Demostración de la existencia del amor eterno.

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Werther
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

Werther

RangoVeterano
Registro
16 Mar 2004
Mensajes
1.805
Reacciones
3
Siempre sospeché que María sentía por mí algo más profundo que una simple atracción. En el instituto ella en todo momento se prestaba a dejarme los apuntes cuando yo faltaba a clase; al iniciar el curso procuraba sentarse junto a mí y siempre que hablaba conmigo sus ojos se iluminaban como dos estrellas. Después llego la época universitaria y María tuvo que partir a Valencia para cursar filología clásica. Desde allí me llamaba por teléfono continuamente para interesarse por mí y siempre que regresaba algún fin de semana o en vacaciones quedábamos para contarnos nuestras experiencias universitarias. Sus notas eran extraordinarias. Nunca le conocí por aquel período ningún novio: era muy tímida y yo creí que esa sería la razón. Tras terminar mis estudios y conseguir trabajo, me compré un piso y me fui a vivir solo. María siempre estaba ahí, cuando caía enfermo se prestaba a cuidarme: venía todos los días a hacerme la comida, me compraba los medicamentos y me observaba la fiebre dándome un beso en la frente; cuando estaba aburrido la llamaba y nunca me decía no a quedar para tomarnos algo; cuando me echaba novia se alegraba tristemente por mí. Yo siempre he pagado esa bondad con indiferencia. El sábado pasado la invité a cenar a mi casa. Cuando abrí la puerta ella estaba allí más bella que nunca. Se había vestido para la ocasión un vestido azul de tirantes que dejaba descubierta su blanca espalda de nieve. La sorpresa me inmovilizó; toda ella brillaba en la intensa sombra del umbral de mi casa como una piedra preciosa. Durante la cena nuestra conversación osciló desde el idealismo trascendental alemán a Salsa Rosa; desde las Guerras Médicas al Tomate; nos reímos mucho. Ella se levantó para recoger la mesa y yo hice lo propio. En medio del comedor nos cruzamos y en el instante que estuvimos así, cara a cara, mis ojos bebieron de los suyos. Se fue a la cocina nerviosa y se puso a fregar los platos. Yo me coloqué tras ella, la cogí de la cintura e inclinándome suavemente besé su cuello. Ella se dio la vuelta instintivamente y muy nerviosa, pero su indefensión era total: mis dos brazos la rodeaban…
Otro día si acaso termino y así os demuestro con un hecho verídico que el amor eterno existe.
 
Caramba conoces de toda a Maria.¿Y no te la has follado?.Si es tan entregada a las tareas del hogar presentamela que a mi no se me escapa,pero bueno si esto es el amor eterno....yo lo llamo explotar a una amiga haciendola ojitos...
 
jay rebuznó:
Caramba conoces de toda a Maria.¿Y no te la has follado?.Si es tan entregada a las tareas del hogar presentamela que a mi no se me escapa,pero bueno si esto es el amor eterno....yo lo llamo explotar a una amiga haciendola ojitos...
Espérese a que termine la historia, si la termino, para opinar.
 
No la dejes escapar. Hay muy pocas así.
 
No escatime en detalles y continue usted con el relato...
Perdon.
 
María debio de ser (y sigue siendo) el tipico bicho raro feo de la clase, que nunca se comía un rosco, y dibujaba corazoncitos imaginando que algún día sería tu mujersita.

Hoy en día sigue siendo la misma solterona virgen que se emociona con el final de titanic; y tú, después de haber mojado el churro en tus años mozos por dios sabe donde, te sientes algo solo en la vida por lo que, irremediablemente, ahora empiezas a ver a María como la tabla de salvación de esa soledad de los 30 que te inunda cuando recibes las invitaciones de boda de tus compañeros, amigos y familiares de tu edad.

Sabes que ella nunca te fallará :wink:

FIN
 
Pues yo que tu colega no la dejaria escapar, quedan pocas personas asi.

Enhorabuena, yo tambien creo en el amor eterno.
 
Maloso rebuznó:
María debio de ser (y sigue siendo) el tipico bicho raro feo de la clase, que nunca se comía un rosco, y dibujaba corazoncitos imaginando que algún día sería tu mujersita.

Hoy en día sigue siendo la misma solterona virgen que se emociona con el final de titanic; y tú, después de haber mojado el churro en tus años mozos por dios sabe donde, te sientes algo solo en la vida por lo que, irremediablemente, ahora empiezas a ver a María como la tabla de salvación de esa soledad de los 30 que te inunda cuando recibes las invitaciones de boda de tus compañeros, amigos y familiares de tu edad.

Sabes que ella nunca te fallará :wink:

FIN


Yo estoy bastante de acuerdo con Maloso, eh...

Aunque con el tema del amor eterno, claro que creo en él. De todas maneras no veo que tiene que ver el amor eterno con tu historia, a no ser que tenga una continuación que lo aclare.
 
¿Y digo una cosa? (y no es por cortar el buen rollo)

Aquí me gustaría ver la frase de:

"Cuando nos ven como amigos la cagamos bien cagada"

¿Ella era amiga tuya o no?, mas que nada es para confirmar la frase.

Por lo demás, me alegro por tí.
 
Me ha gustado la historia, la has contado con suma delicadeza.
Por lo que cuentas parece una chica que merece la pena. Una especie de patito feo convertido ahora en cisne. No la dejes escapar.
 
Muy cardo sería para que con lo obvio no hubieras hecho nada antes en todos esos años. ¿Sigue siendo virgen?
 
Supongo que lo que has contado será el inicio de la historia.

Enhorabuena, yo igual que dejé de creer en dios tengo miedo de que quizá algún día deje de creer en el amor. Soy muy joven aún y todavía creo en él pero me quedan pocas balas en la recámara.
 
Werther, qué bonita historia. Quiero saber cómo terminó :roll:

A veces los hombres tenéis los ojos en el culo, demostrado queda... Aunque nunca es tarde...

Me alegro por ti :wink:
 
Me has dejao con la intriga, acabe la historia. Por cierto, esa chica vale mucho más de lo que puedas llegar a imaginarte, como dicen más arriba, no la dejes escapar
 
Esta historia demuestra que cuanto más indiferente te muestras más perritas falderas son ellas.
Ten cuidado no vaya a darse la vuelta a la tortilla. Gran parte de sus sentimientos hacia tu persona se deben a haberla menospreciado (sexualmente) durante años.
 
Sr. Calcetín rebuznó:
Esta historia demuestra que cuanto más indiferente te muestras más perritas falderas son ellas.
Ten cuidado no vaya a darse la vuelta a la tortilla. Gran parte de sus sentimientos hacia tu persona se deben a haberla menospreciado (sexualmente) durante años.

Que es lo mismo que estás haciendo conmigo. :lol:


Cómeme la rajita :twisted:
 
Sr. Calcetín rebuznó:
Esta historia demuestra que cuanto más indiferente te muestras más perritas falderas son ellas.
Ten cuidado no vaya a darse la vuelta a la tortilla. Gran parte de sus sentimientos hacia tu persona se deben a haberla menospreciado (sexualmente) durante años.

Bien pensado puede que tenga usted razon!!
 
Pero no nos dejes colgados tio, sigue contando que sino no voy a poder dormir, vamos lo cortas en lo mas interesante, parece una historia hecha a drede para activar nuestros instintos femeninos mas primarios del cotilleo. Por favor, continuación !!!YA!!!. :|
 
Azahar rebuznó:
Pero no nos dejes colgados tio, sigue contando que sino no voy a poder dormir, vamos lo cortas en lo mas interesante, parece una historia hecha a drede para activar nuestros instintos femeninos mas primarios del cotilleo. Por favor, continuación !!!YA!!!. :|

No postees con el dildo encendido metido en el culo.
 
Mis ojos se fijaron en sus bellos ojos, apreté su pecho contra el mío y la besé. De sus tremolantes labios y del palpitar de su corazón deduje que aquella noble alma nunca había besado a hombre alguno. Sus movimientos desordenados, propios de la primera vez y de su extremada timidez, hacían que resultara más evidente la belleza y la gracia de la que hacía gala. En ese momento supe que ella ocuparía siempre un lugar en mi vida. María se apartó de mi lado, me miró con tristeza y me dijo más o menos lo siguiente: “ya ves que siempre te he querido, que nunca me he fijado en otro hombre que no fueras tú y que por pago de mis sentimientos sólo he recibido de ti la más dolorosa indiferencia. Sé que todos somos herederos de nuestro destino; todos tenemos que soportar una vida que no hemos elegido; en todos nosotros existe una chispa de dolor que tenemos que sufrir durante un largo tiempo, hasta que llegue la mañana trayéndonos la paz. Por eso, no te echo a ti la culpa de nada; pero sí que te pido una cosa, no te interpongas en mi vida si sólo me ves como una mujer más a la que desechar cuando te aburras. Si es así, quiero que sepas que seré más feliz después de decir adiós a todas las alegrías que hubiera recibido de ti”. Sus ojos comenzaron a segregar unas leves lágrimas. Un sentimiento de total desesperación se abatió sobre mí, en ese momento pensé que mi corazón latía sólo por aquella mujer, pero, ¿era acaso mío? Era ciertamente mío para ofrecérselo como podría entregarle una moneda; y, sin embargo, ¡no era realmente mío! Me acerqué a ella, enjugué sus lágrimas con un beso y le dije: “María, ningún hombre merece que derrames tus preciosas lágrimas por él. Yo sólo sé que te quiero, no puedo decirte nada más” Ella me miró amorosamente y, como quien se lanza a un abismo cuya oscuridad no deja entrever ningún fin, se arrojó a mis brazos.

Dejo la historia así, inconclusa, porque queda más bonita. Sólo deciros que por ahora María vive como en un dulce sueño del que, si realmente existe el amor eterno, nunca despertará...
 
Werther rebuznó:
María tuvo que partir a Valencia para cursar filología clásica.

Si estudia eso ha de ser bella, inteligente y melancólica. Y gran mujer, en todo caso.

Leer las líneas de Werther me ha hecho recordar algo.

Hace poco leí en una novela (omitiré título y autor para no desvelar parte del argumento) que una bella joven rubia y de ojos azules llevaba enamorada desde su adolescencia de un compañero de instituto que la contemplaba con ojos fraternos e indiferentes a sus encantos. Ella también le pasaba los apuntes y se sentía en el séptimo cielo cuando ambos quedaban para estudiar. Él, uno de los dos hermanos protagonistas y que está desprovisto de todo deseo sexual a lo largo de las páginas, siempre la vio como una amiga.

Finalmente, al cabo de un par de décadas, vuelven a encontrarse y durante la noche llegan a pertenecerse (afortunada expresión para referirse a lo que uds. ya se imaginan y que copio de uno de mis autores predilectos).

El idilio, tan breve, no acaba bien, repentinamente aparece la Parca y se lleva a la chica de modo particularmente triste. Amargo premio para un amor tan constante.

Ojo, no piensen mal, que no estoy diciendo que Werther se haya inspirado en alguna obra para su historia pues ya saben que la Realidad siempre supera a la Ficción más imaginativa.
 
Werther rebuznó:
Mis ojos se fijaron en sus bellos ojos, apreté su pecho contra el mío y la besé. De sus tremolantes labios y del palpitar de su corazón deduje que aquella noble alma nunca había besado a hombre alguno. Sus movimientos desordenados, propios de la primera vez y de su extremada timidez, hacían que resultara más evidente la belleza y la gracia de la que hacía gala. En ese momento supe que ella ocuparía siempre un lugar en mi vida. María se apartó de mi lado, me miró con tristeza y me dijo más o menos lo siguiente: “ya ves que siempre te he querido, que nunca me he fijado en otro hombre que no fueras tú y que por pago de mis sentimientos sólo he recibido de ti la más dolorosa indiferencia. Sé que todos somos herederos de nuestro destino; todos tenemos que soportar una vida que no hemos elegido; en todos nosotros existe una chispa de dolor que tenemos que sufrir durante un largo tiempo, hasta que llegue la mañana trayéndonos la paz. Por eso, no te echo a ti la culpa de nada; pero sí que te pido una cosa, no te interpongas en mi vida si sólo me ves como una mujer más a la que desechar cuando te aburras. Si es así, quiero que sepas que seré más feliz después de decir adiós a todas las alegrías que hubiera recibido de ti”. Sus ojos comenzaron a segregar unas leves lágrimas. Un sentimiento de total desesperación se abatió sobre mí, en ese momento pensé que mi corazón latía sólo por aquella mujer, pero, ¿era acaso mío? Era ciertamente mío para ofrecérselo como podría entregarle una moneda; y, sin embargo, ¡no era realmente mío! Me acerqué a ella, enjugué sus lágrimas con un beso y le dije: “María, ningún hombre merece que derrames tus preciosas lágrimas por él. Yo sólo sé que te quiero, no puedo decirte nada más” Ella me miró amorosamente y, como quien se lanza a un abismo cuya oscuridad no deja entrever ningún fin, se arrojó a mis brazos.

Dejo la historia así, inconclusa, porque queda más bonita. Sólo deciros que por ahora María vive como en un dulce sueño del que, si realmente existe el amor eterno, nunca despertará.

¿Y dijo todo eso sin inmutarse?¿a pesar de que estaba en la etapa pre-lloro en la que la voz se entrecorta y las ideas no fluyen?
 
HUNK rebuznó:
Werther rebuznó:
Mis ojos se fijaron en sus bellos ojos, apreté su pecho contra el mío y la besé. De sus tremolantes labios y del palpitar de su corazón deduje que aquella noble alma nunca había besado a hombre alguno. Sus movimientos desordenados, propios de la primera vez y de su extremada timidez, hacían que resultara más evidente la belleza y la gracia de la que hacía gala. En ese momento supe que ella ocuparía siempre un lugar en mi vida. María se apartó de mi lado, me miró con tristeza y me dijo más o menos lo siguiente: “ya ves que siempre te he querido, que nunca me he fijado en otro hombre que no fueras tú y que por pago de mis sentimientos sólo he recibido de ti la más dolorosa indiferencia. Sé que todos somos herederos de nuestro destino; todos tenemos que soportar una vida que no hemos elegido; en todos nosotros existe una chispa de dolor que tenemos que sufrir durante un largo tiempo, hasta que llegue la mañana trayéndonos la paz. Por eso, no te echo a ti la culpa de nada; pero sí que te pido una cosa, no te interpongas en mi vida si sólo me ves como una mujer más a la que desechar cuando te aburras. Si es así, quiero que sepas que seré más feliz después de decir adiós a todas las alegrías que hubiera recibido de ti”. Sus ojos comenzaron a segregar unas leves lágrimas. Un sentimiento de total desesperación se abatió sobre mí, en ese momento pensé que mi corazón latía sólo por aquella mujer, pero, ¿era acaso mío? Era ciertamente mío para ofrecérselo como podría entregarle una moneda; y, sin embargo, ¡no era realmente mío! Me acerqué a ella, enjugué sus lágrimas con un beso y le dije: “María, ningún hombre merece que derrames tus preciosas lágrimas por él. Yo sólo sé que te quiero, no puedo decirte nada más” Ella me miró amorosamente y, como quien se lanza a un abismo cuya oscuridad no deja entrever ningún fin, se arrojó a mis brazos.

Dejo la historia así, inconclusa, porque queda más bonita. Sólo deciros que por ahora María vive como en un dulce sueño del que, si realmente existe el amor eterno, nunca despertará.

¿Y dijo todo eso sin inmutarse?¿a pesar de que estaba en la etapa pre-lloro en la que la voz se entrecorta y las ideas no fluyen?

Por favor, dejemos que la fina linea fronteriza entre sueños y deseos
quede incolume por el momento.
 
HUNK rebuznó:
Werther rebuznó:
Mis ojos se fijaron en sus bellos ojos, apreté su pecho contra el mío y la besé. De sus tremolantes labios y del palpitar de su corazón deduje que aquella noble alma nunca había besado a hombre alguno. Sus movimientos desordenados, propios de la primera vez y de su extremada timidez, hacían que resultara más evidente la belleza y la gracia de la que hacía gala. En ese momento supe que ella ocuparía siempre un lugar en mi vida. María se apartó de mi lado, me miró con tristeza y me dijo más o menos lo siguiente: “ya ves que siempre te he querido, que nunca me he fijado en otro hombre que no fueras tú y que por pago de mis sentimientos sólo he recibido de ti la más dolorosa indiferencia. Sé que todos somos herederos de nuestro destino; todos tenemos que soportar una vida que no hemos elegido; en todos nosotros existe una chispa de dolor que tenemos que sufrir durante un largo tiempo, hasta que llegue la mañana trayéndonos la paz. Por eso, no te echo a ti la culpa de nada; pero sí que te pido una cosa, no te interpongas en mi vida si sólo me ves como una mujer más a la que desechar cuando te aburras. Si es así, quiero que sepas que seré más feliz después de decir adiós a todas las alegrías que hubiera recibido de ti”. Sus ojos comenzaron a segregar unas leves lágrimas. Un sentimiento de total desesperación se abatió sobre mí, en ese momento pensé que mi corazón latía sólo por aquella mujer, pero, ¿era acaso mío? Era ciertamente mío para ofrecérselo como podría entregarle una moneda; y, sin embargo, ¡no era realmente mío! Me acerqué a ella, enjugué sus lágrimas con un beso y le dije: “María, ningún hombre merece que derrames tus preciosas lágrimas por él. Yo sólo sé que te quiero, no puedo decirte nada más” Ella me miró amorosamente y, como quien se lanza a un abismo cuya oscuridad no deja entrever ningún fin, se arrojó a mis brazos.

Dejo la historia así, inconclusa, porque queda más bonita. Sólo deciros que por ahora María vive como en un dulce sueño del que, si realmente existe el amor eterno, nunca despertará.

¿Y dijo todo eso sin inmutarse?¿a pesar de que estaba en la etapa pre-lloro en la que la voz se entrecorta y las ideas no fluyen?


que la historia haya pasado o no realmente no la libra de tener sentido
 
que bonito coño, luego mundele me llama ñoño por vuestra culpa, vivir con esa idea del amor eterno,no es una cosa que la puedas encontrar facilmente, son cosa de dos personas, la gente cambia
 
Atrás
Arriba Pie