Esas malditas espinas

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Argail
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Mi vida tiene tantas espinas de esas que parece la alambrada del patio de recreo de Auschwitz.

Si me gustaba una tía, llamemosla A, ésta no me hacía mucho caso, total que empezaba a salir con otra (digamos B) y oh, casualidad, la chica A que me ignoraba me empieza a venir en pompa por los bares. Para no ganarme fama de cabroncete en el endogámico enton-no en el que me muevo, prefiero no sucumbir a la tentación. Vale, dejo a B, total no era cosa seria, somos unos chavales y blao, y voy a por A. Pues no te jode que A vuelve a pasar de mi.

Así que me fijo en C y vuelta a empezar el ciclo de la vida. Solamente una vez he podido decir que me ha gustado una y ha caído a la primera como fruta madura. Las demás solo quebraderos.

Así que si volviera atrás lo primero que haría sería tener menos escrúpulos, total de que le sirve a uno la fama de buen chaval si no te dan nada a cambio de ella. Hablamos de epocas teens y post-teens.
 
Corría el año 91 y empezaba la universidad, en Salamanca, en un piso, que tupa de follar me iba a dar!!! El caso es que en el mismo barrio, a un par de calles, se montó un piso con chicas de mi pueblo, dos hermanas y otra. Una de las hermanas era de mi grupo y salíamos casi siempre juntos y demás, así que iba mucho por aquel piso. Empecé a conocer a la otra, que era del pueblo pero apenas había hablado nunca con ella, no éramos del mismo grupo a pesar de tener la misma edad.

La otra acabó pronto en Salamanca y a los dos años se vino al pueblo y a estudiar en Plasencia. Una noche estábamos de farra en el pueblo y un amigo me dice "coño, esa es la otra, voy a por ella" y yo le animé. Tres años estuvieron saliendo, más alguno más de follamigos. El caso es que mientras estuvo saliendo con mi amigo la iba viendo más y tratando más a menudo, coincidíamos en muchas cosas (gustos musicales, televisión, las chorradas que se hablan a los 20) y empezamos a llevarnos bien, tan bien que a veces pasaba de su novio y se venía conmigo mientras el otro le ponía los cuernos. Por supuesto que como buen hamijo no le decía nada de lo que hacía mi colega a su novia.

Una noche mi colega se pilló uno de sus típicos pelotazos que acabamos con él espanzurrao en la puerta de su casa y nosotros en cuanto salió su madre nos fuimos por patas. Dos días después, que las resacas eran de aúpa, apareció por el bar. Le dije que como se había pasado, que como podía ser tan cabrón de haberse liado con una en un garito al lado de las amigas de su novia. Ese mismo día lo dejaron, aunque luego les juré (a los dos juntos) que era mentira, que me lo había inventado y que el que estaba al lado nos había seguido el rollo diciendo que si se habían liado de casualidad, que era todo mentira. A partir de ahí siguieron solo como follamigos y la otra y yo nos distanciamos, por no vernos más que por represalias de ella hacia mi.

Años después coincidimos en un garito y volvimos a hablar más de continuo. Ya nos felicitábamos los cumples y las navidades y eso. Un año la invité a mi cumple que celebraba con los amigos en el río y allí cambió la cosa. Empecé a darme cuenta del tiempo que hacía que de una manera platónica me gustaba la otra y, según ella, me empezó a ver como un tiotio y no como el amigo de su ex. El siguiente paso lo dio Bin Laden al explotar los trenes en Atocha, pero eso es otra historia. Debido a lo de los trenes, y que no la llamé cuando era la línea que usaba y por la hora podía haber ido perferctamente, quedé en deuda con ella y la invité a comer un día en Madrid. Sin habernos liado ni nada hicimos planes para el verano, que si verbenas, que si baños en el pantano, ... que si vacaciones. Lo de las vacaciones no cuajó por un par de días, pero cuando volví (tupio de follarme una rusa, por cierto) la invité una noche a cenar, cine, copas (íbamos pagando a medias) y al coche.

Y hasta hoy, que la otra es la Perrina.
 
calla anda y cuenta la historia de la de tu trabajo... mínimo dos folios interlineado simple, venga.
 
Argail rebuznó:
proyecto fin de carrera de psicología

Qué salao.

rendder rebuznó:
Bueno, eso no lo sabes con seguridad.

Tengo una espina clavada. En cuanto me la saque (la espina) seréis los primeros en saberlo. Pero vamos, que no caerá.

Argail rebuznó:
Hola rendder! No hace falta que te esperes a sacarte la espina, puedes contarnos la historia para ponernos en antecedentes si quieres:D

rendder rebuznó:
Lo siento, pero no voy a venir a dar ascopena con la misma historia, amigo.

¿Tu crush culocarpeta que te pagafanteó las clases particulares de química?

Yo estoy con Adder, parecéis el puto Julevek contando cómo habéis idealizado durante años a gente vulgar y como, tras follároslos, casi lloráis de éxtasis porque habéis vivido acomplejados hasta ahora, o de decepción porque follan mal y se ha roto la burbuja que era vuestro cuento de hadas con final feliz.
 
Una espinita clavada… un qué pudo ser, un cruce de caminos, Pepsi en vez de Coca Cola y una vida en vez de otra. Claro que tengo, como casi todos!
En mi caso tenía una amiga, que se llamaba Amaya. Maya la llamábamos, como a la abeja. Ella era compañera de universidad de uno de mis mejores amigos, estuvo algo colgada de él pero nunca llegó a nada. Cuando terminamos la carrera salíamos juntos prácticamente todos los fines de semana. Era bajita (me llegaba al mentón) y morena, con ese pelo medio rizado que invita a hundir la cara en su cuello y oler profundamente. Con una sonrisa que parecía que no había nada más en el mundo que ella. Delicada de figura pero con rotundísimos argumentos. Como la cabeza de un enano, que se diría por aquí. Una voz suave y un dejarse querer muy propio.
Durante varios años nos estuvimos rondando como el ratón y el gato. Yo tenía pareja, ella iba teniendo una u otra, pero siempre tuvimos esa química, esa manera de mirar, de tocar, de hablar.

El último verano se sucedieron los encuentros. Las terrazas. Los besos de despedida que duran un segundo más de lo necesario y los abrazos espontáneos que en nada se parecen a los que darías a un amigo. Las caras de decepción cuando se da cuenta de que he ido con mi novia de aquél entonces.

Una noche salíamos cada uno por nuestro lado y nos terminamos encontrando en Fortuni. Era verano y la terraza estaba abarrotada. Ella había ido con sus amigas y yo me había pasado con otro colega que pronto desapareció. Nos saludamos, pedimos una copa y empezamos a hablar. De repente no había amigas, nos habían dejado solos, en un rincón de la terraza, con mis brazos alrededor de su cintura y sus manos en mi pecho, mientras me contaba que habían estado hablando antes que por qué los mejores chicos estaban con novia… que si yo era la pareja perfecta, y mil tonterías más que yo ya ni oía. Sus ojos, normalmente marrón muy claro, se habían vuelto de un color esmeralda. Lo juro. Un color verde que veía tan de cerca como el conejito con la serpiente, moviendo la cabeza al lento ritmo hipnotizante que marca el depredador antes de comerte vivo.

¿Qué pasó? Nada.

Nada de nada.

Tras años de idealizarla lo único que pude pensar fue que no se merecía un rollo de una noche con alguien que ponía los cuernos a su pareja. Que ella era demasiado buena para ello.
Fui un auténtico idiota y aún hoy en día me arrepiento de ello. Quién sabe dónde estaría hoy en día si la hubiese bajado del altar donde la tenía a base de pollazos. Por lo menos hoy no tendría esa espinita. Mi amigo, aquél que era compañero suyo y terminó siendo su mejor amigüito, insistía al día siguiente que nos habíamos liado porque ‘los dos contábamos la misma historia y no se la creía ni de coña’. Mandadme alguna señal, o dadme mil collejas, por favor.
Meses más tarde, en mi casa con más amigos, nos comunicó que se casaba con otro chaval, un burdo bilbaíno menor que ella, que la despreció en una ocasión anterior y volvió al redil cuando la jugada le salió mal. Un simplón de txoco, borracheras y dar puntos a las tías según lo bien que la chupaban, compartiendo con los colegas la experiencia. En otras circunstancias una persona normal y corriente; en estas un subnormal que revolviendo entre su propia mierda había encontrado algo precioso. Y no se daba cuenta.

Salimos varias veces tras aquello, nunca con mi novia, nunca con su prometido. Para terminar de dar la puntilla a Vaserqueno, la última noche terminamos medio pedos en un bar muy oscuro. Volvíamos a estar muy cerca. Demasiado para las circunstancias. Ella me contaba que lo pasaba mal presentando a su bovino prometido a sus amigos y familia, que ‘no es como tú, Vaserqueno, que contigo iría al fin del mundo’. Mátame y baila sobre mi cadáver, por favor…

No nos volvimos a ver hasta su boda, donde al menos tuve la decencia de cogerme una borrachera épica.

Tras aquella la he visto un par de veces más, y a pesar de que ha tenido gemelos (la broma es para ti, estúpido provinciano, ¿no querías caldo?) a día de hoy me sacaría la espina muy gustoso.

Y esta es mi triste historia, que ya había contado antes en el foro. La hubiera buscado, pero PabloPL aún debe estar sacándose las garrapatas del ano en vez de trabajar.
 
Spawner rebuznó:
¿Tu crush culocarpeta que te pagafanteó las clases particulares de química?

Juraría que te había respondido a esto. En cualquier caso pablohijodeputa y tan amigos.

Si, obvio que es esa, pero ni idolatrada ni pollas, ganas de meterle el rabo y hacerla daño (a bofetones, con el micropene lo dudo :lol:) y poco mas. Joder, si no tenía tetas, donde cojones me iba a agarrar?
 
Si no tenía tetas, era narigona. Todas las planetas tienen una tocha que ni Ramoncín.
 
Mmmm, no, normal. No tenía muchas mas taras aparte de estar como una jodida cabra. Voy a buscarte una foto.
 
A cuántas de éstas a las que hemos idolatrado, con las que hemos compartido momentos de que parecía que sí, e ibas a tocar el puto cielo, y luego era siempre que no, han acabado con despojos humanos que no tenían nada que ver con el perfil de uno. Que las ves en la actualidad con su aburrida vida y sus críos y dices “delaquemelibrao´”.
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Lolitonta rebuznó:
Uhm... esto... bueno, veréis, yo es que adoro follar, y los tíos siempre están dispuestos a follar, así que 2+2...

2+2=4, también blanco es, gallina lo pone y frito se come... Pues claro ¿como no?.:mad:

Esto no podrían entenderlo las mujeres, pero aunque a nosotros no tenemos la regla, también tenemos cabeza, y también nos duele (de verdad) de vez en cuando. Aunque no crean.
 
pero aunque a nosotros no nos baja la regla

Hey! habla por tí que yo llevo dos dias con el Tampon puesto...
 
Quise decir "nosotros como hombres no tenemos la regla".

Disculpa.
 
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