Javier Nart es un puto titán, y quien diga lo contrario no lo ha oído hablar cinco minutos en su puta vida, o carecía de las neuronas necesarias para procesar lo que este señor dice. Tengo un libro suyo de sus andanzas como reportero de guerra que es crema.
Reverte ha envejecido algo peor porque desconectó hace muchos años, y eso se nota mucho en sus opiniones, cuando las dice. En realidad ha sido más listo. Ha asumido que esta casa de putas no tiene remedio, y pasa de todo dedicado a su barco, su biblioteca, sus viajes, la RAE y sus cosas, porque tiene 67 tacos y sabe que lo mismo vive hasta los 90, que pica billete pasado mañana. Y hay muchísimas cosas mejores que hacer que seguir la miseria nacional. Pero en su momento fue otro puto titán, alguien a quien seguir en sus artículos, y con los cojones de acero. Otro reportero de guerra de la misma época que Nart. Los progres no lo aguantan, síntoma inequívoco de cual es el lado correcto de las cosas.
Por lo demás, lo que hagan cuatro monguers subvencionados y lobotomizados en Bruselas, me la trae al pairo totalmente. Fuera de las cuatro cosas que he leído aquí, ni me he enterado. Y que nos llamen franquistas, fascistas y mouriñistas a los españoles, también me la sopla. Tendría cojones que me fuera a importar lo que berrean cuatro analfabetos, anormales supremacistas, mientras cogen un resfriado en Bruselas.