G
Guest
Guest
https://groups.msn.com/RecetasSecre...ction=view_list&row=11&viewtype=2&sortstring=
Fue en el año 1683, los soldados otomanes al mando del gran visir Mustafá Pachá, que habían ya conquistado Hungría y todas las naciones que recorre el Danubio, pusieron cerco a Viena, último baluarte en que la Cristiandad mantenía su resistencia a las hordas musulmanas turcas. A pesar de sus repetidos asaltos, éstas no habían conseguido quebrantar la resistencia de los vieneses.
Los turcos decidieron entonces tomarlos por sorpresa y recurrieron a una estratagema. Idearon socavar el terreno, a fin de que una trinchera o corredor pasara por debajo de las murallas, hasta desembocar en el centro de la ciudad. Para no ser descubiertos trabajaban sólo por la noche, pero no se habían percatado de que los panaderos también trabajaban a esas horas. Estos oyeron el ruido que hacían los turcos con las palas y picos, y dieron la voz de alarma. De manera que los defensores fueron los que sorprendieron a los turcos, obligándoles a levantar el sitio y Viena fue salvada gracias a sus panaderos.
El emperador de Austria, Lepoldo I, en recompensa, les concedió honores y privilegios; el derecho de usar espada al cinto fue el más apreciado.
Los panaderos, agradecidos, inventaron dos panes: uno al que le pusieron el nombre de "emperador", y otro, al que llamaron "croissant", o sea "media luna" y "Halbmond" en idioma alemán, como mejor mofa del emblema de los musulmanes turcos.
Desde entonces el croissant invadió Europa y el mundo, hasta que los franceses (no sería el primer caso…) lo hicieron "suyo", dándole la nacionalidad y oficializándolo con este nombre.
Creo llegado el momento de deshacer agravios históricos. Los nuevos tiempos exigen gestos que nos hermanen con nuestros compatriotas árabes venidos de sur como ya pasó con el Apostol de Santiago o el escudo de Aragón.
Desde estas líneas sugiero elevar a la Ministra de Agricultura nuestra más furibunda protesta por permitir que día tras día millones de europeos desayunen croissants. Por no hablar de los que introducen en ellos mermelada de fresa. Una descarada alegoría de sangre.
Con lágrimas en los ojos, queridos foreros os pido que os unáis a mí en esta iniciativa. BOICOT AL CROISSANT.
Fue en el año 1683, los soldados otomanes al mando del gran visir Mustafá Pachá, que habían ya conquistado Hungría y todas las naciones que recorre el Danubio, pusieron cerco a Viena, último baluarte en que la Cristiandad mantenía su resistencia a las hordas musulmanas turcas. A pesar de sus repetidos asaltos, éstas no habían conseguido quebrantar la resistencia de los vieneses.
Los turcos decidieron entonces tomarlos por sorpresa y recurrieron a una estratagema. Idearon socavar el terreno, a fin de que una trinchera o corredor pasara por debajo de las murallas, hasta desembocar en el centro de la ciudad. Para no ser descubiertos trabajaban sólo por la noche, pero no se habían percatado de que los panaderos también trabajaban a esas horas. Estos oyeron el ruido que hacían los turcos con las palas y picos, y dieron la voz de alarma. De manera que los defensores fueron los que sorprendieron a los turcos, obligándoles a levantar el sitio y Viena fue salvada gracias a sus panaderos.
El emperador de Austria, Lepoldo I, en recompensa, les concedió honores y privilegios; el derecho de usar espada al cinto fue el más apreciado.
Los panaderos, agradecidos, inventaron dos panes: uno al que le pusieron el nombre de "emperador", y otro, al que llamaron "croissant", o sea "media luna" y "Halbmond" en idioma alemán, como mejor mofa del emblema de los musulmanes turcos.
Desde entonces el croissant invadió Europa y el mundo, hasta que los franceses (no sería el primer caso…) lo hicieron "suyo", dándole la nacionalidad y oficializándolo con este nombre.
Creo llegado el momento de deshacer agravios históricos. Los nuevos tiempos exigen gestos que nos hermanen con nuestros compatriotas árabes venidos de sur como ya pasó con el Apostol de Santiago o el escudo de Aragón.
Desde estas líneas sugiero elevar a la Ministra de Agricultura nuestra más furibunda protesta por permitir que día tras día millones de europeos desayunen croissants. Por no hablar de los que introducen en ellos mermelada de fresa. Una descarada alegoría de sangre.
Con lágrimas en los ojos, queridos foreros os pido que os unáis a mí en esta iniciativa. BOICOT AL CROISSANT.