Ni de coña si lo puedo evitar, menudo asco. Para eso la tía tendría que ser una muñeca de porcelana, o una escultura hecha de mármol.
Analizarlo objetivamente, y si no podéis os hacéis una paja, un coño es feo, pero llama la atención porque es lo que está tapado, esos pliegues arrugados es una de las cosas que nos recuerda que tras ese cuerpo celestial, esa pose engreída, esa mirada altiva como si no se le pudiera tocar, hay una parte animal. Ademas de feo es poco higiénico, a parte de lo ridículo que es esa pose ahí agachado como si estuvierais chupando una humedad en el desierto. Una mujer está encantada de eso, pero os perderá el respeto os verá como un hombre menor y ridículo, una forma de darse consuelo, pero los comecoños no les ponen realmente.