[El Anecdotón]
Sicilia, año...
No, Nuevo Estadio José Zorrila, año... Hace mucho, partido contra el Celta.
Iba yo al estadio sin meterme con nadie y con mi bufanda del Pucela, que tiene un ribete con la bandera de España, y detrás mío me empieza a vocear un fulano en un idioma incomprensible. Me di la vuelta y, efectivamente, era él.
Metro noventa, 40 kilos de peso, jamaroso, rapao, le faltaban los dos paletos y, efectivamente, celtarra. Resulta que se estaba metiendo conmigo por la banderita, y lo que decía lo decía en castellano, pero como se le escapaba el aire - y por el cuelgue - no se le entendía.
Valoré las opciones, hasta que descubrí que el muy colgao se había separado del grupo y estaba solo, a 25 metros delante de los mataos de los Ultravioleta, que eran unas nenas, pero eran como 50 y algunos iban a mi clase. Hablo de los fundadores, que Tumorcito no habría ni nacido.
Así que le dije, mira chaval, mira detrás tuyo. El tipo miró y se puso más pálido incluso. Acto seguido se volvió, adoptó la posición de Gollum y me miró dócil.
Justo en el momento en el que iba a hacer dos cosas a la vez - que uno es muy macho pero no de Texas y puede - esto es, pegarle una patada en la boca y pegar una voz al grupo, el fulano se meó y se cagó encima.
Me di la vuelta y me piré, sin esperar a la golor.
[/El Anecdotón]