Lo que ocurre es que la opción que suele prevalecer es la del IMBÉCIL que se pone a cortar carreteras, porque ya en el primer paso nadie se atreve a ponerle en su sitio, así que está bien que esta gente, o quienes se pegan a los cuadros en los museos, o cualquiera de estos, no se crean que tienen vía libre y serían que en cualquier momento pueden llevarse un buen soplamocos. Que si estas cosas pasan es porque se llevan menos de los que deberían, que si se los llevasen cada vez que lo merecieran, esto es, siempre, no tendríamos tanto imbécil jodiendo en nombre de causas de mierda.