Te has dejado el :
Campano retornaba a su letargo, mientras sus discipulos temblorosos le imploraban que no los abandonara y el portal se cerraba sin dilacion.
Los discipulos de Campano se miraban entre ellos, confusos, cuando derrepente, un ronquido abrupto, resono a traves de lo que quedaba abierto del portal
A: Habeis oido?
B: Si, pero no se que era.
C: Nunca debimos invocarle, ha dicho Sabeis que...?