miliu
Cronista Alanordista
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Yo, si hubiese realmente un entrenador, un equipo, un capitán con cojones, al primer robo que te planten me siento en el suelo.
Y que marquen los que quieran y salga en todo el mundo.
Básicamente eso pasó en los años treinta en el Bernabéu. Iban los gitanos perdiendo de tal manera que gol legal que les metían el árbitro se inventaba algo ridículo y lo anulaba.
El presidente o el entrenador del Valencia en aquel entonces, Cirilo Amorós, entró en el campo y les dijo a los jugadores que se iban de allí. Y se largaron.
Una copa de cartón para el palmarés de los gitanos, una de tantas.
Está el video por internet, no es difícil de encontrar.
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