Monedas de oro. Soberano (V)
Lógicamente una moneda tan extraordinaria ha sufrido numerosísimos intentos de falsificación, a pesar de que dicha actividad está penada por la ley inglesa.
La mayor parte de ellos provienen de Siria e Italia en los años 40 y 50, por razones geopolíticas de sabotaje.
Contamos a nuestro favor con la elevada densidad del oro, que hace que la mayor parte de las copias fallen en dimensiones o en un sencillo test del pesaje.
Esto solamente se puede sortear usando Tungsteno, lo cual se hace complicado en una moneda tan relativamente pequeña, u otros metales de la familia del platino, que obviamente no salen a cuenta porque son igual o más caros aún que el mismo oro.
Aquí unos cuantos buenos consejos de un experto:
Tenemos que revisar las dimensiones y el peso, los años y las marcas de ceca en tablas para ver si cuadran con la producción real, el tacto (las falsas suelen ser excesivamente satinadas y con los cantos marcados) e incluso el sonido del “ping” que es muy característico.
Aunque como comentamos siempre en todas las ocasiones y para todas las monedas bullion, lo primero de todo para comprar un Soberano de oro, es hacerlo a un vendedor suficientemente reputado y de confianza.
Estos distribuidores cuentan con los medios y la experiencia necesarios para distinguir uno real de una copia.
La compra de Soberanos en UK además de tener un componente patriótico indudable, tiene el plus de que están exentos tanto de IVA como en los impuestos de la plusvalía, lo cual les hace mucho más atractivos fiscalmente que los Krugerrand, Filarmonicas, Maple Leaf…
Para los inversores o coleccionistas no británicos, el Soberano supone un excelente complemento a las otras monedas bullion. Además, como se ha comentado anteriormente, si sabemos “buscar” lo suficiente por internet, en joyerías o en subastas de liquidaciones o herencias, podemos incluso encontrar ejemplares con una prima muy baja, que luego realmente esconden un fuerte valor numismático.
Este valor numismático se puede llegar a disparar en épocas de crisis, proporcionando unas ganancias extra a las obtenidas por el solo precio del oro.
Obviamente para ello hay que convertirse en un conocedor de las distintas variantes, pero bueno, es un hobby de coleccionismo como cualquier otro.
Como dicen los numismáticos ingleses, con su característica sorna “los Soberanos son como el herpes, una vez que lo coges ya no te lo quitas de encima. Como mucho se lo traspasas a otro.”