El bedel
MUJER CON ENVIDIA DE PENE
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- 10 Ago 2011
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"What doesn´t kill you makes you stronger", o "lo que no mata engorda", que dicen en mi pueblo
Tecleo en Google "los casos de cancer aumentan" y salen casi 2 millones de resultados: "Aumenta el cáncer en zonas cercanas a cultivos transgénicos"; "Cada vez más casos de cáncer bucal entre jóvenes"; "Los tumores cerebrales aumentan entre la gente joven hasta el triple"; "Leucemia y estaciones subeléctricas"; "Archivadas denuncias contra antenas de telefonía móvil cerca de un colegio, a pesar de los más de quince casos en pocos años"...
En mi trabajo ha muerto ya un compañero por tumor cerebral, y se lo acaban de detectar a una chica de 32 años. Curiosamente, cada uno de ellos lo tiene en el lado del hemisferio cerebral que corresponde a la mano que usa el móvil (el compañero que murió era zurdo y el tumor estaba en el lado izquierdo). Varias compañeras han pasado por un cáncer de mama, y hace poco se lo detectaron a una amiga de mi hermana. Cáncer y más cáncer por doquier, en sus mil variadas formas de atacar, y cada vez a más gente joven, y a niños. Lo comento a mi médico de cabecera pero se ríe y aduce un simple
"No hay más, sino que se diagnostica más que antes".
Y unos cojones. No oigo más que hablar de quimioterapia y de cáncer allí donde voy. La certeza me acorrala y sé que la mayor parte de nosotros moriremos de algún tumor, y a no mucho tardar. Pensadlo bien: las radiaciones (ordenadores, móvil, antenas...), los químicos alimentarios y los transgénicos, la comida basura, el tabaco, la contaminación, el alcohol y las drogas... Todo son medios para enriquecer a unos pocos a costa de pudrirnos. Y nosotros continuaremos nutriendo a esos pocos porque somos ratas; ratitas de laboratorio a la espera de nuestro cáncer en la rifa anual. ¿Será de pulmón, de páncreas, de cojón..? ¡Ay, qué emoción! La ratita emite un agudo chillido cuando recibe el diagnóstico antes de morirse sin más, sin molestar, que para eso es una rata; que para eso, al ver al tito Urdangarín por la tele, suelta ufano un "Qué cabrón, cómo se lo montó!", y apaga la tele y se va a su cama a hacerse la pajilla de rigor.
¿Y tú, de qué cáncer morirás?
Tecleo en Google "los casos de cancer aumentan" y salen casi 2 millones de resultados: "Aumenta el cáncer en zonas cercanas a cultivos transgénicos"; "Cada vez más casos de cáncer bucal entre jóvenes"; "Los tumores cerebrales aumentan entre la gente joven hasta el triple"; "Leucemia y estaciones subeléctricas"; "Archivadas denuncias contra antenas de telefonía móvil cerca de un colegio, a pesar de los más de quince casos en pocos años"...
En mi trabajo ha muerto ya un compañero por tumor cerebral, y se lo acaban de detectar a una chica de 32 años. Curiosamente, cada uno de ellos lo tiene en el lado del hemisferio cerebral que corresponde a la mano que usa el móvil (el compañero que murió era zurdo y el tumor estaba en el lado izquierdo). Varias compañeras han pasado por un cáncer de mama, y hace poco se lo detectaron a una amiga de mi hermana. Cáncer y más cáncer por doquier, en sus mil variadas formas de atacar, y cada vez a más gente joven, y a niños. Lo comento a mi médico de cabecera pero se ríe y aduce un simple
"No hay más, sino que se diagnostica más que antes".
Y unos cojones. No oigo más que hablar de quimioterapia y de cáncer allí donde voy. La certeza me acorrala y sé que la mayor parte de nosotros moriremos de algún tumor, y a no mucho tardar. Pensadlo bien: las radiaciones (ordenadores, móvil, antenas...), los químicos alimentarios y los transgénicos, la comida basura, el tabaco, la contaminación, el alcohol y las drogas... Todo son medios para enriquecer a unos pocos a costa de pudrirnos. Y nosotros continuaremos nutriendo a esos pocos porque somos ratas; ratitas de laboratorio a la espera de nuestro cáncer en la rifa anual. ¿Será de pulmón, de páncreas, de cojón..? ¡Ay, qué emoción! La ratita emite un agudo chillido cuando recibe el diagnóstico antes de morirse sin más, sin molestar, que para eso es una rata; que para eso, al ver al tito Urdangarín por la tele, suelta ufano un "Qué cabrón, cómo se lo montó!", y apaga la tele y se va a su cama a hacerse la pajilla de rigor.
¿Y tú, de qué cáncer morirás?