El Alquimista
Novato de mierda
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- 8 Jul 2008
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Este fin de semana he estado en una de las muchas playas del levante español, de esas donde las chicas españolas y extranjeras exhiben sus cuerpos al sol en la playa para, posteriormente, asistir toda la noche a diversos locales donde podrán nuevamente exhibir (valga la redundancia) sus bronceados recién adquiridos ante la admiración o ascopena del personal. Ese entorno favorecía sobremanera la aplicación de algunas teorías que llevo tiempo leyendo en el subforo.
Perdone que le interrumpa pero, ¿existe algo que se diga en estos parajes digno de ser tenido en cuenta?
Aunque no lo crea, entre toneladas de 'todas putas' y bosques enteros de lamentaciones existen algunos comentarios muy acertados dentro de este lugar.
¿Y no le llamarán triste por pretender ligar utilizando técnicas de un foro de la internec?
Mi comentario se refiere más a las teorías sobre la naturaleza de las personas y sus relaciones, pero si algo de este foro ayuda a conseguir un ligue esporádico, bienvenido sea. Le animo a que se quede y lea, a lo mejor algo de este ladrillaco le resulta interesante.
Así lo haré. Total, mi jefe está de vacaciones...
A lo que iba, después de un largo fin de semana de observación de las técnicas de rapiñeo diurno y nocturno me he vuelto con una terrible sensación: el derrotismo nos domina.
La reacción casi unánime al ver pasar o estar cerca de un grupo de chicas guapas, tías buenas o mezcla entre diosas celestiales y orcos de la tierra media (tampoco quiero idealizar el sitio en el que estuve aunque el nivel general era bastante alto) era un pensamiento pesimista del estilo 'bah, una tía así jamás se fijará en mí. Es inalcanzable. Para ir y que me ignore mejor me quedo aquí cociéndome a copas'. Incluso tras establecer contacto visual el sentimiento pesimista, de derrota antes de siquiera haber jugado el partido era generalizado. Y este sentimiento no ocurría solamente en mi círculo más cercano. En muchos, en la mayoría de grupos a los que mi vista alcanzaba el sentimiento se repetía. Se buscaban entre ellos, mirando de reojo y haciendo bromas, sintiéndose más seguros dentro de su 'manada' particular (que conste que utilizo el término manada en similitud con la protección que buscan los grupos de animales en el colectivo). Pero en todos ellos, a poco que mirase, sólo veía el rostro de la derrota. La mayoría de ellos respondía a un patrón común: parecían personas normales, algunos de ellos seguramente inteligentes, sin ganas de llamar la atención ni comportarse como chulitos de discoteca. Y esta misma actitud que veía en esos lugares la he visto también en multitud de ocasiones en este subforo aunque sin caras, sin música de fondo. Pero omnipresente, eso sí, el rostro de la derrota.
Y lo peor de esta actitud es que es contagiosa. Ves un grupo de gente similar al tuyo darse de bruces contra un muro femenino y en tus filas cunde el desánimo. Te encuentras en disposición de lanzar la caña en medio de uno de estos grupos y, a la segunda copa y sin saber muy bien por qué, se te han quitado todas las ganas.
¿Por qué son/somos así? ¿Por qué no se atreven siquiera a darse una oportunidad a ellos mismos? ¿Por qué olvidan que esas 'inalcanzables' son, en realidad, personas como ellos? ¿Tanto duele una derrota? ¿Tanto duele ser despachado con un gesto displicente? ¿Tan frágil es la inteligencia de todos estos que afirman serlo, que no pueden superar un gesto de rechazo? ¿Tan fácil es dar por perdido el partido antes de empezar a jugarlo siquiera? ¿Existe alguna forma de cambiar esta tendencia? ¿Será que el tiempo que paso en este foro me hace ver las cosas de esta forma tan pesimista?
Seguro que vosotros tenéis historias que contar, casos en los que ese derrotismo ha sido vencido con o sin erótico resultado. Este hilo no va de machos alfa ligándose a la capitana de las animadoras. Va de la actitud con la que se abordan esas situaciones, de si ante esa visión huímos como perros o le echamos dos cojones al asunto y nos lanzamos al ruedo, de si realmente es verdad el mito de lo 'inalcanzable' o una vez vencido ese derrotismo no es para tanto.
Perdone que le interrumpa pero, ¿existe algo que se diga en estos parajes digno de ser tenido en cuenta?
Aunque no lo crea, entre toneladas de 'todas putas' y bosques enteros de lamentaciones existen algunos comentarios muy acertados dentro de este lugar.
¿Y no le llamarán triste por pretender ligar utilizando técnicas de un foro de la internec?
Mi comentario se refiere más a las teorías sobre la naturaleza de las personas y sus relaciones, pero si algo de este foro ayuda a conseguir un ligue esporádico, bienvenido sea. Le animo a que se quede y lea, a lo mejor algo de este ladrillaco le resulta interesante.
Así lo haré. Total, mi jefe está de vacaciones...
A lo que iba, después de un largo fin de semana de observación de las técnicas de rapiñeo diurno y nocturno me he vuelto con una terrible sensación: el derrotismo nos domina.
La reacción casi unánime al ver pasar o estar cerca de un grupo de chicas guapas, tías buenas o mezcla entre diosas celestiales y orcos de la tierra media (tampoco quiero idealizar el sitio en el que estuve aunque el nivel general era bastante alto) era un pensamiento pesimista del estilo 'bah, una tía así jamás se fijará en mí. Es inalcanzable. Para ir y que me ignore mejor me quedo aquí cociéndome a copas'. Incluso tras establecer contacto visual el sentimiento pesimista, de derrota antes de siquiera haber jugado el partido era generalizado. Y este sentimiento no ocurría solamente en mi círculo más cercano. En muchos, en la mayoría de grupos a los que mi vista alcanzaba el sentimiento se repetía. Se buscaban entre ellos, mirando de reojo y haciendo bromas, sintiéndose más seguros dentro de su 'manada' particular (que conste que utilizo el término manada en similitud con la protección que buscan los grupos de animales en el colectivo). Pero en todos ellos, a poco que mirase, sólo veía el rostro de la derrota. La mayoría de ellos respondía a un patrón común: parecían personas normales, algunos de ellos seguramente inteligentes, sin ganas de llamar la atención ni comportarse como chulitos de discoteca. Y esta misma actitud que veía en esos lugares la he visto también en multitud de ocasiones en este subforo aunque sin caras, sin música de fondo. Pero omnipresente, eso sí, el rostro de la derrota.
Y lo peor de esta actitud es que es contagiosa. Ves un grupo de gente similar al tuyo darse de bruces contra un muro femenino y en tus filas cunde el desánimo. Te encuentras en disposición de lanzar la caña en medio de uno de estos grupos y, a la segunda copa y sin saber muy bien por qué, se te han quitado todas las ganas.
¿Por qué son/somos así? ¿Por qué no se atreven siquiera a darse una oportunidad a ellos mismos? ¿Por qué olvidan que esas 'inalcanzables' son, en realidad, personas como ellos? ¿Tanto duele una derrota? ¿Tanto duele ser despachado con un gesto displicente? ¿Tan frágil es la inteligencia de todos estos que afirman serlo, que no pueden superar un gesto de rechazo? ¿Tan fácil es dar por perdido el partido antes de empezar a jugarlo siquiera? ¿Existe alguna forma de cambiar esta tendencia? ¿Será que el tiempo que paso en este foro me hace ver las cosas de esta forma tan pesimista?
Seguro que vosotros tenéis historias que contar, casos en los que ese derrotismo ha sido vencido con o sin erótico resultado. Este hilo no va de machos alfa ligándose a la capitana de las animadoras. Va de la actitud con la que se abordan esas situaciones, de si ante esa visión huímos como perros o le echamos dos cojones al asunto y nos lanzamos al ruedo, de si realmente es verdad el mito de lo 'inalcanzable' o una vez vencido ese derrotismo no es para tanto.