A ver. Son adolescentes que no gilipollas.
Soy padre de adolescentes y he sido, soy y seré tío de adolescentes. Te voy a dar mi opinión o cómo está el tema. Tu sobrino, llegada la edad de enrollarse por ahí con una chavala va a ser el día que te va a contar la mitad de la mitad de las cosas, por mucho que seas su tío favorito o su único tío, pasas a formar parte del grupo de los adultos. Tengo un sobrino de 24, una sobrina de 24, dos sobrinos de 21, una hija de 19, uno hijo de 16 y un sobrino de la misma edad, más una hija que cumple 13, tiene tetas y la regla.
El de 24 es quizás con el que mejor rollo he tenido siempre de mis sobrinos, siempre me vio como el tío joven porque su padre y su otro tío me llevaban 10 y 7 años. Y es cuando pasan la adolescencia cuando te cuentan algo más. Los dos estudiamos en la misma universidad y te cuenta cosas y te pregunta cómo eran tus años universitarios, y puedes tener una relación muy cercana pero olvídate de que te vea como un colega.
Si le echan morro y te piden que les lleves en coche estará todo el rato esperando que no abras la boca, no me he oído veces a mi hija eso de llévanos pero no hables con mis amigas, que evidentemente me lo paso por el forro y trato de avergonzarlas, especialmente a mi hija. Aún así, con 18 empieza a haber coches y carnets con la L, así que eso dura desde los 16 a los 18. Pero tu sobrino, OJALÁ, querrá su espacio.
Y te diría, si quieres al chaval, lo mejor que puedes hacer por él es que se lo des y que te encargues que lo que tenga. Que tendemos a repetir patrones, yo tengo muy presente a lo tóxica que ha sido mi madre y trato de no ser como ella, pero aún así alguno puedo repetirlo. Mi ex es un calco de su madre desgraciadamente. No dejes que tu hermana repita los patrones que tuvo tu madre contigo o lo vais a desgraciar, por muy buena que tú veas a tu madre. Trata durante los años que le quedan hasta la adolescencia de divertirte con él, enseñarle lo mejor que puedas sobre lo que sepas, y empieza a ir soltando cuerda.
A determinada edad ya solo servimos para sacar la cartera y esperar que se queden con lo bueno que les hayas enseñado o lo bueno que han visto en tu forma de actuar que habla más de uno que las palabras.