No obstante, los expertos señalan que aunque no hay una sola causa para estas muertes inesperadas, el confinamiento pudo crear mucha enfermedad -hipertensión, diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad mental…– y junto con los retrasos en los diagnósticos de patologías potencialmente mortales y las «estrictas» medidas aplicadas durante la pandemia el resultado está dando la cara ahora. «Estamos pagando las consecuencias de una situación que se ha cronificado», apuntaba en septiembre a THE OBJECTIVE Rafael Toledo, catedrático en inmunoparisitología de la Universidad de Valencia.
De esta forma, Rafael Toledo hace hincapié en la «extraordinaria» situación que hemos vivido desde 2020 que «indudablemente» han traído consecuencias. En este sentido también se pronunciaba a este periódico la médica y bioeticista Mónica Lalanda, que apunta que España ha estado a la cabeza de Europa a la hora de aplicar restricciones para limitar el contacto social, imponer el uso de la mascarilla.
Y es que los expertos aseguran que el uso de las mascarillas con la falta de contacto han podido debilitar nuestro sistema inmunitario alterando la normal circulación de virus y bacterias.
Estas cosas que se dicen ahora, se decían hace dos años por parte de algunos profesionales valientes que, inmediatamente, eran tachados de terroristas, irresponsables y negacionistas. Ya lo advirtieron muchos oncólogos y cardiólogos en su momento a los que nadie hizo caso.
Ahora estamos pagando las SALVAJADAS que nos han aplicado. Esas SALVAJADAS de medidas que, aún hoy, siguen vigentes en algunos ámbitos, porque hay que seguir con el cuento hasta el infinito, unido al hecho de la caída brutal en los porcentajes de diagnósticos de enfermedades potencialmente graves, ha traído como consecuecia lo que estamos viviendo.
Si te hacen más débil por culpa de las absurdas medidas y restricciones y no puedes, además, acceder a un diagnóstico para una enfermedad incipiente porque han dejado la sanidad hecha una mierda que sólamente se ocupaba y/o impoortaba el puto Covid, pues pasa lo que tiene que pasar. El país de lo diagnósticos por teléfono. El país donde habalr con tu medico de primaria era más complicado que verte con el presidente del gobierno.
Y ahora lo estamos pagando.
Y es que hasta el momento, ni el Ministerio de Sanidad ni ninguna administración sanitaria pertinente han sabido dar una explicación, ni en público ni en privado, a lo que está sucediendo–este periódico ha contactado reiteradas veces con el departamento de Carolina Darias, sin recibir respuesta–.
No es que no sepan dar una explicación, es que no quieren, porque lo que está pasando lo han creado ellos mismos con su fanatismo, con la locura en la que nos envolvieron a todos desde marzo de 2020, ayudados, por supuesto, por todos los medios de comunicación.
En lugar de hacer frente a a situación de una forma racional, como sí han hecho en otros países, aquí se decidió que todo el país se fuera por el abismo del terror, del miedo, de la locura, la demencia y la irrealidad y distopía más distópica.
Y nosotros, APLAUDÍAMOS esas medidas y pedíamos más restricciones mientras que en otros países que también tenían, luchaban en las calles porque se las quitaran, mientras en otros las medidas restrictivas eran prácticamente inexistentes.
Buenas tardes.