Pontecorvo
Freak
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Finiquitado por fin el último episodio.
El guión me ha gustado especialmente, está muy bien estructurado y es conciso. Claridad expositiva y precisión a la hora de abordar los hechos con lo que el espectador nunca pierde visión de altura ni tampoco está confuso (y eso a pesar de los conceptos científicos relativamente complejos que tienen lugar alrededor de un reactor nucelar). De hecho es lo contrario: es fácil empatizar apretando mucho el culo, eso sí. Una auténtica lección narrativa. Además el chupinazo es increíblemente real.
Lo que no me ha gustado del final es subrayar machaconamente con negritas el mensajito de "REPETIMOS: MENTIR NO ESTÁ BIEN, ESTÁ MAL" en vez de dejar que la gente se saque sus propias conclusiones. Sentir que un guionista me pone los ruedines traseros le quita a la moraleja que se pretende transmitir la contundencia deseada, tal y como yo lo veo.
Habéis mencionado la polémica de la tipa que dijo que debería haber más negros. La verdad es que el personaje (inventado) de Emily Watson tampoco es tan distinto. Quicir, está ahí como cuota chochil y es tan puro y virtuoso moralmente hablando que casi parece una abstracción (bueno de hecho lo es). Realmente contrasta mucho con toda la ineptitud masculina que vemos desfilar.
El guión me ha gustado especialmente, está muy bien estructurado y es conciso. Claridad expositiva y precisión a la hora de abordar los hechos con lo que el espectador nunca pierde visión de altura ni tampoco está confuso (y eso a pesar de los conceptos científicos relativamente complejos que tienen lugar alrededor de un reactor nucelar). De hecho es lo contrario: es fácil empatizar apretando mucho el culo, eso sí. Una auténtica lección narrativa. Además el chupinazo es increíblemente real.
Lo que no me ha gustado del final es subrayar machaconamente con negritas el mensajito de "REPETIMOS: MENTIR NO ESTÁ BIEN, ESTÁ MAL" en vez de dejar que la gente se saque sus propias conclusiones. Sentir que un guionista me pone los ruedines traseros le quita a la moraleja que se pretende transmitir la contundencia deseada, tal y como yo lo veo.
Habéis mencionado la polémica de la tipa que dijo que debería haber más negros. La verdad es que el personaje (inventado) de Emily Watson tampoco es tan distinto. Quicir, está ahí como cuota chochil y es tan puro y virtuoso moralmente hablando que casi parece una abstracción (bueno de hecho lo es). Realmente contrasta mucho con toda la ineptitud masculina que vemos desfilar.