No, no hablo de mantenerse imparcial. Yo personalmente no quiero independencia, quiero que Catalauña siga en Espanya, pero el tema trasciende a lo que yo piense o no.
Usted lo quiere entender desde el prisma que yo paso de todo o que todo me da igual, no. Lo que digo es que es un tema cansino, que llega al hartazgo, que se está alargando, que no conduce a nada más que a un conflicto que tiene visos de ser peligroso. Y en eso ambas partes implicadas o interesadas tienen su parte de culpa, no se los porcentajes de esa culpa, pero ambos podrían haber hecho las cosas mejor.
No estoy hablando de cosas impepinables como el DNI, o como que todos los catalanes o todos los españoles son esto o lo otro. Usted, como poseedor de su razón, reconocerá que hay cosas que no se han hecho bien.
Y ese hartazgo al que mencionaba antes, hace que cada vez más gente mire todo este tema con indiferencia. Por que diga lo que se diga, siempre habrá uno u otro que censuraran no una postura imparcial, sino una postura de estar hasta los cojones de todo.
Entenderá usted, que desde fuera de Cataluña, las cosas se ven diferentes no en cuanto a la política, sino en el día a día que es lo que importa. Aquí, se ha conseguido que el debate llegue a cualquier rincón, sea laboral, familiar... Yo llegué a un punto que cuando me hablaban de la independencia gritaba viva españa, y cuando me hablaban de la unidad gritaba viva cataluña simplemente por tocar los cojones.
Por que así es como estamos. Y no me quiero ni imaginar como deben estar en los pueblos de pocos habitantes, donde ya empiezan a señalar con el dedo a los que no piensan como ellos.