Dejo a gente por el camino constantemente y creo que debe hacerse más.
La gente no entiende que el 95% de las personas con las que habla durante el día tiene una relación meramente instrumental. Cuando terminé el máster me borré del grupo de Whatsapp el mismo día y no fui a la comida que habían montado, ni a la graduación. ¿Por qué? Pues porque no tengo interés en ellos, y sé que es una relación instrumental pura y dura que se diluirá como un azucarillo a los cuatro días. En el mundo corporativo se le llama networking, en el mundo rural, ser amigos mientras haya vino.
Cuando he cambiado de trabajo, sé por experiencia que los compañeros con los que te llevabas estupendamente, al día siguiente ya no se acuerdan de ti, y a veces te los cruzas por la calle y te haces el loco. Es así la vida.
Hay que avanzar, hay que apartar las ramas y eso supone abandonar a gente en el camino. Ellos no lamentan la pérdida, os lo aseguro. En este mundo cada uno va a lo suyo.