando voy a ver a mis padres y hay ojos en la calle que me miran
con manifiesta desaprobación; o de mi dolor cuando recuerdo que tuve
una familia maravillosa y muy numerosa de la que me hizo huérfana, mientras él aún sigue siendo hermano de parte de mi propia sangre...
Pero me desarma totalmente guiñandome un ojo con una sonrisa de
medio lado y dándome un golpecito en la barbilla mientras me dice
- “eh- eh, no te pongas así, nenita”.
Hay noches en las que me vuelvo conciliadora y le tiendo mi mano para
que seamos los mejores amigos del mundo. Y entonces no se le ocurre
otra cosa que contarme estupideces que no vienen a cuento:
-“preguntale a un mendigo si quiere ser elevado al trono de un rey
y no creo que ninguno tenga problemas en adaptarse a la riqueza de
lo más alto. Pídele a un rey que descienda a los suburbios y antes
preferirá el anonimato del olvido”. Y asegura que es muy difícil
conformarse con poco cuando se ha caminado por todo el universo;
que un corazón que ama de verdad no concebirá que ninguno de
sus latidos pueda bombear la tibieza de la amistad, aunque ésta
sea algunas veces más leal y duradera que el propio amor, tan rojo y caliente. Y me enseña los dientes y se rie de mi a carcajadas. Y me llama “Preciosa”...
Y así estamos...
Es muy pesado tenerle dándome la paliza con cualquier cosa,
aunque tengo que reconocer que hay tardes, cuando me voy a
los trigales cortados para ver atardecer, que su mano en mi hombro,
como si ya no fuera la de un fantasma, la noto cálida como el sol
que se queda unos instantes inmóvil antes de desaparecer por
completo tras la sierra. Pero no se lo digo, no vaya a pensar que
no puedo vivir sin esa sensación y decida no marcharse nunca y
vencerme con ello.
Antes dije que no pedía nada escribiendo, pero rectificaré:
Cuando la leas, quema la carta o tírala, no sea que la coja el fantasma
y me de con ella en los morros. Déjame por lo menos ponerle contra
las cuerdas y ganarle una batalla, aunque la guerra la haya perdido
yo hace tiempo y para...siempre.
Pido permiso (porque es larga y coñazo) para echarla a volar aquí, de una puta vez...
El reparto de bienes empezó mucho antes de que fuésemos al abogado, al notario, al banco...Tu ya me habías dejado el pasado, para quedarte con
el futuro. Tu llenarías mi ausencia. La tuya, en cambio, me destruiría a mi.
Es doloroso que, cada dia, me tenga que esforzar por recordar que te he perdido.
Hace poco me di cuenta de que, en ocasiones especiales de nuestra vida juntos, quien ha escrito siempre has sido tú.
Tú me escribiste el primer dia que me fui de viaje por un congreso,
tu me escribías desde tu “encierro militar”, tu me diste una carta en la
que me pedías casarte conmigo y una carta dictaminó tu decisión de apartarme de tu vida. El prurito profesional me impulsa ahora, sin ningún motivo determinado, a escribir un ratito, por aquello de que es lo mio y lo único que se hacer medianamente bien. Y no es por ninguna causa destacable, no pido nada, salvo que seas tu quien me escuche, y
no quiero nada más que escribir . Cuando fui feliz jamás tuve
necesidad de hacerlo porque la felicidad nunca ha sido mi musa.
Ha pasado más de un año (ya!) y ninguno de mis dias ha tenido el peso suficiente como para atenuar la presencia de un fantasma que sólo sabe susurrarme recuerdos imborrables. El muy imbécil...
Le he dicho miles de veces que no sea tan vanidoso y que tenga
el valor de contarme él mismo todo aquello que no tenga nada que
ver con la belleza. Y que se atreva a decirme cómo coño viviría sin
el apoyo de once años que, a la vista está, son tan frágiles como
una pavesa. Pero es un contrincante empecinado y sabe discutir
como nadie: Hay unas pequeñas piedras volcánicas, encerradas en
una cajita, que yo me empeño en enseñarle para que vea que están apagadas, que ya no arden y ya no podrán volver a arder nunca más.
No lo entiende y me replica, saliendose por la tangente, que recuerde
que con la tinta de un bolígrafo escribió entre otras la palabra
“siempre”. Nunca y siempre son conceptos sobre los que no nos
ponemos de acuerdo. No comprende que esas piedrecitas únicamente
arden en sueños, cuando su mano intangible e irreal lleva la mia
hacia el fuego. Y que eso y nunca es la misma cosa. (Te lo cuento
porque sé que tu me das la razón a mi y porque que quizás eso
sirva para que el imbécil vea que tengo un aliado muy poderoso y
que él es sólo un maldito descerebrado).
Otras veces finjo ser cruel e intento acusarle de mi vergüenza
cuando voy a ver a mis padres y hay ojos en la calle que me miran
con manifiesta desaprobación; o de mi dolor cuando recuerdo que tuve
una familia maravillosa y muy numerosa de la que me hizo huérfana, mientras él aún sigue siendo hermano de parte de mi propia sangre...
Pero me desarma totalmente guiñandome un ojo con una sonrisa de
medio lado y dándome un golpecito en la barbilla mientras me dice
- “eh- eh, no te pongas así, nenita”.
Hay noches en las que me vuelvo conciliadora y le tiendo mi mano para
que seamos los mejores amigos del mundo. Y entonces no se le ocurre
otra cosa que contarme estupideces que no vienen a cuento:
-“preguntale a un mendigo si quiere ser elevado al trono de un rey
y no creo que ninguno tenga problemas en adaptarse a la riqueza de
lo más alto. Pídele a un rey que descienda a los suburbios y antes
preferirá el anonimato del olvido”. Y asegura que es muy difícil
conformarse con poco cuando se ha caminado por todo el universo;
que un corazón que ama de verdad no concebirá que ninguno de
sus latidos pueda bombear la tibieza de la amistad, aunque ésta
sea algunas veces más leal y duradera que el propio amor, tan rojo y caliente. Y me enseña los dientes y se rie de mi a carcajadas. Y me llama “Preciosa”...
Y así estamos...
Es muy pesado tenerle dándome la paliza con cualquier cosa,
aunque tengo que reconocer que hay tardes, cuando me voy a
los trigales cortados para ver atardecer, que su mano en mi hombro,
como si ya no fuera la de un fantasma, la noto cálida como el sol
que se queda unos instantes inmóvil antes de desaparecer por
completo tras la sierra. Pero no se lo digo, no vaya a pensar que
no puedo vivir sin esa sensación y decida no marcharse nunca y
vencerme con ello.
Antes dije que no pedía nada escribiendo, pero rectificaré:
Cuando la leas, quema la carta o tírala, no sea que la coja el fantasma
y me de con ella en los morros. Déjame por lo menos ponerle contra
las cuerdas y ganarle una batalla, aunque la guerra la haya perdido
yo hace tiempo y para...siempre.
Hemosensual
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Yo me la he leído Asta, escribes muy bien , me ha gustado.