Lo conté hace bastante tiempo por aquí, pero bueno, lo vuelvo a cagar. Tengo un amigo, el único que me queda de la época de EGB, que tras separarse de su mujer, en un modulo de Auxiliar de Geriatría conoció a una mora y se enrolló con ella. Me contaba que estaba muy controlada, ya que tenía 4 hermanos (todos traficantes), un padre hijo de puta, y una madre enferma, y la tenían de criada. Le daba por el culo ya que no quería "follar por el coño" hasta casarse, todo muy lógico. Comentar que ella tendría 20 y pocos, y mi amigo unos 35 años si no recuerdo mal.
El caso es que mi amigo se "hizo" musulman. Comentar que durante toda nuestra infancia y juventud vivíamos a un par de calles de distancia, y uno de los motivos para largarse de la ciudad según él, era "que estaba hasta lo cojones de tanto moro".
En fin, que se hizo musulman para pedir la mano de la niña a los hermanos y al padre. En este punto, yo podía entender que se la follara, la chica no era una belleza, pero tenía su morbo y era muy simpática, hablaba perfectamente castellano y catalán, y era muy alegre. El problema es que tenía una mala hostia tremenda y se le iba la cabeza cuando se enfadaba, podía romper cosas y agredir, una puta loca del coño en potencia. El defecto que le encontraba a nivel físico es que tenía cuerpo raruno, un culo inmenso de gorda y luego de cintura para arriba era delgada... cosas, deformidades, abominaciones que dan cierto morbo. Pero estaba esclavizada por la piara de familiares: planchar, cocinar, limpiar, para que los hermanos pudieran traficar tranquilamente.
Mi amigo se puso una chilaba, se dejó barba y aprendió palabras moras (que si pecado, que si ala nos proteja, que si es el más grande y esas subnormalidades que sueltan constantemente). Los familiares le dijeron que ni de coña se iba a llevar a su hija (esclava). Lo intentó durante algún tiempo, incluso fue a una mezquita con olor a mierda y pies, para hablar con un Imán y contarle su situación. Le dijo que tenía que ser un buen musulmán y él estaba dispuesto... incluso recuerdo una vez que me contó la historia donde yo le decía que por favor, lo dejara ya, él me llegó a comentar que el Islam no era la puta basura que yo pensaba. En ese momento le dije que se cagara en los preceptos, y no fue capaz. Ahí ya ví que la cosa estaba tomando tintes absurdos.
En fin, que como era de esperar, a la hija/esclava la llevaron a Marruecos a un pueblo con cuatro cabras y 6 casas de mierda, para casarla con un moro. La preñó, la cosió a hostias, y ahora está separada deambulando por Marruecos y ha intentado contactar con mi amigo, el cual, por suerte, pasa de ella.
La historia no acaba aquí, ya que mi amigo, con cuarenta años, divorciado, pesando 120 kg y viendo que sus posibilidades se agotan, decidió ir a por todas, y entró en una página de contactos con mujeres musulmanas.
En el próximo episodio.