Idi Amin
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- 16 Ago 2009
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Hola, amigos, estoy de vuelta, no he podido mantener el hilo muy actualizado, he estado ocupado últimamente. Sigamos con más ciudades chinorris:
Pekín
De Pekín no puedo hablar demasiado, sólo estuve dos días, así que me limité a lo más turístico. Pero bueno, os cuento lo que pueda.
No tenía mucha fe en Pekín, mucha gente me había dicho que era una ciudad sucia y desagradable. De hecho es cierto, la polución es un problema grave en la ciudad, pero cuando yo fui tuve un par de días magníficos, con el cielo completamente azul y claro. Eso sí, más frío que robando pingüinos.
Cogí un hotel excelente, a 3 minutos andando de la Plaza de Tiananmen.
La Plaza de Tiananmen (天安門, "puerta de la paz celestial") me pareció un sitio acojonante. Sobrecoge lo enorme que es. Me gustó esa mezcla de planificación urbana a lo soviético con la entrada milenaria de la Ciudad Prohibida.
En el centro de la plaza había una puerta medieval, se la cargaron para construir el Mausoleo de Mao:
Si queréis visitar el Mausoleo algún día, tened en cuenta que tiene unos horarios de visita absurdos: de 8 a 12 de la mañana, creo recordar. Hay que estar preparado también para aguantar una cola bastante larga, la cola avanza rápido, así que se tarda menos de lo que parece cuando ves la cola. No se puede entrar con una cámara de fotos (yo iba con un amigo, él tenía cámara, así que nos hicieron hacer una cosa muy absurda, lo retuvieron a él a la entrada con la cámara, diciéndome que entrase yo primero solo y que luego cuando saliese guardase yo la cámara para que él pudiese entrar).
A la entrada se pueden comprar flores para ofrecérlas a Mao.
La visita es dirigida, te pones en una cola que va avanzando y no puedes parar. Lo primero es una gran sala con una estatua enorme blanca de Mao sentado (no puedo encontrar fotos de esa sala) donde la gente le deposita las flores. Luego se pasa a la estancia donde se encuentra el cadáver del Gran Timonel.
Todas las fotos son una caca, no transmiten para nada la solemnidad del lugar, está todo bastante oscuro menos el féretro claro. Se tiene aproximadamente medio minuto para verlo mientras avanza la cola. El silencio y el respeto son absolutos.
Al salir del Mausoleo a la derecha se encuentra el Gran Salón del Pueblo, el Parlamento de China. Puede parecer un lugar sin mucho encanto, pero a mí los sobrios edificios comunistas me la ponen bastante dura y Pekín está lleno de ellos:
Si se sigue andando hacia el sur se llega al parque donde está el Templo del Cielo:
Un sitio que impresiona por su armonía, simetría y belleza. Realmente el nombre correcto es Altar del Cielo, pues es donde se hacían las ofrendas para las buenas cosechas y tal. Aunque también está lleno de turistas, todo el recinto está en relativa calma y tranquilidad, un buen contraste después de Tiananmen.
Pero bueno, me he desviado un poquito. Sigamos en la Plaza de Tiananmen. En la cara norte, tenemos la entrada de la Ciudad Prohibida:
Tenemos el famoso retrato de Mao. Cuidadito que un pobre hombre que le tiró huevos en los años 80 se pasó 17 años a la sombra. Las inscripciones a ambos lados son las siguientes:
中华人民共和国万岁: Larga vida a la República Popular China.
世界人民大团结万岁: Larga vida a los pueblos de la Tierra.
Pocas veces he pasado tanto frío en mi vida como en ese lugar. Chinos llegados de todas las partes de China andan haciéndose fotos por ahí y muchos quisieron posar conmigo para inmortalizar esa visita tan importante en sus vidas. Cuando dejaba a uno, enseguida me veía abrazado a otro. Mujeres dándome a sus bebés para posar con ellos. Muy divertido pero al rato un coñazo porque no hay forma de librarse.
Una vez dentro de la Ciudad Prohibida, la locura. Es un sitio inabarcable, por su tamaño, su grandeza y su riqueza cultural e histórica. Palacios, fortalezas, templos, murallas, jardines...
Una de las esquinas desde fuera del recinto:
Hay que ser conscientes que hace siglos entrar en ella sin permiso podría costarte la vida. ¿Qué pensarían los ciudadanos de Pekín de hace siglos al ver esa misteriosa y enorme muralla en el centro de la ciudad?
Al norte de la Ciudad Prohibida está el Parque Jingshan, que tiene una minimontaña:
Muy recomendable subir hasta arriba para disfrutar de magníficas vistas de la Ciudad Prohibida.
Moverse en Pekín es sencillo: el metro es excelente. Una cosa bastante curiosa es la publicidad que hay en algunos trayectos. A ver si alguien me explica cómo funciona, he encontrado vídrio en Youtube:
Cuidado con los taxis porque los atascos a según qué hora son muy habituales y te puedes tirar dos horas en la misma calle.
Mañana os cuento más de Pekín y de la Gran Muralla.
Pekín
De Pekín no puedo hablar demasiado, sólo estuve dos días, así que me limité a lo más turístico. Pero bueno, os cuento lo que pueda.
No tenía mucha fe en Pekín, mucha gente me había dicho que era una ciudad sucia y desagradable. De hecho es cierto, la polución es un problema grave en la ciudad, pero cuando yo fui tuve un par de días magníficos, con el cielo completamente azul y claro. Eso sí, más frío que robando pingüinos.
Cogí un hotel excelente, a 3 minutos andando de la Plaza de Tiananmen.
La Plaza de Tiananmen (天安門, "puerta de la paz celestial") me pareció un sitio acojonante. Sobrecoge lo enorme que es. Me gustó esa mezcla de planificación urbana a lo soviético con la entrada milenaria de la Ciudad Prohibida.
En el centro de la plaza había una puerta medieval, se la cargaron para construir el Mausoleo de Mao:
Si queréis visitar el Mausoleo algún día, tened en cuenta que tiene unos horarios de visita absurdos: de 8 a 12 de la mañana, creo recordar. Hay que estar preparado también para aguantar una cola bastante larga, la cola avanza rápido, así que se tarda menos de lo que parece cuando ves la cola. No se puede entrar con una cámara de fotos (yo iba con un amigo, él tenía cámara, así que nos hicieron hacer una cosa muy absurda, lo retuvieron a él a la entrada con la cámara, diciéndome que entrase yo primero solo y que luego cuando saliese guardase yo la cámara para que él pudiese entrar).
A la entrada se pueden comprar flores para ofrecérlas a Mao.
La visita es dirigida, te pones en una cola que va avanzando y no puedes parar. Lo primero es una gran sala con una estatua enorme blanca de Mao sentado (no puedo encontrar fotos de esa sala) donde la gente le deposita las flores. Luego se pasa a la estancia donde se encuentra el cadáver del Gran Timonel.
Todas las fotos son una caca, no transmiten para nada la solemnidad del lugar, está todo bastante oscuro menos el féretro claro. Se tiene aproximadamente medio minuto para verlo mientras avanza la cola. El silencio y el respeto son absolutos.
Al salir del Mausoleo a la derecha se encuentra el Gran Salón del Pueblo, el Parlamento de China. Puede parecer un lugar sin mucho encanto, pero a mí los sobrios edificios comunistas me la ponen bastante dura y Pekín está lleno de ellos:
Si se sigue andando hacia el sur se llega al parque donde está el Templo del Cielo:
Un sitio que impresiona por su armonía, simetría y belleza. Realmente el nombre correcto es Altar del Cielo, pues es donde se hacían las ofrendas para las buenas cosechas y tal. Aunque también está lleno de turistas, todo el recinto está en relativa calma y tranquilidad, un buen contraste después de Tiananmen.
Pero bueno, me he desviado un poquito. Sigamos en la Plaza de Tiananmen. En la cara norte, tenemos la entrada de la Ciudad Prohibida:
Tenemos el famoso retrato de Mao. Cuidadito que un pobre hombre que le tiró huevos en los años 80 se pasó 17 años a la sombra. Las inscripciones a ambos lados son las siguientes:
中华人民共和国万岁: Larga vida a la República Popular China.
世界人民大团结万岁: Larga vida a los pueblos de la Tierra.
Pocas veces he pasado tanto frío en mi vida como en ese lugar. Chinos llegados de todas las partes de China andan haciéndose fotos por ahí y muchos quisieron posar conmigo para inmortalizar esa visita tan importante en sus vidas. Cuando dejaba a uno, enseguida me veía abrazado a otro. Mujeres dándome a sus bebés para posar con ellos. Muy divertido pero al rato un coñazo porque no hay forma de librarse.
Una vez dentro de la Ciudad Prohibida, la locura. Es un sitio inabarcable, por su tamaño, su grandeza y su riqueza cultural e histórica. Palacios, fortalezas, templos, murallas, jardines...
Una de las esquinas desde fuera del recinto:
Hay que ser conscientes que hace siglos entrar en ella sin permiso podría costarte la vida. ¿Qué pensarían los ciudadanos de Pekín de hace siglos al ver esa misteriosa y enorme muralla en el centro de la ciudad?
Al norte de la Ciudad Prohibida está el Parque Jingshan, que tiene una minimontaña:
Muy recomendable subir hasta arriba para disfrutar de magníficas vistas de la Ciudad Prohibida.
Moverse en Pekín es sencillo: el metro es excelente. Una cosa bastante curiosa es la publicidad que hay en algunos trayectos. A ver si alguien me explica cómo funciona, he encontrado vídrio en Youtube:
Cuidado con los taxis porque los atascos a según qué hora son muy habituales y te puedes tirar dos horas en la misma calle.
Mañana os cuento más de Pekín y de la Gran Muralla.