Supongo que habla de esto:
A John Wayne le indignó que el sheriff que encarnaba Gary Cooper arrojara su estrella al suelo cuando nadie le presta ayuda en el pueblo. Realmente, el actor, del ala dura del republicanismo norteamericano, consideraba que el «izquierdoso» guionista Carl Foreman (represaliado por el cazador de brujas, senador McCarthy, por haber sido antiguo miembro del Partido Comunista) y el director Fred Zinnemann le habían tendido una trampa a su buen amigo y rival directo en la iconografía del género por aquellos años. Coincidió en esa opinión con Howard Hawks y juntos haría la réplica al filme de Zinnemann, nueve años después con la igualmente memorable Río Bravo, en la que el sheriff Wayne no tiene necesidad de pedir ayuda para enfrentarse a los forajidos.