Cuando estudiaba en Sarriko eran muy habituales las galladas de los jarraitxus por toda la universidad.
Estabas achando tu partidita de mus y te la tenian que venir a joder con las papeleras ardiendo y el megáfono expulsando a la gente de la cafeteria. Yo, que soy de natural pasota, pense un día: -Por que cojones voy a tener que hacer caso a esta panda de borregos-. Y santo remedio. Cada vez que aparecian no les haciamos ni puto caso, nosotros a lo nuestro, y les jodia mas que nada en el mundo. Esto no hizo más que corroborar lo que ya venía sospechando desde hace tiempo, que son más acojonados que un gitano solo, y que mientras no me enseñen la pipa sólo me pueden provocar risa.
Estabas achando tu partidita de mus y te la tenian que venir a joder con las papeleras ardiendo y el megáfono expulsando a la gente de la cafeteria. Yo, que soy de natural pasota, pense un día: -Por que cojones voy a tener que hacer caso a esta panda de borregos-. Y santo remedio. Cada vez que aparecian no les haciamos ni puto caso, nosotros a lo nuestro, y les jodia mas que nada en el mundo. Esto no hizo más que corroborar lo que ya venía sospechando desde hace tiempo, que son más acojonados que un gitano solo, y que mientras no me enseñen la pipa sólo me pueden provocar risa.