Jose David
Clásico
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- 2 Jul 2006
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En una ciudad de cuyo nombre no quiero acordarme, un matrimonio formado por un programador informático y una dependienta en una tienda de animales vive en una casita en las afueras.
El marido trabaja incansablemente de sol a sol, llega a casa ya de madrugada, se ducha, cena algo rápido y cae rendido en la cama, para quedar inmediatamente dormido. El resultado es que tiene a su mujer “desatendida” en temas amorosos.
La mujer, viviendo esta situación, establece una relación con un amante al que ve dos veces por semana.
Para verlo coge un autobús de línea, y tiene que cruzar un puente que une la ciudad, dividida por un río y que sólo tiene dicho puente, y un barquero que cruza a sus pasajeros en una barca.
La noche de un martes se reúne con su amante por la tarde, pero se entretiene con él más tiempo del previsto y pierde el autobús.
Vuelve a casa a pie, pues realmente no está a más de media hora andando de su casa.
Pero al intentar cruzar el puente, se encuentra a un desequilibrado peligroso en él, con un cuchillo en la mano, que amenaza con matarla si cruza el puente.
Ella, aterrada, va en busca del barquero para que la ayude a cruzar el río, pero se da cuenta de que no lleva dinero encima, sólo el bonobús, y el barquero se niega a llevarla gratis.
Preocupada, pues se acerca la hora en que su marido volverá a casa, vuelve a casa del amante y le pide que la lleve en su coche, pero el amante está cansado y le dice que no es su problema, cerrándole la puerta en las narices.
La mujer decide entonces, pese al peligro, cruzar el puente, y el loco peligroso la mata.
Por orden de aparición: el marido, la mujer, el amante, el loco y el barquero.
Entre todos nosotros, establezcamos, de forma unánime, del uno al cinco, quién es el más culpable de que la mujer resultase muerta.
P.D. Me enfrenté a este problema en una clase de dirección de empresas en la universidad donde estudiaba, y realmente tiene mucho que ver con las relaciones de pareja. Así que a ver si dais con la solución antes de que chapen el hilo por desviarse del tema planteado.
El marido trabaja incansablemente de sol a sol, llega a casa ya de madrugada, se ducha, cena algo rápido y cae rendido en la cama, para quedar inmediatamente dormido. El resultado es que tiene a su mujer “desatendida” en temas amorosos.
La mujer, viviendo esta situación, establece una relación con un amante al que ve dos veces por semana.
Para verlo coge un autobús de línea, y tiene que cruzar un puente que une la ciudad, dividida por un río y que sólo tiene dicho puente, y un barquero que cruza a sus pasajeros en una barca.
La noche de un martes se reúne con su amante por la tarde, pero se entretiene con él más tiempo del previsto y pierde el autobús.
Vuelve a casa a pie, pues realmente no está a más de media hora andando de su casa.
Pero al intentar cruzar el puente, se encuentra a un desequilibrado peligroso en él, con un cuchillo en la mano, que amenaza con matarla si cruza el puente.
Ella, aterrada, va en busca del barquero para que la ayude a cruzar el río, pero se da cuenta de que no lleva dinero encima, sólo el bonobús, y el barquero se niega a llevarla gratis.
Preocupada, pues se acerca la hora en que su marido volverá a casa, vuelve a casa del amante y le pide que la lleve en su coche, pero el amante está cansado y le dice que no es su problema, cerrándole la puerta en las narices.
La mujer decide entonces, pese al peligro, cruzar el puente, y el loco peligroso la mata.
Por orden de aparición: el marido, la mujer, el amante, el loco y el barquero.
Entre todos nosotros, establezcamos, de forma unánime, del uno al cinco, quién es el más culpable de que la mujer resultase muerta.
P.D. Me enfrenté a este problema en una clase de dirección de empresas en la universidad donde estudiaba, y realmente tiene mucho que ver con las relaciones de pareja. Así que a ver si dais con la solución antes de que chapen el hilo por desviarse del tema planteado.