Os comenté a finales de 2021, por estas fechas, que en 2022, por estas fechas también, estaríamos igual. Y así es. Ha sido llegar finales de octubre, acercarnos ya a noviembre, y comenzar el gallinero a agitarse y los profetas a proclamar de nuevo el terror.
Y el año que viene será exactamente lo mismo. Y al otro, y al otro...
No veo ya un futuro de convivencia normalizada. Lo de la obesiión de las masacrillas algún día dará para tesis doctorales.
Pero que ya da igual. Que no es cuestión de razones sanitarias ni de nada de eso, es por antojos políticos, de cobardes y a complejados que a la mínima que haya alguien con gripe imponen corriendo cosas para que así nadie les pueda pedir luego responsabilidades.
Y no ya es el Covid, es que, como dije en su momento, se está usando la excusa a nuestra amiga la gripe común como justificante para imponer medidas. La gripe. ¡Dios mío, que viene la gripe! Ahora la gripe da miedo, terror y pánico y son muy necesarias las medidas.
Dicen los expertos que lo de mantener la mascarilla en el transporte puede parecer contradictorio. Hombre, yo creo que no es que lo parezca, es que lo es. Lo de tener que pillar un autobús o un tranvía y tener que ponerte el trapo para ir a un estadio con cien mil personas sin trapo o a una sala de conciertos con 15.000 personas sin trapo, es algo más que contradictorio.
Pero los expertos, insisten, en que puede "ayudar" a controlar no sé qué, pero lo mejor es cuando dicen: "además sirve para que la gente no se olvide que esto no ha terminado". Toma medida basada en la ciencia.
Ya en el verano, los de siempre, tambien pedían la vuelta de las mascaarillas a interiores cuando empezó la ola del veranito. Luego se callaron cuando, pasado el tiempo, vieron que la incidencia en hospitales, UCI, era mínima, a pesar de que la ola del verano se especula que fue la mayor de todas. En el verano estuve leyendo a algunos médicos que se quejaban de que el Gobierno "nos ha dado libertad total" y se preguntaban por qué no imponían restricciones.
Veremos a ver qué pasa ahora, porque lo están volviendo a pedir y no se descarta, no sólo que no quiten las de transporte, que no las quitan, si no que volvamos a antes del 20 de abril de 2022 y de nuevo nos obliguen a usar la mascarilla en todos los interiores. Ya me veo otras Navidades destrozasas por el terror, el miedo: "mejor suspendemos la cena de empresa.. que no están las cosas para bromas". Y ya me veo de nuevo a las teles pidiendo que pongas a la abuela sola en el balcón en la cena de Navidad y que cenes con las ventansa abiertas y dos abrigos puestos. No se me olvidará aquella captura de La Sexta que puso un forero al año pasado: "Cena de Navidad, peligro mortal".
Y así en un bucle infinito. Como el virus y la gripe no van a desaparecer, siempre, SIEMPRE, van a tener la excusa para imponer y para obligar, y la excusa para extender el terror.
Y los de los centros de salud alarmados porque vaya gente en otoño con dolor de garganta o algo de tos. Lo nunca visto.
En fin, que no hay solución. Para haberla tendría que haber un cambio de gobierno y que la actuación política fuera radicalmente diferente en esta cuestión. Y eso con Feijoó no va a pasar.
Acordaos de lo que os digo: En España, Mascarillas para siempre en centros de salud, hospitales y residencias. Y mascarillas para siempre en interiores y transporte público, de noviembre a marzo o abril. PARA SIEMPRE.
Esa es la vida que se nos viene.