Harpo
Asiduo
- Registro
- 7 Jun 2019
- Mensajes
- 887
- Reacciones
- 776
Hace mucho de esto pero en fin, echando mano de la neurona que me patinará y le hará trampa a la memoria y siempre teniendo en cuenta que habrá otros foreros de la época que lo vivieron de otra forma, abundaré ya que me lo preguntas, con sospecho un ladrillo de pollavieja inmisericorde.
Lo primero supongo que ya es sabido: el internet de entonces era la tele. Dos canales, la Primera (que no la Uno) y el UHF (que era la Segunda). Emitiendo hasta las doce de la noche y unas pocas horas respectivamente. Cualquier programita de temática rebuscada que a casi nadie le interesaba podría tener no sé, veinte millones de audiencia?
¿Y qué se estilaba musical y televisivamente hablando? Recito de memoria, pero básicamente canción protesta, cantautores, cantantes melódicos tipo Miguel Gallardo, el gran Camilo Sesto, el ballet zoom, Esteso haciendo el ganso, el sábado era para Torrebruno y el domingo por la mañana "Gente Joven" donde por cierto empezó Mecano, pero lo que de verdad molaba era la puntuación final de los bailes regionales.
En fin, no sé, visto con perspectiva quizá suene casposo, pero era nuestra caspa y te sentías el tío más feliz del mundo con tu bocadillo de foiegras junto a tu gente viendo el programa de Íñigo.
Y quizá fue en ese programa presentando a Boney M (el negrito de Boney M, otro auténtico paradigma de furia bailonga) donde empezaría a sonar la palabra " FEVER". O quizá fue algún mastuerzo de aquellos que se adentró en un artículo del Interviu (no todo iba a ser pajillas con la Cantudo) y decidió contárnoslo. O simplemente sonó y te coscaste de esa palabra en aquel programa de Onda Media (yo no tuve mi primer radio con FM hasta bien entrado los ochenta). O tal vez siempre estuvo ahí y tengo un pastiche mental y no soy capaz de concretar.
Pero lo que si me acuerdo era que los jueves cambiaban la cartelería de cine en la ciudad. Siete u ocho carcasas juntas cada una anunciando una peli distinta. Emanuelle, alguna de catástrofes tipo Terremoto, Esteso y Pajares, algo con buqué europeo y definitivamente aquello que tanto refería todo el mundo con la palabra "FEVER".
Ver el archivos adjunto 89573
Un póster con un extraterrestre vestido de blanco que señalaba el cielo y cabalgaba sobre una plataforma con luces de colores. Joder eso había que verlo, aunque tuvieras que acampar en la taquilla durante todo un día. Bueno nosotros y aproximadamente el 99'99999% de la chavaleria que estaba pensando exactamente lo mismo.
La peli en si no sé si tenía calidad o no. Una historia de superación, una cuadrilla que quiere divertirse, un momento triste cuando el más débil mental cae desde el puente. En fin, nos entretuvo argumentalmente hablando pero emocionalmente.... Buah, aquello era un pelotazo en tus meninges destrozando toda la penuria grisácea que arrostrábamos del postfranquismo de la que por supuesto no teníamos ni idea que existía, porque lo único que querías es ser el puto Travolta.
Y digo Travolta porque en realidad nadie le mencionaba como Tony Manero. Quedó como sinécdoque de cualquier momento saleroso haciendo el Travolta. Moviéndote como el Travolta. Caminando como el Travolta. Chuleando como el Travolta.
Brazo izquierdo en diagonal, luego derecho, cadera sincopada y seguido paso cubano enlazando uno tras otro cambiando de sentido, pero en la misma dirección. Y todavía era capaz de señalarte y desabrocharse los puños de la camisa y acompañarse con el remolino de mano. ¡¡Pero qué cabronazo!!Cuántas veces lo intentabas y parecías un papagayo sacudiéndose las plumas. Ah, la gente que sabe bailar, qué bien permuta la grosería en elegancia.
Y después supongo que la tele o la industria o quien fuera olería que ahí estaba la panoja y apareció el programa Aplauso. Programa de música con todavía algún que otro muermo con tufo naftalino pero sobre todo con música de la FEVER, música disco, música de baile en definitiva.. Sin connotaciones, ni complejos, ni ninguna otra obligación que saborear el momento haciendo lo que nuestro Señor de los pantalones de campana salido de una bola de espejos dictaba: BAILAR!!
Estoy muy lejos de estar a la altura de algunos conforers musicalmente hablando, pero mi impresión es que a partir de qué aquella peli y aquel programa, se produjo una explosión de todo este mundo: revistas, las radio fórmulas
con nada menos 24 horas seguidas emitiendo canciones, el fenómeno fan con Los Pecos y Tequila, todo tipo de movimiento musicales y sociológicos como el Punk, Rock, Pop,etc...
¿Y nuestro heraldo de contoneos al dictado de aquella conjunción perfecta de bajo y voces en falsete? Pues muto en otro bombazo que fue Grease, pero el baile en si, como acto comunal, creo que se fue diluyendo en otra cosa. O quizá no, y no supe ver cómo fue evolucionando quedándome mejor con el recuerdo y no con la realidad que permanentemente expelía más éxitos, más canciones, más necesidades alternativas.
Lo cierto es que mi impresión con respecto al bailoteo es que se iba apagando y convirtiéndose en algo propio de mariquitoides (nunca supe por qué: qué no habrá follado Barishnikov); que el hombre de verdad se acoda en la barra con una cerveza en la mano y lo más que se permitía era un contoneo de cabeza, y si cuadra, acaso un buen pedete en unas fiestas patronales para hacer el mongolo. Muy legítimo y muy cómodo, no vaya ser que nuestra imagen de seguridad de macho alfalfa se tambalee por hacer el ridículo.
Pasados bastantes años de todo aquello, con la emigración latina que empezó a llegar, se fue introduciendo todo el mundillo de los bailes caribeños y las academias que lo enseñaban. Y allá que fui. Fueron cuatro o cinco años. Nunca acabé de cogerles el punto. Mucha pasividad de la moza y más que bailar eran centros sociales. Me quedé y me quedo con los bailes de salón. Diez bailes distintos con diez músicas distintas y un ejercicio cardiovascular cojonudo. De todo ello hubo un hilo en el rapiñas hace unos años y allí solté las sinsorgadas pertinentes.
Por demás me queda una irreductible simpatía por el baile y ya que estamos en el foro al uso, nunca está de sobra revisitarse algún que otro musical para admirar la elegancia de Aster, el optimismo de Kelly, la pasión de "Allí that jazz" y mi inquebrantable enamoramiento con Cyd Charisse.
Y equivocado o no, rancio o lozano, mi recuerdo y mi pensamiento de que todo empezaba a tomar color de cuanto te rodeaba fue con aquella película que te mostraba que había vida más allá de Mari Trini, Los Pekenikes y el gitaneo patrio. La sensación de que abandonabas una era apolillada por un paseo insigne por el Nueva York de los pantalones de campana conducido por el dios todopoderoso nacido de una bola de espejo. El dios Travolta. El dios Tony Manero.
Así lo viví y así lo excreto. Perdón por el truño, que yo soy un cacho carne con ojos del mancuernas y no sé qué hago aquí.
Excelente post. Muy interesante lo que cuenta y cómo lo cuenta, gracias por el esbozo que ha hecho de la gris España en la que se estrenó la peli.