Lo siento amigos, hoy tengo ganas de daros la tabarra y las palabras acuden a mi mente con desmeruda y fecundidad. No os preocupeis, estos derroches lingüisticos pronto llegarán a su fin, mi señora me vigila de cerca y sospecha que soy forero...

. No me preocupa lo más mínimo que me sorprenda aporreandome el miembro visualizando fotos de adolescentes japonesas, sabe perfectamente que sátiro duerme a su lado, mi polla al viento no es una sorpresa para ella, pero una cosa muy distinta es invitarla a transpasar las puertas secretas de mi frikez..
Después de este proemio tan poco ilusionante paso contaros una mis historias abuelo cebolleta style. Al terminar de leerla, tal vez alguno comprenda la diferencia entre el amor y las matematicas, entre la pasión y lo conveniente.
En mi ultimo año de facultad conoci a una erasmus francesa. Una deliciosa gatita maulladora que hacia el amor con la dulzura de un croasant y la verstatilidad de una bagette. Era la más apetitosa confitura sexual que
habia tenido bajo el dominio de mi polla. Que reservada y pudorosa se mostraba, que discreta era en sus gestos, en sus palabras en su pose añiñada e indecisa. Que timidez más pertubardora al llevarse mi miembro a su boca, como abría sus piernas trémula y temerosa para mostrar la más deliciosa ambrosia que habían probado mis labios. Fue un mes de extasis y felicidad. Yo vivía convencido de su entrega, de su pureza, de su inexperiencia adolescente y primeriza. Aunque no era virgen actuaba con la misma precaución y recelo, con el mismo impetu contenido del cachorro que descubre el mundo.
Sin embargo, sin previo aviso, sin que ningun indicio me permitiera vaticinar el desastre que se avecinaba sobre mi entregado corazon, decidó clausurar el paraiso donde viviamos embobados y felices. Tenia miedo, le asustaba el amor que sentia por mi, y saber que en unos meses tendría que volver a Francia. No quería sufrir. Que tiernas lágrimas, que lloros más desgarradores, que despedida, amigos, con el corazón encogido. Pero fui valiente y caballero y lo comprendi. Ella tenía razon, no habia futuro para nosotros, y yo no quería que sufria. Que razonables y estupidos somos a veces..
La segui viendo por la facultad, compartiendo clases, cafeteria, salidas nocturnas con el resto de compañeros. Pidiendola un beso, cogiendola de la cintura, acompañádola al Metro, respetando su decision, pero caminando junto a ella para que supiera que seguía siendo importante para mi. Ella era imperturbable, incorruptible, tan sufrida, pensaba yo. Hasta que un día, como a San Pablo camino de Damasco, una luz cegadora me descabalgo y me revelo la verdad: HIJA DE PUTAAAAAAA,...andaba enamroda de un hombre casado que se la follaba desde hacia semanas y que pasaba de culo de zorra arrastrada.
La dejé de hablar, ella me pidió perdon suplicante, me pidió compresion, piedad, misericordia. No soy un buen cristiano, la dije, no son virtudes que pueda practicar con una zorra como tu. Pero el corazón es debil, el mio ademas imbecil y volvimos a ser amigos...nada mas. Sin sexo, por mucho que yo insistiera, por mucho que la dijera cuanto la amaba, cuanto la necesitaba. La historia acabó asi, ella volvió a la Gran Gabachina a merendarse todas las braguetas que se le pusieran a tiro y yo me quedé lloriquando como una adolescente en mi habitación, esperando que me dijera las palabras que nunca me dijo: vente conmigo.
Lo hubiera hecho, si, porque era un calzonazos, un hombre sin dignidad, un pobre pipiolo enamorado, pero sobre todo porque la querìa y eso era lo único importante para mi. La razón que lo justificaba todo y todo lo perdonaba. Tal vez no fuera, ni bueno, ni honroso ni sagrado, pero fue asi y asi la amé. Y ahora os veo discutir si un título de más o un diploma de menos es un obstaculo para el amor...para el amor, no, para otra cosa que se le parece, puede ser.