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Sigue usted retratándose como el estereotipo madrileño cuando se toca el tema de Cataluña: insultos, demagogia, argumentos atropellados, ataques ad hominem, incapacidad de un debate sereno...
La educación en catalán ha tenido que superar brutales ataques en los medios madrileños, con mentiras, demagogias, recogidas de firmas a favor de la "lengua común" (esa en la que decenas de miles de gallegos no han pronunciado una sola frase en su puta vida), ofensivas judiciales, mierdas de todo tipo...
Supongo que a usted los Estados Unidos le parecerán una puta mierda. Lo digo por sus asimetrías: en un estado usted puede acabar ejecutado por un delito por el que en estado vecino solo se pasaría una temporadita a la sombra. O puede pasearse o no con una pistola al cinto. O con leyes que recogen la posibilidad de que ese estado decida su autodeterminación (Texas). O que ese estado tenga el inglés como idioma oficial o no. E incluso tener un estado asociado hispanoparlante con ciudadanos con derecho a pasaporte pero no con el de votar al presidente. Ese país de mierda, anecdótico, insignificante y fracasado, con apenas unos cientos de premios Nobel: Los USA.
Voy a contarle una historia que quizás no recuerde por su tierna edad: hace unos 20 años un país europeo llamado Serbia tenía una región llamada Kosovo. Era étnica e idiomática diferente del resto del país: el 90% estaba poblado por albaneses. No tenían derecho a usar su idioma en la educación ni en la cosa pública. Eran odiados por el resto de los habitantes del país, que consideraban esa tierra de su propiedad, en virtud de alguna batalla medieval y tal vez el sagrado derecho de la mayoría y las leyes. Un día los kosovares empezaron a reivindicar cosas. Entonces los serbios, con su superioridad poblacional y militar y sus sacrosantas leyes decidieron arrearlos como ganado fuera del país. Y a la comunidad internacional se le hincharon las pelotas. Los serbios se comieron una ensalada de bombas, y los kosovares consiguieron su país independiente, mientras aquellos se convirtieron en unos parias que ni siquiera podían competir en los JJOO o el Eurobasket. Ese es el camino al que lleva la cerrazón y la prepotencia de individuos como usted, incapaces de reconocer la diferencia y heraldos del concepto de nación como camisa de fuerza y de la Constitución como martillo pilón.
Si uno tiene un poco de perspicacia psicológica e inteligencia emocional sabe que lo más humillante que puede hacerse a alguien es tratarlo con esa mezcla de condescendencia y burla con el que desde el nacionalismo español se trata a los catalanes, plenamente equiparable al de una madre maltratadora hacia un hijo al que desprecia, pero que no está dispuesta a ver como se separa de sus faldas. Esa es la auténtica herida, más allá de agravios económicos. Esa que ahonda la gente como usted en virtud de un prejuicio ancestral e irresistible que hizo tabla rasa de la razón hasta en mentes del nivel de Azaña o Unamuno, y despeñándonos por un abismo de nivel intelectual hasta dejarlo matando topos, también lo realiza en la suya.
Si uno tiene un poco de perspicacia psicológica e inteligencia emocional sabe que lo más humillante que puede hacerse a alguien es tratarlo con esa mezcla de condescendencia y burla con el que desde el nacionalismo catalán se trata a los andaluces, extremeños, murcianos, madrileños, etc. plenamente equiparable al de un adolescente rebelde hacia una madre que desobedece, pero que no está dispuesto a asumir las consecuencias de sus actos. Esa es la auténtica herida, más allá de agravios económicos. Esa que ahonda la gente como usted en virtud de un prejuicio ancestral e irresistible que hizo tabla rasa de la razón hasta en mentes del nivel de Azaña o Unamuno, y despeñándonos por un abismo de nivel intelectual hasta dejarlo matando topos, también lo realiza en la suya.
Sigue usted retratándose como el estereotipo madrileño cuando se toca el tema de Cataluña: insultos, demagogia, argumentos atropellados, ataques ad hominem, incapacidad de un debate sereno...
La educación en catalán ha tenido que superar brutales ataques en los medios madrileños, con mentiras, demagogias, recogidas de firmas a favor de la "lengua común" (esa en la que decenas de miles de gallegos no han pronunciado una sola frase en su puta vida), ofensivas judiciales, mierdas de todo tipo...
Supongo que a usted los Estados Unidos le parecerán una puta mierda. Lo digo por sus asimetrías: en un estado usted puede acabar ejecutado por un delito por el que en estado vecino solo se pasaría una temporadita a la sombra. O puede pasearse o no con una pistola al cinto. O con leyes que recogen la posibilidad de que ese estado decida su autodeterminación (Texas). O que ese estado tenga el inglés como idioma oficial o no. E incluso tener un estado asociado hispanoparlante con ciudadanos con derecho a pasaporte pero no con el de votar al presidente. Ese país de mierda, anecdótico, insignificante y fracasado, con apenas unos cientos de premios Nobel: Los USA.
Voy a contarle una historia que quizás no recuerde por su tierna edad: hace unos 20 años un país europeo llamado Serbia tenía una región llamada Kosovo. Era étnica e idiomática diferente del resto del país: el 90% estaba poblado por albaneses. No tenían derecho a usar su idioma en la educación ni en la cosa pública. Eran odiados por el resto de los habitantes del país, que consideraban esa tierra de su propiedad, en virtud de alguna batalla medieval y tal vez el sagrado derecho de la mayoría y las leyes. Un día los kosovares empezaron a reivindicar cosas. Entonces los serbios, con su superioridad poblacional y militar y sus sacrosantas leyes decidieron arrearlos como ganado fuera del país. Y a la comunidad internacional se le hincharon las pelotas. Los serbios se comieron una ensalada de bombas, y los kosovares consiguieron su país independiente, mientras aquellos se convirtieron en unos parias que ni siquiera podían competir en los JJOO o el Eurobasket. Ese es el camino al que lleva la cerrazón y la prepotencia de individuos como usted, incapaces de reconocer la diferencia y heraldos del concepto de nación como camisa de fuerza y de la Constitución como martillo pilón.
Si uno tiene un poco de perspicacia psicológica e inteligencia emocional sabe que lo más humillante que puede hacerse a alguien es tratarlo con esa mezcla de condescendencia y burla con el que desde el nacionalismo español se trata a los catalanes, plenamente equiparable al de una madre maltratadora hacia un hijo al que desprecia, pero que no está dispuesta a ver como se separa de sus faldas. Esa es la auténtica herida, más allá de agravios económicos. Esa que ahonda la gente como usted en virtud de un prejuicio ancestral e irresistible que hizo tabla rasa de la razón hasta en mentes del nivel de Azaña o Unamuno, y despeñándonos por un abismo de nivel intelectual hasta dejarlo matando topos, también lo realiza en la suya.
Sigue usted retratándose como el estereotipo madrileño cuando se toca el tema de Cataluña: insultos, demagogia, argumentos atropellados, ataques ad hominem, incapacidad de un debate sereno...
La educación en catalán ha tenido que superar brutales ataques en los medios madrileños, con mentiras, demagogias, recogidas de firmas a favor de la "lengua común" (esa en la que decenas de miles de gallegos no han pronunciado una sola frase en su puta vida), ofensivas judiciales, mierdas de todo tipo...
Supongo que a usted los Estados Unidos le parecerán una puta mierda. Lo digo por sus asimetrías: en un estado usted puede acabar ejecutado por un delito por el que en estado vecino solo se pasaría una temporadita a la sombra. O puede pasearse o no con una pistola al cinto. O con leyes que recogen la posibilidad de que ese estado decida su autodeterminación (Texas). O que ese estado tenga el inglés como idioma oficial o no. E incluso tener un estado asociado hispanoparlante con ciudadanos con derecho a pasaporte pero no con el de votar al presidente. Ese país de mierda, anecdótico, insignificante y fracasado, con apenas unos cientos de premios Nobel: Los USA.
Voy a contarle una historia que quizás no recuerde por su tierna edad: hace unos 20 años un país europeo llamado Serbia tenía una región llamada Kosovo. Era étnica e idiomática diferente del resto del país: el 90% estaba poblado por albaneses. No tenían derecho a usar su idioma en la educación ni en la cosa pública. Eran odiados por el resto de los habitantes del país, que consideraban esa tierra de su propiedad, en virtud de alguna batalla medieval y tal vez el sagrado derecho de la mayoría y las leyes. Un día los kosovares empezaron a reivindicar cosas. Entonces los serbios, con su superioridad poblacional y militar y sus sacrosantas leyes decidieron arrearlos como ganado fuera del país. Y a la comunidad internacional se le hincharon las pelotas. Los serbios se comieron una ensalada de bombas, y los kosovares consiguieron su país independiente, mientras aquellos se convirtieron en unos parias que ni siquiera podían competir en los JJOO o el Eurobasket. Ese es el camino al que lleva la cerrazón y la prepotencia de individuos como usted, incapaces de reconocer la diferencia y heraldos del concepto de nación como camisa de fuerza y de la Constitución como martillo pilón.
Si uno tiene un poco de perspicacia psicológica e inteligencia emocional sabe que lo más humillante que puede hacerse a alguien es tratarlo con esa mezcla de condescendencia y burla con el que desde el nacionalismo español se trata a los catalanes, plenamente equiparable al de una madre maltratadora hacia un hijo al que desprecia, pero que no está dispuesta a ver como se separa de sus faldas. Esa es la auténtica herida, más allá de agravios económicos. Esa que ahonda la gente como usted en virtud de un prejuicio ancestral e irresistible que hizo tabla rasa de la razón hasta en mentes del nivel de Azaña o Unamuno, y despeñándonos por un abismo de nivel intelectual hasta dejarlo matando topos, también lo realiza en la suya.
Y probablemente cueste más resolverla por ese arraigado prejuicio anticatalan absolutamente presente en todas las capas de la sociedad española.
El Metro pertenece al Consorcio de Transportes de la CAM, dependiente tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad. En la EMT sólo llevan los autobuses urbanos. Puedes ir, eso sí, a las oficinas centrales de Metro de la calle Cavanilles y plantarles un mojón en la puerta o algo.Me pareció curioso y le eché una foto. No sé como ha podido pasar. Catalá en la capital del reino opresor. Reino que stravrogin, forero al que aprecio y respeto pero que últimamente desbarra cosa mala, compara, con dos cojonazos y sin parpadear, con la locura ocurrida en los 90' en los Balcanes.
Mañana me paso por las oficinas de la EMT a presentar la más enérgica de mis protestas.
Cómo si ahora hubiera que protestar con lógica. Yo me quejo ante quien me dé le gana, que para eso, nada más bajar del avión y pisar la meseta, un nosequé que te hace odiar todo lo catalán se apodera de ti.El Metro pertenece al Consorcio de Transportes de la CAM, dependiente tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad. En la EMT sólo llevan los autobuses urbanos. Puedes ir, eso sí, a las oficinas centrales de Metro de la calle Cavanilles y plantarles un mojón en la puerta o algo.
Sigue usted retratándose como el estereotipo madrileño cuando se toca el tema de Cataluña: insultos, demagogia, argumentos atropellados, ataques ad hominem, incapacidad de un debate sereno...
La educación en catalán ha tenido que superar brutales ataques en los medios madrileños, con mentiras, demagogias, recogidas de firmas a favor de la "lengua común" (esa en la que decenas de miles de gallegos no han pronunciado una sola frase en su puta vida), ofensivas judiciales, mierdas de todo tipo...
Supongo que a usted los Estados Unidos le parecerán una puta mierda. Lo digo por sus asimetrías: en un estado usted puede acabar ejecutado por un delito por el que en estado vecino solo se pasaría una temporadita a la sombra. O puede pasearse o no con una pistola al cinto. O con leyes que recogen la posibilidad de que ese estado decida su autodeterminación (Texas). O que ese estado tenga el inglés como idioma oficial o no. E incluso tener un estado asociado hispanoparlante con ciudadanos con derecho a pasaporte pero no con el de votar al presidente. Ese país de mierda, anecdótico, insignificante y fracasado, con apenas unos cientos de premios Nobel: Los USA.
Voy a contarle una historia que quizás no recuerde por su tierna edad: hace unos 20 años un país europeo llamado Serbia tenía una región llamada Kosovo. Era étnica e idiomática diferente del resto del país: el 90% estaba poblado por albaneses. No tenían derecho a usar su idioma en la educación ni en la cosa pública. Eran odiados por el resto de los habitantes del país, que consideraban esa tierra de su propiedad, en virtud de alguna batalla medieval y tal vez el sagrado derecho de la mayoría y las leyes. Un día los kosovares empezaron a reivindicar cosas. Entonces los serbios, con su superioridad poblacional y militar y sus sacrosantas leyes decidieron arrearlos como ganado fuera del país. Y a la comunidad internacional se le hincharon las pelotas. Los serbios se comieron una ensalada de bombas, y los kosovares consiguieron su país independiente, mientras aquellos se convirtieron en unos parias que ni siquiera podían competir en los JJOO o el Eurobasket. Ese es el camino al que lleva la cerrazón y la prepotencia de individuos como usted, incapaces de reconocer la diferencia y heraldos del concepto de nación como camisa de fuerza y de la Constitución como martillo pilón.
Si uno tiene un poco de perspicacia psicológica e inteligencia emocional sabe que lo más humillante que puede hacerse a alguien es tratarlo con esa mezcla de condescendencia y burla con el que desde el nacionalismo español se trata a los catalanes, plenamente equiparable al de una madre maltratadora hacia un hijo al que desprecia, pero que no está dispuesta a ver como se separa de sus faldas. Esa es la auténtica herida, más allá de agravios económicos. Esa que ahonda la gente como usted en virtud de un prejuicio ancestral e irresistible que hizo tabla rasa de la razón hasta en mentes del nivel de Azaña o Unamuno, y despeñándonos por un abismo de nivel intelectual hasta dejarlo matando topos, también lo realiza en la suya.
Aragón se postula como LA posición geoestratégica alternativa a Cataluña, y sólo una empresa se está planteando mudarse aquí.
A seguir acumulando riqueza en la capital del reino. Muy bien, chavales. Como ocurra algo gordo en Madrid, nos vamos a reir de la hostia.
Ademas, que a pesar de que la balanza fiscal nos sale a pagar nadie parece quejarse, osea que somos lo bastante solidarios (o gilipollas).
No sólo eso. Es que además he hablado con varias personas de ese asunto y a TODAS las parecía normal. Ya no entro en si está bien, mal o regular. Simplemente apunto que mis interlocutores lo entendían y aceptaban de buen grado.
Por cierto, Freixenet también se va.
Solo faltaba que despue de recibir todos los beneficios inherentes a haber sido designada madrid capital del reino, os quisieseis quedar con los excedentes.
¿Freixenet no era acusada de indepe hace unos años y sufrió un boicot por ello?
Que digo yo que esto de que se van, se van se van, y no se han ido, o que se van pensando en volver...
Ahora que, como se vayan de verdad, lo mismo y se soluciona rapido el españa ens roba, despues de esto igual acaban recibiendo.
Asi que, casi mejor que se declaren nación, y que rajoy responda a ello como mejor sabe.
Solo faltaba que despue de recibir todos los beneficios inherentes a haber sido designada madrid capital del reino, os quisieseis quedar con los excedentes.
¿Freixenet no era acusada de indepe hace unos años y sufrió un boicot por ello?
porque a ti te pasa lo que le pasa a muchos españoles: odiáis España y todo lo que ella significa.
No te digo que no, desde luego. Sin embargo creo que son los menos. Yo no tengo ningún problema en que se hable en catalán en Cataluña o gallego en Galicia. Mi problema es cuando se comete el error de poner uno por encima del otro, el que sea. Ambos debieran estar en pie de igualdad siempre y luego que cada uno en su vida hablara el que le saliera de la polla. Y esto no pasa, como bien se sabe. Quienes odian el catalán o que en Galicia hablen gallego son los menos, y casi que lo hacen como respuesta a los catalanes que gritan "Puta España".Este problema es mucho mayor de lo que se piensa. Por ejemplo, el catalán es una lengua española, es España, es una realidad española, entra dentro de ese "todo lo que ella significa". Y hay muchos españoles que odian todo lo que tenga que ver con cualquier cosa que no sea la lengua castellana o española. Gente que coloca Gobiernos al grito de "Pujol, enano, habla castellano". Antes que los que odian España, me preocupan más los que dicen amarla de una forma que establecen como única y verdadera, y que representa una España irreal y mutilada.
Lo que pasa es que hay una panda de anormales que identifican una España unida con la España de Franco, la bandera de España con Franco, la palabra España con Franco, Madrid con Franco, el Real Madrid con Franco y cada símbolo español con Franco. Hasta el idioma con Franco.
¿Y por qué desaparecería? Quiero decir, si se dan la mitad de las materias en castellano y la otra mitad en catalán, si las comunicaciones institucionales se realizan en ambos idiomas, si se puede elegir entre leer en un idioma y en el otro, dime, ¿por qué habría de desaparecer el catalán?Si se pusieran Castellano y Catalán al mismo nivel, el catalán desaparecería y hubiera sido así si no fuera por la tan criticada inmersión lingüística.
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