Casillas no se tira, otra cosa es que diga que le han dado donde no le han dado, pero tirarse no se tira, sino que Yeste le tira. Tarjeta amarilla a Casillas por ir corriendo dando voces a Yeste, expulsión a Yeste por darse la vuelta y arremeter contra Casillas derribándole y punto pelota. No tiene más historia ni más vuelta de hoja.
A mí el partido me gustó, la verdad. A falta de juego preciosista y artístico, al menos tuvo gol, lucha y brega, y hasta hostias en la cara. El Bilbao, incapaz de jugar al fútbol, salió a dar hostias; el Madrid, semi-incapaz de jugar al fútbol, a ratos las dio, otros las devolvió y entre medias jugó algo. El árbitro, incapaz de controlar el partido, repartió tarjetas sin sentido ni medida, señalando más rojas a gente que no estaba dando hostias porque ni estaba en el ring, digo en el campo, que a la gente que sí las estaba dando. Que el Athletic aún debió quedarse con menos es cierto, que el Madrid podría y hasta debía haberse quedado con menos también. La victoria del Madrid no se vio influida por el árbitro, en lo que influyó el árbitro fue en que el partido fuera más bronco de lo normal, pero no en el resultado.