Recuerdo aquella resacosa mañana de domingo como si fuera hace dos horas. Mis padres se habian ausentado por un viaje de negocios a Marruecos dejandome con la única compañia de un yogurt. Se cernió subitamente sobre mi el hambre, un hambre impropio de este hemisferio se apoderaba de mis jugos gástricos que amenazaban con diluirme de dentro afuera, así que me vi obligado a tomar una decisión para salvar mi vida, decidi bajar a por unas cervezas y unas palmeras de bollo a mi badulaque chino de cabecera. Así pues me dispuse a iniciar mi gesta- No podia dejar de pensar en ellas, tan dulces, tan esponjosas, tan de chocolate, con ese olor a infancia que impregna el aire transportándote a la salida del colegio de la mano de tu madre.
Empecé a delirar de ansiedad, cerraba los ojos y veia aquella deliciosa obra de Dios llamándome, gateando con sus dulces manitas por el techo de mi habitación a ritmo de born sleepy.
Oteé a mi alrededor buscando con la mirada entre los montones de ropa sucia del suelo, en una situacion normal siempre me equipo con mis utensilios cuando salgo al mundo exterior; unos pantalones holgados de deporte, viejos casi rotos, y unas bambas me otorgan un +20 en velocidad por si he de huir de algun peligro, una camiseta blanca de promoción del hipercor es la ropa mas comoda y no-robable con la que te puedes equipar. Nunca esta de mas prepararse un completo zurron con alguos adminiculos a usar en casos de necesidad; una botella de agua por si entra sed, vitaminas y comida en pastillas, un chubasquero, un cargador de movil de manivela que regalaban con el Marca, un mapa, una tarjeta con los datos personales de tus padres para localizarlos si te pasa algo, la vacuna de la malaria, una linterna con pilas de recambio mas dos bombillas por si estan fundidas, una brujula, cerillas, pastillas para potabilizar el agua por si te entra mas sed, etc..
Pero no habia tiempo de recopilar todo aquello, siendo mis zapatillas de ositos y un albornoz rosa palo con sospechosas marcas marrones a la altura del buyate lo único que tapaba mi desnudez: Bajo a toda hostia y nadie me vera -pense. Total, solo hay que cruzar una calle.
Estimados lectores. Muchas malas decisiones se han tomado en la historia por falta de previsión, poner aquellos cables electricos en la pista de aterrizaje del Hindembourg, lanzarse a conquistar Rusia sin contar con el general invierno, bajar a la puerta de casa en zapatillas de oso y con un albornoz rosa con manchas de mierda en el culo, son algunas de las peores decisiones que podeis tomar.