El maravilloso y definitivo vidrio de los hilos

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Para los gafapastas del foro

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No sé cómo se lo ha montado el Bubú este para parecer un puñetero maricón de merendero incluso en su indigno estado físico
 
Dadle al play.
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Se abre el plano lentamente y aparece en una esquina un hombre de espaldas que sopla una taza de café y mira bucólico por la ventana, escudriñando el mundo como un pez en una pecera. Ni siquiera está apoyado al respaldo de la silla, está en tensión estática. Es Demian, ha entrado por primera vez en esa cafetería situada a dos manzanas de su lugar de trabajo. Hoy no ha querido ir al Sanpas a desayunar para no encontrarse con algún compañero o compañera y tener que lidiar con la embarazosa situación de si les dice algo, se sienta cerca a tomarse el café, o qué. Ser compañeros de oficina no quiere decir que sean amigos. Y decidió vagar bajo la lluvia, sin paraguas, como siempre, y mira que se lo dijo su madre anoche. Nene, te dejo el paraguas en el paragüeros de la entrada para que te lo lleves mañana, que va a llover dicen en el parte. Pero él quiere que deje de tratarle como a un niño y pasa de obedecer, pura rebeldía post adolescencia.
Está empapado, el jersey de lana color rojo teja con cenefas blancas que se compró por internet le pesa como un saco de arena, y no solo por fuera, por dentro también siente frío en el alma. Por lo menos ha encontrado un sitio tranquilo donde olvidarse de todo y echar un vistazo al foro por si alguien le ha mencionado o quoteado. Pero no hay suerte, la campana no tiene tañidos. Y mientras disfruta de la musiquita y el calor de la chimenea fantasea de cómo habría sido su vida si hubiese vivido en el pueblo de su madre. Allí todo es más sencillo, los pueblos son más tranquilos, las gentes son menos sofisticadas y quizás hubiese podido adaptarse y ahora sería uno más, con sus amigos, su pareja, su vida social, y sin esas malditas pastillas.
De un portazo se abre la puerta y un soplo de aire frío le recorre la nuca, oye una voz femenina hablar, se gira disimuladamente y con aire indiferente. Es una mujer alta con un plumas blanco de rebajas, que la sienta como dos pistolas a un cristo. Demian se ríe por dentro de la pobre hortera, pero rápido ve que sigue hablando sola y despierta su curiosidad. La observa, la mujer se acerca al camarero sacudiéndose el agua y pide un carajillo, mientras continua hablando ella sola de cosas inconexas, que si qué barbaridad lo que llueve, ...que año de nieves, año de bienes,... que es tremendo la cantidad de pachitos que hay... que... Va vestida de forma abigarrada, unas botas Dr, Martins roídas por las punteras, el pelo descuidado, mal maquillada y con un vestido viejo color negro lleno de pelos de gato.
Y a Demian se le acelera el corazón, las pupilas se le dilatan como a un búho real cuando ve un ratoncillo, siente ese flechazo que hace que el mundo se pare, sabe que la ha encontrado. Mejor dicho, que el destino les ha unido. Es ella, joder, sí, es ella, lo siente.
La música sigue sonando como hilo ambiental y ella no para de hablar en voz alta, el camarero se ha alejado y la vigila de reojo mientras seca unas copas con un paño, parlotea que le gusta la chanson mientras mueve la cabeza al ritmo, como ida, abstraída.
Es su oportunidad, se tiene que levantar y acercarse a ella, preguntárselo. Aunque lo sabe, pero tiene que romper el hielo como sea. Un Hediondo subnormal, quizás, o un protesto señoría, algo. Algo que sirva de santo y seña. Por fin el destino le ha brindado la oportunidad de emprender un viaje a lo desconocido. Probablemente nunca más vuelva a tener la felicidad tan cerca, al alcance de su mano, y lo sabe. La pintan calva, Demian, se dice una y otra vez compulsivamente.
La estufa sigue crepitando, el café aún perfuma su nariz con ese olor acaramelado del torrefacto, y le empiezan a sudar las manos, siente que la voz se le quiebra antes de hablar. Todo es perfecto, la situación, el ambiente, ella. Los segundos pasan como horas, se ha bebido el carajillo de dos tragos como un camionero y pronto se marchará, para siempre. Al menos en la vida real, en el foro no, ahí siempre podrá seguir amándola en silencia.
Sí, quizás sea mejor así, quizás lo mejor es no alterar el orden, dejarlo todo como está, volver al trabajo, volver a cuadrar las cuentas, volver a ver las caras de los que evita, volver a conducir el Honda sin catalizador hasta San Blas, volver a casa, volver a cenar con mamá y preguntarle que si se ha tomado sus pastillas.
Ella se va como entró; como un remolino. Adiós, fue intenso y bonito mientras duró, escribe Demian en un post que nadie más que él entiende. Naxo le mete un ban por off topic.
Fuera sigue lloviendo.
 
Estuve escuchando el video del café cuqui con lluvia el otro día por sugerencia del youtube. Tranquilo, pero cansino.
 
Estuve escuchando el video del café cuqui con lluvia el otro día por sugerencia del youtube. Tranquilo, pero cansino.
Hay millonardos de videos así. Solo de ambiente de cafetería y música jazz debe de haber una docena.

A mí me gusta mucho este canal, aunque cualquiera diría que todos los videos son el mismo:

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Parece la bibilioteca del monasterio del nombre de la rosa, puta envidia. Algún día la mía será el doble de extensa, ese no me jode.

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¡Cómo ha degenerado este hilo! HAY QUE JODERSE.


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Qué acento de canis tienen todos los putos canariones.

Edito: al final se ha escapado la gorda, seguro que era el selebro de la operasión.

Edito2: el copiloto es de estos que cuando te ve jugando al GTA se pone a darte consejos para que te saques el platino.
 
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Qué acento de canis tienen todos los putos canariones.

Edito: al final se ha escapado la gorda, seguro que era el selebro de la operasión.

Edito2: el copiloto es de estos que cuando te ve jugando al GTA se pone a darte consejos para que te saques el platino.

No, no se escapó, fue detenida en el portal donde pretendía esconderse, que no salga en la cámara no quiere decir que consiga huir.
 
Para la pajilla tonta a tope de LSD...

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El final con ese picoleto con el pantalón cagao que se le caía y ese trote cochinero. Maravilloso, joder. El tío ni los encañona. Llegan a ser más chungos y lo fríen a plomo.
 
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Esta es la lideresa de la secta. La verdad es que acojona. Un final boss a la altura.

Muy original el uniforme vaquero de las monjitas millenials.

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