MIP
El lobo de PL Street
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Monedas de oro. Krugerrand (II)
Esta moneda fue la estrella en los años 70 y principios de los 80, y de hecho su éxito animó a otros países a imitar la fórmula, creando sus propias monedas (Canadá con su Maple Leaf en 1979 o China con su Panda en 1982 entre otros).
Fue tal su éxito entonces que las tiradas anuales que se consiguieron en aquella época no han sido superadas hoy en día. El Krugerrand llegó a representar el 90% del tráfico de oro de Sudáfrica, y en sus años punteros, el 80% de todo el movimiento de oro en todo el mundo.
En los años 80, con las sanciones al comercio impuestas como castigo al régimen de Apartheid sudafricano, las ventas de Krugerrand se resintieron profundamente, y como hemos dicho, nunca volvieron a ser las mismas aún después del levantamiento completo de las mismas.
Debido a su gran tirada, la prima es muy baja y suele estar siempre muy cerca del valor spot del oro.
Se calcula que desde su salida se han acuñado 54 millones. Gran parte de esas cantidades fueron a parar a coleccionistas e inversores de USA en los 70.
La razón de este éxito se debió a que en USA los ciudadanos tenían una prohibición de posesión de oro bullion desde 1933, creada por Roosevelt para evitar que la acumulación de oro por parte de particulares originase un empeoramiento de la economía en la gran depresión.
Sin embargo la ley tenía un resquicio: no había restricciones para poseer monedas extranjeras, siempre que fueran de curso legal.
De este modo, los sudafricanos astutamente dieron a la moneda un valor facial oficial (de hecho se usó el Crown Gold para hacerla más resistente en caso de que fuera necesario hacerla “circulada”), consiguiendo que el Krugerrand pudiera ser adquirido legalmente en ese país.
Gracias a su prestigio internacional, también ha sido objeto de muchas imitaciones en su diseño, sobre todo en rounds creadas por cecas privadas.
En 1980 se comenzaron a acuñar versiones fraccionales de ½, ¼ y 1/10 oz.
El Krugerrand ha quedado asociado culturalmente como símbolo de generosidad a la actividad de varias organizaciones de caridad en USA, como el Salvation Army, organización de voluntarios que prepara colectas a lo largo del país para recaudar fondos.
Aún hoy donantes pudientes depositan 1 Krugerrand en el delantal de los voluntarios, incrementando el ya elevado prestigio de este símbolo universal del bullion y del oro.
Aquí vemos la diferencia entre una versión normal y una proof, y también su tamaño en la mano por comparación.
Y aquí un buen puñao que siempre da sana envidia.
Esta moneda fue la estrella en los años 70 y principios de los 80, y de hecho su éxito animó a otros países a imitar la fórmula, creando sus propias monedas (Canadá con su Maple Leaf en 1979 o China con su Panda en 1982 entre otros).
Fue tal su éxito entonces que las tiradas anuales que se consiguieron en aquella época no han sido superadas hoy en día. El Krugerrand llegó a representar el 90% del tráfico de oro de Sudáfrica, y en sus años punteros, el 80% de todo el movimiento de oro en todo el mundo.
En los años 80, con las sanciones al comercio impuestas como castigo al régimen de Apartheid sudafricano, las ventas de Krugerrand se resintieron profundamente, y como hemos dicho, nunca volvieron a ser las mismas aún después del levantamiento completo de las mismas.
Debido a su gran tirada, la prima es muy baja y suele estar siempre muy cerca del valor spot del oro.
Se calcula que desde su salida se han acuñado 54 millones. Gran parte de esas cantidades fueron a parar a coleccionistas e inversores de USA en los 70.
La razón de este éxito se debió a que en USA los ciudadanos tenían una prohibición de posesión de oro bullion desde 1933, creada por Roosevelt para evitar que la acumulación de oro por parte de particulares originase un empeoramiento de la economía en la gran depresión.
Sin embargo la ley tenía un resquicio: no había restricciones para poseer monedas extranjeras, siempre que fueran de curso legal.
De este modo, los sudafricanos astutamente dieron a la moneda un valor facial oficial (de hecho se usó el Crown Gold para hacerla más resistente en caso de que fuera necesario hacerla “circulada”), consiguiendo que el Krugerrand pudiera ser adquirido legalmente en ese país.
Gracias a su prestigio internacional, también ha sido objeto de muchas imitaciones en su diseño, sobre todo en rounds creadas por cecas privadas.
En 1980 se comenzaron a acuñar versiones fraccionales de ½, ¼ y 1/10 oz.
El Krugerrand ha quedado asociado culturalmente como símbolo de generosidad a la actividad de varias organizaciones de caridad en USA, como el Salvation Army, organización de voluntarios que prepara colectas a lo largo del país para recaudar fondos.
Aún hoy donantes pudientes depositan 1 Krugerrand en el delantal de los voluntarios, incrementando el ya elevado prestigio de este símbolo universal del bullion y del oro.
Aquí vemos la diferencia entre una versión normal y una proof, y también su tamaño en la mano por comparación.
Y aquí un buen puñao que siempre da sana envidia.
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