Pues sí, Reino Unido retrasa otras
4 semanas el fin de todas las restricciones, incialmente previsto para el 21 de junio.
Es una mala noticia, porque los países con tasas altas de vacunación son, en teoría, los modelos a seguir.
Sin querer caer en la paranoia, siempre he sospechado, y aquí lo he dicho varias veces, que los anuncios de la vuelta a la normalidad no me los terminaba de de creer.
En España, donde todo está centrado en el famoso "70% de la población vacunada", me da a mí que vamos a tener un paso atrás y cuando lleguemos a la cifra 'mágica', prevista para finales de agosto o principios de septeimbre, nos saldrán con todo tipo de excusas (todas apocalípticas, claro) para convencernos de que tenemos que seguir viviendo "un poco más de tiempo" bajo el paraguas de las restricciones y el bozal en boca.
Hay intereses en que siguamos sometidos y en que la vida no vuelva a la normalidad. Parece que los hay.
De los titulares de mierda de los periódicos o de los nuevos profetas del apocalípsis Covid (como la cardióloga esa, o el médico de urgencias que suelta su profecías en La Sexta), ni hablo, ¿para qué? Que les den a todos por culo.