El asombroso hilo de los testículos de estatuas

Michelito

Aborto de Forero
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19 Jun 2014
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La madre de Marta había muerto recientemente y la muchacha aún sentía que su cabeza emitía tortuosos latidos cada vez que le sobrevenía un pensamiento sobre ella. Eran una especie de descargas eléctricas que ralentizaban sus reflejos, acorchaban sus extremidades y helaban su barbilla.

La explicación que le habían ofrecido sobre el deceso no le convencía. Realmente, su familia tampoco había trazado un plan maestro para ocultarle la verdad. Su padre le aseguró que se había desnucado tras caer de una escalera. Su tío Antonio, que le atropelló una moto. Con su abuelo no había podido hablar, pues el viejo, travestido desde los 48 años, tenía demencia senil y le había dado por pasar el dedo por su vagina artificial cada vez que veía a su nieta, a la par que soplaba con los dientes apretados sobre el labio inferior.

¿Qué era lo que envolvía de tanto misterio la muerte de su madre? La veleidad con la que su familia había trazado su coartada había desatado en Marta una intriga que sólo se aminoraría con la verdad. Pero, ¿estaba preparada para saberla?

Quizá la tierna cabeza de una niña adolescente no estaba preparada para asimilar que la mujer que le susurraba nanas y le acariciaba con la mano llena de colonia hasta hace pocos años había muerto de un modo un tanto truculento. Quizá Marta no tenía claro que cuando cerró la fábrica de almohadas viscoelásticas en la que trabajaba su padre y dejaron de entrar ingresos en su familia, sus progenitores, como sopladores de cristal, le aislaron con una sólida burbuja de una situación que pasó de inquietante a trágica a una velocidad que ninguno fue capaz de dominar. Por eso su madre, que durante años había ejercido de esforzada ama de casa, se vio obligada a hacer algo que no quería...

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-CHRISTA MCAULIFOÉ: Hija de puta, me cago en los cojones de tu puta madre. Retira eso de que mi novio se metía pastillas antes del accidente o voy a por ti y te reviento el coño.

-MARTA BURLINGTON: Retira tú primero lo que has dicho de mi madre.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: No me da la gana porque es verdad.

-MARTA BURLINGTON: Mentira. No es verdad. Yo no tengo la culpa de que tu novio se haya quedado tetrapléjico porque se comió pastillas antes de coger la moto y se empotró -¡ja ja¡- contra un camión de transporte de vitaminas para los que se bebieron el aceite de colza.

Fuera de sí, Christa puso su cigarro a la altura de sus ojos y se dirigió como una loca a quemar la cara de Marta, que se defendió cruzando los brazos sobre su rostro. Su forcejeo no duró más de cinco segundos, pues rápidamente llegó ANTOINE TACOMA, compañero de clase, tirando de la silla de ruedas de PETR BOTLEGS, novio de Christa, y ambas se separaron, como por arte de magia.

-PETR BOTLEGS: Ahjdsa asdkasdjd aksdadldkdl, Cdidksta.

-ANTOINE TACOMA: Dice Petr que dejes de pelearte, Christa.

-PETR BOTLEGS: ...kJDlasdk dlkasd Dklkdlkd dasd ahsdkjakd dasd sad as

-ANTOINE TACOMA: ...que eres una puta de mierda y que no volverá a tocarte en lo que le resta de vida.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: No te jode. Si no puede mover los brazos. La única parte de su cuerpo que puede mover son sus boca y su entrecejo. Por eso hace ese divertido gesto de fruncir y desfruncir el ceño cada poco tiempo, como intentando colocarse las gafas que no usa.

-PETR BOTLEGS: Asd dadkasdlj asdjklasjd asdjasdld

-ANTOINE TACOMA: Dice que nunca le gustaste. Que eres una choni y que le tenías martirizado con eso de que antes de cambiar de postura en la cama “tenía que hacer cueva” en tu vagina para que así a ti te gustara.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: Nunca me folló bien. Era un inútil. Y ahora más, que no puede mover la polla.

-PETR BOTLEGS: Asasd kalsd asldasdñaksd dkkñkj

-ANTOINE TACOMA: Dice que no hables de él en pasado, que está muy vivo.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: ¡Y una mierda! Te has quedado como un critter de mierda y, para que lo sepas, tengo nuevo novio y me folla bien y me hace cueva antes de cambiar de postura. ¡Jódete, muñón resentido!

-MARTA BURLINGTON: Y todo por comerse pastillas y coger la moto.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: Que no digas eso hija de puta. Deja a mi novio o te reviento. ¿O quieres que le diga a todo el mundo que tu madre era una puta?

-MARTA BURLINGTON: Una vez más. Di eso de mi madre una vez más y te juro que te mato.

-PETR BOTLEGS: ajsdkajdlkasd adsjasdjadsj asdasdñkasñdkasd

-ANTOINE TACOMA: Dice que en realidad tiene razón, Christa. Tu madre era una puta.

-MARTA BURLINGTON: Mentira. Mientes. Mi madre no era puta.

En ese momento, se consagró una especie de consubstanciación entre Petr y Antoine, de modo que Petr comenzó a hablar por la boca de Antoine, a la vez que este último realizaba ese característico movimiento de ceño que a tantas jovencitas internas le había ayudado a conquistar en el hospital de tetrapléjicos. Las palabras las pronunciaba Antoine, aunque las emitía Petr.

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-PETR BOTLEGS: Yo vi la muerte, Christa. Pero la vi antes del accidente.

-MARTA BURLINGTON: ¿Cómo?

-PETR BOTLEGS: Verás, yo trabajaba de repartidor de un restaurante indio antes de...bueno, de quedarme así. No os dije nada porque me avergonzaba. Aunque me pagaban bien; y con los 2,5 euros brutos la hora que me daban había empezado a tener, bueno...unos ahorrillos que le daban a uno confianza.

-MARTA BURLINGTON: Aham...

-PETR BOTLEGS: El caso es que el dinero de las 12 horas de mi turno diario lo metía en una cuenta de Caja Rural Ruralvía Particulares. Por contra, lo que ganaba de las propinas lo invertía en calidad de vida. Es decir, con ello compraba pastillas al Víctor, ese con fimosis de Segundo-A que tiene coleta a lo Melendi y que lleva las camisetas de Tipo que coge su madre en Cáritas.

-MARTA BURLINGTON: Las drogas nunca son la solución, Petr. ¡Mírate ahora!

-PETR BOTLEGS: ¡No me juzgues, perra sarnosa! … Bueno, como te decía, Víctor el de la fimosis era el que me pasaba todo el tema. Normalmente, el éxtasis ése; aunque a veces me sorprendía con alguna pastilla innovadora que me hacía ver el mundo sabrosón, pa'gozar, dale vida a ese ritmo, la joda recién comienza, hoy no te vas a escapar.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: Todavía me estremezco al escuchar de tus labios nuestra canción. Todavía te amo, Petr.

-PETR BOTLEGS: Un buen día, Víctor apareció con una pastilla con la que afirmaba que se podía hacer viajes astrales. Ya sabes, hacer que tu alma salga de tu cuerpo y recorra libremente los lugares que quiera. Yo le hice caso y, antes de que terminara la frase, me la comí con una lata de Toro XL. Y, efectivamente, tenía razón: pude viajar fuera de mi cuerpo.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: ¡Y entonces descubriste que la madre muerta de Christa era una puta, aunque ahora está muerta y que se joda la madre, la hija y el fracasado del padre!

-MARTA BURLINGTON: ¡Que te calles!

-PETR BOTLEGS: A ver, no fue exactamente así. Al volar fuera de mi cuerpo, atravesé la pared de tu casa, Marta, pues antes de que la tetraplejia impidiera que se me ponga dura, me hacía mis buenas pajas a la crema pensando en asaltar tu casa y hacerte dulcemente el amor sin tu consentimiento.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: ¡Puta! Intentaste quitarme a mi novio. ¡Me las pagarás!

-PETR BOTLEGS: En esa visita astral, vi cómo tu madre se masturbaba delante de una webcam...y me quedé francamente sorprendido. Tras observarla durante un rato, continué mi viaje astral, aunque no se puede decir que aparcara ese asunto.

-MARTA BURLINGTON: ¡Mentira! ¡Mientes, lisiado sin polla!

-PETR BOTLEGS: No, no lo hago. Verás, unos días después comencé la búsqueda de la página donde tu madre ejercía de forma virtual. A decir verdad, no me costó mucho encontrarla, pues al buscar en Google “puta+sidosa+gafas+culo+lefa” me apareció en primer lugar la web de un tal Torbe. Allí encontré el perfil de tu madre, a la que anunciaba con el pseudónimo de Obstetrizia Hortiz; y de la que decía que su jugador favorito era Cristiano Ronaldo...

-MARTA BURLINGTON: No me creo una palabra. Me estás intentando joder.

-PETR BOTLEGS: El primer día que entré en su sala de webcam estaba vacía y no me sorprendió. Tu madre se movía menos que el core capital de la banca española. Era penosa. Su ropa interior era nefasta y parecía sacada del más pútrido almacén de Galerías Preciados. Su forma de quitársela, torpe como la de un pato. Y el modo de hablar de forma sexy...en fin. Su forma verbal de poner cachondos a sus inexistentes clientes consistía en decir “sí, papi, ven con tu chula”, con el mismo tono monocorde con el que leía su número de carné de identidad por las mañanas, cuando solicitaba subsidios en el Auxilio Social para tu arruinada familia.

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-CHRISTA MCAULIFOÉ: Cuéntale qué pasó después con esa perra. ¡Ja ja ja!

-PETR BOTLEGS: Me convertí en su único cliente. Yo conformaba el 100 % de su audiencia y la totalidad de su crítica. En los chats privados me gané su confianza y, como experto en la materia, le enseñé algunos trucos que podían servirle para relanzar su negocio.

-MARTA BURLINGTON: Hijo de puta...

-PETR BOTLEGS: Yo que tú no me insultaba, pues gracias a mí puedes seguir estudiando, ya que gracias a esos “trucos” pudo comprarte los libros de texto y el uniforme de las Teresianas.

-MARTA BURLINGTON: ¡Te odio, cabrón lisiado!

-PETR BOTLEGS: Déjame acabar, por favor. En aquellas charlas, recordaba que mi webcam favorita era la de una adolescente estadounidense que se emborrachaba, lloraba y hacía actos lésbicos con su madre y con botellines de cerveza durante sus sesiones. No se puede decir que nadie se acabara una paja con ese espantajo, pero pronto se hizo famosa y ganó el dinero suficiente como para comprarse un buen arma para suicidarse.

-MARTA BURLINGTON: ¡Nooo!

-PETR BOTLEGS: Al principio, tenía reparos en comentarle a tu madre que copiara ese critical hit de las webcam porno, pues más bien le consideraba una de esas mujeres que ejerce esta actividad durante una temporada para sacar el dinero suficiente como para pagarse los antidepresivos el resto de su vida. No obstante, como día sí, día también, me hablaba de la inutilidad de tu padre para encontrar trabajo, de su falta de dinero y de que te querías apuntar a clases de Zumba, un buen día se lo aconsejé.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: ¡Y la muy puta lo hizo sin pensarlo dos veces!

-PETR BOTLEGS: Cuesta creerlo, pero así fue. Tu madre no dudó mucho tiempo sobre esos actos y pronto se hizo famosa en todo internet por protagonizar unos espectáculos que consistían, primero, en leer los cuentos que escribías de pequeña en los que afirmabas que querías ser una princesa veterinaria. Posteriormente, se ponía a llorar y, cuando terminaba, comenzaba a desnudarse lentamente. Después pasaba la mopa por la habitación, luego empezaba a beber y, cuando estaba totalmente borracha, se masturbaba frente a la cámara. Las noches finalizaban con tu madre tumbada en posición fetal, hipando mientras escuchaba “Hablar por hablar”.

-MARTA BURLINGTON: Basta ya, ¡dime cómo murió! ¡No quiero saber más!

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-PETR BOTLEGS: El día de mi accidente de moto recordarás que íbais a estrenar vuestra función escolar. No me acuerdo cómo se llamaba.

-MARTA BURLINGTON: “El jamonero de Trevélez. El hombre, la leyenda”.

-PETR BOTLEGS: Eso. Bueno, ese día tu madre quería ir a verte como fuera. Pero claro, necesitaba dinero para pagar la escuela de trisomía de tu padre. Por eso, le propuse que fuera a ver a Víctor, el fimósico de Segundo-A, que había protagonizado varios de esos vídeos en los que un usurero se folla a una tía delante del novio a cambio del dinero que necesitan para pagar la factura de la luz. El caso es que tu madre llegó a su casa a las 16.30...

-CHRISTA MCAULIFOÉ: Verás ahora, Martizorra...

-PETR BOTLEGS: Allí le esperaba Víctor, quien antes de comenzar el acto sexual le advirtió de que no le descapullara, que como consecuencia de una “fimosis sin importancia” le resultaba horriblemente doloroso. Minutos después, nuestro compañero de la coleta a lo Melendi se encontraba bombeando a tu madre, quien finalmente había accedido a ese acto a cambio de la cuota del colegio de mongolos de tu padre, de una barra de fuet y de un bote de melocotón en almíbar.

-MARTA BURLINGTON: Recuerdo que lo merendé la tarde del funeral. ¡Mierda! Dices la verdad...

-PETR BOTLEGS: En un escorzo de tu madre mientras cabalgaba sobre Víctor, chiscó la membrana que envolvía su pene y comenzó a sangrar como un cerdo tras el golpe del matarife. Asustado en un primer momento e indignado por haber visto dañado lo que llamaba "el pellejo del placer que no tienen los circuncisos", se hizo un torniquete en el pene con una vagina en lata Made in PL y, ante su desconcierto e indefensión, decidió torturar a tu madre. La encerró en su mazmorra y le sometió al brazen bull, al potro, a la cuna de Judas, a un empalamiento, a la rueda de la ruptura, al triturador de articulaciones y al visionado de “El Secreto de Puente Viejo”, versión con comentarios de la vieja de la cara de amargada que hace de mala.

-MARTA BURLINGTON: ¡Es horrible!

-PETR BOTLEGS: Esa misma tarde yo me empotré con la moto. Efectivamente, iba puesto de pastillas, pero el accidente se debió a un despiste que tuve al mirar un vídeo en el que tu madre, con la cabeza rapada, sudorosa y fuera de sí, decía con un hilo de voz: “Doña Francisca, no mate usted a Olmo. Alguien ha de heredar. Es usted pérfida”.

-CHRISTA MCAULIFOÉ: ¡Menuda pájara!

-PETR BOTLEGS: Al día siguiente, la policía encontró sólo su piel. Estaba hueca por dentro. Se habían llevado sus vísceras y le habían dejado en una habitación cuyas paredes estaban impregnadas de heces y estrellas demoníacas pintadas con murciélagos descuartizados. La investigación concluyó que había muerto como consecuencia de una desafortunada caída en la ducha.

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Después de pronunciar esa palabra, la consubstanciación entre Antoine y Petr finalizó, por alguna razón, y el minusválido cayó al suelo y dejó de respirar. Había muerto.

Las nubes que encapotaban el cielo de esa ciudad se abrieron y por la ventana de aquel instituto entró un inspirador rayo de luz. Marta lo interpretó como una señal de su madre, que al fin había conseguido sus alas tras unos meses de incontable sufrimiento. La joven sintió de pronto la necesidad de hacer saber a su fallecida progenitora que había recibido la señal. Por eso, peregrinó a su tumba, se acurrucó sobre ella y cantó durante horas la canción del “Sálvame”. La pesadilla había terminado.

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El avatar ese de la mermelada Helios ya lo había visto hace como unas semanas, entonces ¿por qué pone que es su primer masuno?
 
Winner de Lavida rebuznó:
El avatar ese de la mermelada Helios ya lo había visto hace como unas semanas, entonces ¿por qué pone que es su primer masuno?
porque varios usuarios pueden ponerse el mismo avatar, vamos, digo yo.
 
Da gusto leer estas cosas. Al principio impresionan el gran tochaco y las imágenes poco congruentes con el contenido, pero da gusto confiar y lanzarte al vacío. Acabas, y sientes algo muy parecido al amor... si es que no es eso mismamente. Da gusto, sí.

Habrá que guardarlo por si le pasa algo como al hilo de los Down Tales.
 
Maravillosa historia, sin más. Y curiosamente apenas ha generado comentarios. :cry:
 
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