Boniato
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Nadie ha dicho que sea lo mismo, ignorante con ínfulas, era un ejemplo para señalar que la mala imagen no la da la "yogurtera" en la puerta de la Generalitat o los policías con cajas de cartón saliendo de Génova, sino las personas que obligan a los FCSE y a la Justicia a actuar.Claro, claro.
Porque es exactamente lo mismo el latrocinio generalizado de una asociación delictiva camuflada como partido político que el hecho de forzar la legalidad por el mandato de 2 millones de personas que se sienten maltratadas por el estado y expresan su hartazgo con el deseo de crear una legalidad nueva y un naciente estado. Seguro que a la historia pasaron de la misma manera Luis Candelas y José Marti, ya que, según la legalidad española ambos fueron delincuentes. Y seguro que el señor moderadamente culto de Hamburgo o Tokio no ve la diferencia entre una cosa y la otra.
Y lo marcado en negrita es para que quede constancia de la basura moral que eres y de cómo moldeas la realidad usando palabras duras o un amable eufemismo según te conviene. Serías un buen político independentista. Lo del PP es latrocinio generalizado, una asociación delictiva. Bien, estoy de acuerdo. Pero que unos politicuchos se inventen un mandato QUE NO EXISTE; que mientan sistemáticamente no solo al resto de España, sino a su propia gente; que alimenten con mentiras y medias verdades el sentimiento de agravio; que nunca jamás participan en actos institucionales estatales (como la reunión de presidentes de CCAA) pero se quejan amargamente de que nadie quiere dialogar con ellos; que adoctrinan y usan a niños; que han bloqueado durante años la actividad parlamentaria (salvo para sus mierdas soberanistas, claro) mientras sanidad, educación, etc. se degradaban; que pisotean la Constitución, el Código Penal, el Estatut de Cataluña y otras mil leyes; que provocan y alimentan un conflicto que podría haber costado vidas para luego, en la más ruin vuelta de tuerca, mentir y afirmar que el Estado amenazó con muertos; que declaran una independencia del chichinabo que los deja, a ellos, a Cataluña y de rebote a España, como el hazmerreír de medio mundo; que generan una situación de inestabilidad económica que ha costado la fuga de miles de empresas y posiblemente pérdidas por valor de cientos, si no de miles, de millones de euros; que obligan al Estado y a la Justicia a actuar para luego llorar a moco tendido porque, oh, sorpresa, estos actúan; que hablan de golpe de estado (por el 155) y presos políticos sin ruborizarse un poquito; todo ello aliñado con la coletilla de franquista, como no, un tipo que dentro de no mucho hará medio siglo que palmó. Eso, todo eso, es simplemente forzar la legalidad. Te faltó decir "un poquito", "forzar un poquito la legalidad".
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