Madre mía lo que ha dado de sí el hilo desde ayer,


A ver, habéis escrito tantas gilipolleces, que mejor será que volvamos al post donde REALMENTE FUISTE SINCERA, EVA:
Por supuesto que no esperaba, ni en el peor de mis futuros, que fuera a acabar así...
Este trabajo muchas veces es un infierno y todas las que me lean saben lo que digo, son muchas las noches que cuando estoy en casa tranquila y en paz, me entran ansiedades por ver en lo que se ha convertido mi vida...por supuesto que sufro cuando soy consciente que hablan de mi entiendo que mucha gente no me vea ya de la misma manera...en muchas situaciones, y más yo que soy viajera y trabajo todo lo que puedo, tengo que tragar saliva y llevar la "procesión" por dentro.
También me da pena todo lo que he perdido por ser puta y mucha más pena me da los motivos que me llevaron a estar aquí, pero eso no quita, que entre todo este cajón de mierda en el que vivo, haya relaciones reales, personas reales y sentimientos reales.
créeme que preferiría hacer otra cosa y también es una realidad que me he acomodado y que vivo bien, la experiencia es un grado y ya no te afectan las cosas como al principio..pero en eso llevas razón, hoy hemos salido mi compañera y yo machacadas desde el viernes y destrozadas por la mierda de vida esta que llevamos.
Como pollas por dinero, me follo personas de todo tipo, pero no todo es malo Pente, ni todas las putas son unas guarras o tienen una vida de mierda, o son desechos sociales...y eso os intento siempre hacer ver.
Si pudiera hacer otra cosa lo haría, pero mi situación es esta y lo intento llevar de la mejor manera posible, y si soy puta ahora es porque en su día decidí asumir la consecuencia de mis actos sin recibir ayuda de nadie, no porque me gusten las pollas más que nadie.
Pongo el culo por dinero, es triste pero es así, pero eso no me convierte en escoria de la sociedad.
Qué fácil es responder atacando lo que pensáis que es mi vida y vistiendo de realidad lo que son simples conjeturas vuestras. No chicas, no os equivoquéis, tengo mucho de subnormal, sí, y por lo que os leo mi vida es, de largo, muchísimo más aburrida que las vuestras, llenas de jiji jaja. Pero luego leo el post que escribiste hace unos meses, Eva, y, ¿sabes qué? Esto es la realidad. Lo que escribiste.
Que ni en el peor de tus sueños esparabas que fueras a acabar así. Ahora no me vengas a decir lo contrario. Ya dejaste ver la realidad. Ahora no pretendas taparla: una vez que se ve, eso queda para siempre. Ya sé lo que eres y lo que sientes, lo que piensas y lo que padeces, y nada de esto ha cambiado, por más que mientas.
Me entran ansiedades por ver en lo que se ha convertido mi vida
Vaya, hace unos meses tenías ansiedad y hoy, de manera mágica, se te ha quitado. Pero en septiembre cambias de “trabajo” por lo que he entendido, y la rumana está fuera del circuito, me choca que os quitéis de putas, por lo que os he leído mola mucho y yo soy una simplona por no haberme metido a puta. Lo que me habré perdido.
También me da pena todo lo que he perdido por ser puta
¿Qué más has perdido, aparte de la dignidad? Me interesaría que desarrollaras esta parte. Ah, no, que llevas tus gafas rosa y seguro que me contestas con alguna subnormalidad tipo “Ay, Tools, si hubieras catado chocho, jiji jajaja, otro gallo te cantaría, eh rumanita wuapa?” y tonterías similares que son simples distracciones para no ir al tema del que tratamos: Las putas y sus mierdas.
Si soy puta ahora es porque en su día decidí asumir la consecuencia de mis actos sin recibir ayuda de nadie, no porque me gusten las pollas más que nadie
Eso escribiste, pero bien que te leemos por aquí que el ser puta es poco menos que vivir la vida a tope, y que si no me he metido a puta es porque debo ser poco menos que una mojigata, ¿no?


A ver si al final voy a tener que pedir perdón por no ir abriéndome de patas por un puñado de euros, ya dije, y que me perdone el hijodeputa de Iñaki si me pongo CURTSI, que para mí el sexo es diversión, generosidad y amor, no una cosa que se venda, y menos aún por algo tan peregrino y material como una hipoteca. También paso mis estrecheces, irse de casa sin trabajo y con una mano delante y otra detrás es lo que tiene, pero siempre he encontrado salida. Y no, jamás recurrí a las ayudas, ni a Cáritas, siempre trabajando, menudo nivel tenéis, contestar a mis dudas atacando e inventando. Y otra cosa te digo, mi madre JAMÁS permitiría que ninguno de mis hermanos se metiera a puta o chapero, se te aplica bien el dicho ese que dice: De madre gata, hijos michines. Donde tú eres la michina.
Pongo el culo por dinero, es triste pero es así
Por aquí es por donde deberíais haber empezado, porque esta frase es el resumen de todo. Ser puta es triste. Pero más triste es querer pintarlo bonito, PORQUE NO LO ES. Otra cosa es que estéis de risas con vuestros clientes, entiendo que forma parte de la pantomima del putiferio. Ellos se asean y se ponen guapos para causar buena impresión (o no dar más asco del que os puedan dar), os llaman, concretáis tarifas, sitio y hora, y que empiece la función en cuanto abrís la puerta. Ellos hacen ver que ligan y vosotras hacéis ver que ellos son EL HOMBRE. Pero ya. Es todo teatro, vuestra risas son la máscara que os ponéis para actuar, lo jodido es cuando sois incapaces de quitaros esta máscara, como veo que os está pasando en este post.
¿Dónde ha quedado el "
si pudiera hacer otra cosa lo haría"? ¿Ahora vienes a desdecirte? Jódete, puta, que después de ese post nadie, ni tú ni nadie, puede seguir creyendo que tienes dignidad alguna. Dignidad tendríais, tú y la otra, si os sentárais frente a la pantalla, os quitárais todos los filtros que usáis para emmascarar vuestra mierda de realidad, y contárais la verdad: Que sois putas y que ser puta es una mierda. Y NO TIENE MÁS. Y a partir de aquí podríamos seguir con el tema del putiferio, aunque entiendo que pocas ganas tenéis de ir criticando vuestro oficio y, sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal), a VUESTROS CLIENTES, los cuales están foreando tanto en el putas como aquí, entiendo que no queráis cagar donde coméis, a menos que os pidan un scat, claro.