Pero que no va a querer cuando deje de ser un crío y desarrolle su propia personalidad, eres el único incapaz de entenderlo porque eres el único que no lo ha hecho por sí mismo y sigue dependiendo de su madre para absolutamente todo.
No conozco para nada la historia de la madre de Ferris, pero conozco la mía.
No os voy a contar ahora mi vida con pelos y señales, lo que sí os debe quedar claro es que NO SABÉIS QUÉ ES UNA MADRE CASTRADORA Y ABSORVENTE.
Y al no tenerla, y al tener una madre normal, o normal en ese aspecto, sois incapaces de entender nada, sobre todo que si la tuvieseis viviriais las mismas situaciones y ahí radica vuestra falta de empatia.
No tenéis ni reputa idea de la suerte que tenéis teniendo una madre que os deje volar.
Porque este tipo de madres, como la que yo tengo, te tratan asi DESDE QUE NACES.
Ya en la infancia crea ese vínculo vicioso en donde el sentido de la culpabilidad va a estar sobre ti HASTA QUE LA MUERTE OS SEPARE.
No lo puedes arrancar. De tenerlo tú tampoco podrías arrancarlo. Ni ILG ni ninguno de los que aquí se pone a comentar. Lo que no entendéis es que no necesitáis arrancar nada porque habéis tenido esa madre que no ha creado ese tóxico vínculo.
Decía no recuerdo qué futbolista que había trabajado con Mourinho, que el tío los abducia, los aislaba en una burbuja, que les hacía sentir que el planeta conspiraba contra él y su barco del que sus futbolistas formaban parte y creaba un vínculo jodidamente sectario del que no podían desarraigarse y que funcionaba como un reloj.
Pues esto es parecido. Muy parecido.
Que con 9 años tu profe te pregunte qué estudia tu hermano mayor o qué oficio tiene tu madre, como se preguntaba a los demás críos y con la misma inocencia que te preguntara qué querías ser de mayor. Nada personal, y que cuando se lo dijeras a tu madre esta entrar en cólera diciendo que "la próxima vez le dices a la profesora que eso a ella no le importa". Que tú no digas ni pío nunca. De nada.
Obsesión porque nadie supiera el divorcio que se iba a producir (y que cualquier mujer sabe que se va a producir cuando tiene intención de que se produzca). Y tú no digas nunca nada. Nada de nada. Que si te preguntan cuál es el color favorito de tu abuela tampoco. Nada.
Esto crea una introversión flipante que sólo se corrige a medida que ya eres bien adulto.
Que tu padre es muy malo. Es malo malisimo. Ya era malo antes de divorciarme imagina cuando ya me he divorciado.
Y que tú para qué quieres con 19 años el dinero de ese trabajillo? Es para mi. Que tu padre mira como me ha dejado (a pesar que la patada se la dio ella a él).
Y que resulta que yo he dado todo por vosotros.
Mi hermana no salió de su casa hasta los 36 años y de que manera. De un modo u otro no ha salido. A sus dos ex parejas mi madre les cortó la cabeza.
Sobre todo el segundo era un tío de puta madre, que no significa que el primero no lo fuera.
Vamos a llamarle X a ese tío. Había fases en que mi hermana llegó a decirme "es que estaba yo fregando los platos y de repente hasta pensaba si, ay que malo que es X".
La influencia que una madre de esas características ejerce sobre ti es mayúscula, no la podéis entender.
Con su tercera pareja se ha casado, tiene dos críos y vive a 50 kilómetros de mi madre.
Esta frase a grito pelado la ha escuchado mi hermana por boca de nuestra madre "ella ha querido marcharse no? Y dejarme tirada no??? Ella se ha...".
Atención. Que su hija con casi 40 años se haya ido a montar una familia es parecido a un abandono. Es una traición. Como cuando Luis Figo decidió vestir la camiseta del Real Madrid.
Y digo que se fue a vivir con su marido de algún modo porque esa culpabilidad de la que mi hermana no puede escapar la empuja a recorrer 50 kilómetros con sus críos a ver a su madre a veces hasta cinco veces al mes. Y no para verla dos horas sino para pasar el fin de semana. Y a veces (su marido lo entiende porque no le queda otra) los quince días de vacaciones de verano se van a tomar por culo porque mi hermana se los chupa a su lado del tirón los quince. Necesita dividirse porque de no hacerlo sentiría esa traición, esa culpabilidad, que no cae del cielo sino que nuestra madre diseñó ya en nuestra cuna.
Así que no creáis que todo el mundo tiene una madre que vive su propia vida y os concede una vez entráis en los 17 o 18 años vuestra vida. Y os anima, y os ayuda, y os motiva, a volar. Y os dice oye os ayudaré un poco si es necesario a ser independientes. Y si con 20 compartís piso con los colegas no va a llamaros por teléfono entre lágrimas. Y que se aparta, y que no es egoísta, y que con 50 o 60 o 70 años está al margen mientras vosotros caminais libres sin ninguna de sus sombras.
La respuesta es que no todo el mundo tuvo una madre como la vuestra, y que si la hubierais tenido castradora vuestra vida sería otra.